Las Ocho Etapas Del Desarrollo Humano

24/10/2022·
Gema Tabares
Gema Tabares
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Según la teoría de Erikson (1968), la vida del ser humano trascurre paso a paso en ocho etapas de desarrollo (ver tabla 1). Cada etapa consiste en una tarea de desarrollo que confronta al individuo con una crisis. Para Erikson, estas crisis no son catastróficas, sino más bien un punto crucial de más vulnerabilidad y mayor potencialidad. Mientras más eficazmente resuelvan los individuos cada crisis, más salud psicológica tendrán. Cada etapa tiene aspectos tanto positivos como negativos.

La primera etapa psicosocial de Erikson es confianza contra desconfianza y ocurre durante el primer año de vida. El desarrollo de la confianza requiere de una crianza cálida y afectiva. El resultado positivo es un sentimiento de protección y mínimo temor. La desconfianza se desarrolla cuando los bebés son tratados de una forma muy negativa o son ignorados.

La segunda etapa psicosocial de Erikson es autonomía contra vergüenza y duda. Ocurre a fines del primer año de edad y en el inicio de la infancia. Cuando adquieren confianza en quienes cuidan de ellos, los infantes comienzan a descubrir que su comportamiento les pertenece. Reafirman su independencia y realizan sus deseos. Si se les restringe demasiado, o se les castiga con demasiada severidad, los niños desarrollan un sentido de vergüenza y duda.

La tercera etapa que propone Erikson es iniciativa contra culpa, que aparece en la niñez temprana, entre los tres y cinco años. A medida que los niños experimentan un mundo social cada vez más amplio, se sienten más desafiados que cuando eran bebés. Para enfrentar estos desafíos, necesitan adoptar un comportamiento activo y deliberado que comprende la iniciativa. Los niños desarrollan incómodas sensaciones de culpabilidad si se perciben como irresponsables, o se les hace sentir demasiado ansiosos.

La cuarta etapa psicosocial de Erikson es laboriosidad contra inferioridad. Aproximadamente, abarca los años de la primaria, de los seis años a la pubertad, o primeros años de la adolescencia. Al avanzar por los grados de la primaria, los niños dirigen su energía hacia el dominio de los conocimientos y habilidades intelectuales. El riesgo de los años de primaria es que se desarrolle un sentimiento de inferioridad, improductividad e incompetencia.

La quinta etapa psicosocial de Erikson es identidad contra confusión de la identidad. Esta fase afecta a los adolescentes, que intentan descubrir dónde están, quiénes son y hacia dónde se dirigen en la vida. Se enfrentan con muchos roles nuevos y estados adultos (como vocacionales y románticos). Se debe permitir a los adolescentes que exploren diferentes caminos para obtener una identidad saludable. Si no exploran de manera adecuada los diferentes roles y no consiguen labrar una ruta positiva, pueden sentirse confundidos sobre su identidad.

La sexta etapa psicosocial de Erikson es intimidad contra aislamiento. Corresponde a los primeros años de la vida adulta, entre los 20 y 30 años. La tarea del desarrollo es formar relaciones estrechas y positivas con los demás. En esta etapa el riesgo es que no se logre formar una relación íntima con una amistad o pareja romántica, y que se caiga en el aislamiento social.

La séptima etapa es generatividad contra estancamiento. Corresponde a los años de la madurez, entre los 40 y 50 años. Generatividad significa transmitir algo positivo a la siguiente generación. Esto puede incluir funciones como la paternidad y la enseñanza, con las que los adultos asisten a la siguiente generación para desarrollar vidas útiles. Erikson describió el estancamiento como el sentimiento de no haber hecho nada para ayudar a la siguiente generación.

La octava y última etapa psicosocial de Erikson es integridad contra desesperanza. Corresponde a los últimos años de la vida adulta, de los 60 años hasta la muerte, en la que los adultos mayores tienden a revisar sus vidas, es decir, reflexionar sobre lo que han logrado. Si las evaluaciones retrospectivas son positivas, desarrollan un sentimiento de integridad. Es decir, ven su vida como integrada positivamente, digna de ser vivida. En contraste, los adultos mayores sienten desesperanza si su examen retrospectivo arroja resultados principalmente negativos.

Etapas de EriksonPeriodo de desarrollo
Integridad contra desesperanzaAdultez tardía (60 años en adelante)
Generatividad contra estancamientoAdultez (40 a 50 años)
Intimidad contra aislamientoAdultez temprana (20 a 30 años)
Identidad contra confusión de identidadAdolescencia (10 a 20 años)
Laboriosidad contra inferioridadNiñez media y tardía (de los 6 años a la pubertad)
Iniciativa contra culpaNiñez temprana (preescolar, 3 a 5 años)
Autonomía contra vergüenza y dudaInfancia (1 a 3 años)
Confianza contra desconfianzaInfancia (primer año)
Tabla 1. Las ocho etapas del ciclo vital de Erikson

Evaluación de la teoría de Erikson

La teoría de Erikson retrata las tareas socioemocionales cruciales de la vida y las pone en el contexto del desarrollo (Adams, 2008). Su concepto de identidad es especialmente útil para comprender a los adolescentes y estudiantes de preparatoria. Su teoría general fue crucial en la conformación de la perspectiva moderna del desarrollo humano como un proceso que dura toda la vida, y no sólo restringido a la niñez.

Sin embargo, la teoría de Erikson no está exenta de críticas (Coté, 2009). Algunos expertos señalan que ciertas etapas son demasiado rígidas. Bernice Neugarten, pionera del desarrollo del ciclo vital (1988), afirma que la identidad, intimidad, independencia y muchos otros aspectos del desarrollo socioemocional no son como perlas de un collar, que aparecen a intervalos de edades nítidamente definidas. Más bien, son cuestiones importantes durante la mayor parte de nuestras vidas. Aunque se han realizado muchas investigaciones de algunas etapas eriksonianas (identidad contra confusión de identidad, en particular), no se ha documentado científicamente el alcance general de su teoría (como saber si las ocho etapas ocurren siempre en el orden e intervalos de edades que Erikson propone). Por ejemplo, en algunas personas (especialmente mujeres), las preocupaciones de la intimidad anteceden a la identidad, o se desarrollan simultáneamente con ésta.