Autoestima

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Se denomina Autoestima a la evaluación positiva o negativa del yo. Actitud hacia uno mismo.

La autoestima se refiere al concepto general que tiene el individuo de sí mismo. También se le conoce como autovalía o autoimagen. Por ejemplo, un niño con alta autoestima puede percibir que no sólo es una persona, sino también que es una buena persona.

Para muchos estudiantes, los periodos de baja autoestima son circunstancias temporales, que van y vienen; pero para otros, una autoestima persistentemente baja se traduce en problemas más graves, como bajo rendimiento, depresión, trastornos de la alimentación y delincuencia (Kaplan, 2009). Un estudio longitudinal que se llevó a cabo en Nueva Zelanda evaluó la autoestima a los 11, 13 y 15 años, y la adaptación y competencia de estos mismos individuos cuando tenían 26 años (Trzesniewski y otros, 2006). Los resultados revelaron que los adultos caracterizados por una salud física y mental deficiente, bajas expectativas económicas y altos niveles de conducta criminal muy posiblemente tuvieron durante la adolescencia una autoestima más baja que sus contrapartes adultos mejor adaptados y más competentes.

La gravedad del problema no sólo depende de la naturaleza de la baja autoestima del estudiante, sino también de otras condiciones. Cuando la baja autoestima se combina con transiciones escolares difíciles (como pasar a la secundaria) o problemas familiares (como los divorcios), los problemas del estudiante pueden intensificarse.

Los investigadores han descubierto que la autoestima cambia a medida que avanza el desarrollo (Kaplan, 2009). En un estudio se observó un deterioro drástico de la autoestima de adolescentes que durante su infancia la tenían alta (Robins y otros, 2002). La autoestima de las niñas disminuía dos veces más que la de los niños durante la adolescencia. Otros estudios han descubierto que las adolescentes tienen menor autoestima que los varones, fenómeno que se asocia con una adaptación menos saludable (McLean y Breen, 2009). Sin embargo, a pesar del deterioro de la autoestima de las adolescentes, su puntuación media está por encima del punto neutro de la escala. En un reciente estudio, una intervención de actividades físicas que se aplicó durante nueve meses entre adolescentes sedentarias mejoró su autoimagen (Schneider, Dunton y Cooper, 2008).

Las variaciones en la autoestima están relacionadas con muchos aspectos del desarrollo (Harter, 2006). Por ejemplo, un reciente estudio descubrió que los adolescentes con baja autoestima tienen niveles de salud física y mental más bajos, y menos expectativas económicas como adultos, que aquellos con alta autoestima (Trzesniewski y otros, 2006). Sin embargo, gran parte de la investigación de la autoestima es más correlacional que experimental. Correlación no es igual a causalidad. Por consiguiente, si un estudio correlacional descubre una asociación entre baja autoestima y logros académicos escasos, no sabemos si un bajo rendimiento escolar provoca baja autoestima, o si es la baja autoestima la causa de los pocos logros escolares.

En realidad, existen tan sólo correlaciones moderadas entre el desempeño escolar y la autoestima, que nos sugieren que si esta última es alta, se produce un mejor rendimiento en la escuela (Baumeister y otros, 2003). Los esfuerzos para aumentar la autoestima de los estudiantes no siempre han significado un mejor rendimiento escolar (Davies y Brember, 1999).

La autoestima de los estudiantes muchas veces varía según el área, sea académica, atlética, aspecto físico, habilidades sociales, etc. (Harter, 2006). Por consiguiente, uno de ellos puede tener una alta autoestima en labores escolares, pero baja en atletismo, aspecto físico y habilidades sociales. Incluso dentro del área académica, la autoestima de un estudiante puede ser alta en algunas materias (por ejemplo, matemáticas), y baja en otras (por ejemplo, literatura).