Análisis preliminar de la Psicología del Pensamiento

INTRODUCCIÓN

Para delimitar el concepto de pensamiento debemos remitirnos a las diferentes teorías que históricamente han tratado de definir y explicar este campo de la Psicología.

Cada teoría, como ocurre en otros campos de la Psicología Científica, está indisolublemente unida a los métodos de estudio que utiliza, de modo que han de analizarse en conjunto principios y técnicas si queremos conocer los supuestos asociados a cada planteamiento teórico.

El pensamiento, entendido como un objeto de estudio de la Psicología Científica, es estudiado a través del Método Experimental. Muchos son los desacuerdos entre las distintas formulaciones teóricas y variadas las aproximaciones metodológicas, pero toda la Psicología del pensamiento de los últimos años comparte el Método Experimental como instrumento de investigación y contraste de los principios enunciados.

WUNDT Y SUS DISCÍPULOS

(Aciertos y desaciertos de la psicología de la consciencia y de la introspección analítica)

WUNDT, como fundador de la Psicología Científica, se interesa por el pensamiento. La nueva ciencia nace en el marco de la fisiológica y Wundt tuvo el acierto de plantear los problemas de la Psicología en el laboratorio lo cual, si bien suponía la ventaja de que la nueva ciencia fuera aceptada, limitaba los planteamientos que podían hacerse.

Para “zafarse” de estos límites el fundador de la Psicología separó los procesos corporales de los mentales, afirmando que una misma estimulación tiene efectos diferentes en uno y otro tipo de procesos. El objeto de la nueva ciencia sería describir y analizar los elementos de los procesos conscientes y determinar los principios por los que se rigen las conexiones entre estos elementos.

Wundt partía del supuesto de que la mente tiene actividad propia y control sobre los acontecimientos y que, además, es producto de la síntesis de elementos más simples. Posteriormente, esta concepción holística de la mente sería adoptada por la psicología de la Gestalt.

Si el objeto de estudio, para Wundt es la consciencia, el método adecuado para acceder a ella debía ser la instrospección, esto es, la observación controlada de la experiencia consciente bajo condiciones experimentales. En concreto Wundt concibió la idea de estudiar los procesos mentales a partir de la medición de los tiempos de reacción en experimentos psico-fisiológicos. La actividad sintetizadora de la mente, llamada apercepción, quedaba constituida como la base de las actividades mentales superiores y el nexo de unión de la nueva teoría psicológica. Entre la estimulación percibida y su reconocimiento consciente mediaba un proceso de apercepción que ocupaba un período de tiempo mensurable.

Dos aspectos básicos de la mente así entendida son:

  1. Que la experiencia mental se caracteriza como una unidad y no como un compuesto de elementos

  2. Que la mente tiene actividad propia, frente a la concepción de la mente como una mera proyección pasiva del medio externo.

LOS DISCÍPULOS DE WUNDT, sin embargo, prefirieron abandonar el estudio de la síntesis mental a favor de una psicología sensorio-motora más sencilla.

El estructuralismo de Titchener, con una fuerte influencia de los empiristas ingleses, se centra en la búsqueda de los elementos más simples en los que se puede descomponer la actividad consciente (experiencias sensoriales simples), desechando el estudio la actividad totalizadora de la mente. El pensamiento, se reduce así al estudio de las experiencias sensoriales elementales.

Según Titchener, todos los contenidos mentales se pueden categorizar en tres tipos:

imágenes, emociones y sensaciones puras, pero las dos primeras son unidades complejas formadas por sensaciones simples. De modo que todo pensamiento complejo puede analizarse en función de las sensaciones elementales que lo componen. Sin un análisis de la estructura mental no podrán conocerse las funciones mentales.

El objeto de estudio de la Psicología debe ser, pues, el análisis de las sensaciones elementales que conforman la consciencia.

El método propuesto para la investigación de los elementos de la consciencia es también la introspección, pero en este caso, analítica, lo que supone la descripción controlada de las sensaciones internas mientras se desarrolla una tarea o se atiende a un estímulo.

Tal cual lo ideó Tichener, el método consistía en el análisis retrospectivo de la experiencia sensorial, de forma que el informe del sujeto no estuviera “contaminado” por las propiedades conocidas del estímulo y se pudieran obtener los átomos del pensamiento cuya ley de combinación era el principio de asociación.

Sin embargo esta tarea, además de ardua, era ineficaz porque propiciaba tantas descripciones de elementos como introspecciones se realizaban sobre una misma estimulación, ya que un mismo estímulo públicamente observable daba lugar a infinitas sensaciones internas diferentes sobre las que no se podía realizar ningún control experimental.

En resumen, la Psicología del Pensamiento de Titchener puede definirse como atomista, asociacionista y reduccionista.

Por otra parte, otros discípulos de Wundt continúan desarrollos divergentes. En concreto Külpe (escuela de Würzburgo) afronta el estudio de la mente desde una nueva perspectiva que trata de liberar a la Psicología de la reducción al análisis de la experiencia consciente (reduccionismo).

Külpe aumentó la dificultad de las tareas experimentales y pidió a los sujetos que describieran el proceso por el cual habían llegado a una respuesta determinada (hoy se conoce a esta técnica como autoinforme).

De este modo consiguió dos resultados fundamentales para sus propósitos: de un lado demostró que todos los sujetos tenían una misma disposición mental o tendencia similar a la hora de afrontar una tarea experimental, y que esta venía dada por el tipo de instrucciones que proporcionadas para la realización de la tarea. Este resultado contradecía el supuesto estructuralista de que el pensamiento era un proceso de asociación libre (principio asociacionista) ya que las metas de la tarea guiaban el pensamiento (carácter directivo del pensamiento).

Pero además, Külpe descubrió que metas y objetivos apenas se representaban a nivel consciente, lo cual resultaba contradictorio con que la Psicología tuviese a la experiencia consciente como objeto de estudio. Así llegó al segundo resultado relevante contra la psicología experimental de la época: el pensamiento podía carecer de imágenes. Tal descubrimiento fue interpretado por el autor en el sentido de que el pensamiento, propiamente dicho, era un proceso inconsciente.

Sobre todo, el planteamiento del pensamiento sin imágenes, fue duramente criticado tanto por Wundt como por Tichener, que acusaron a los componentes de la escuela de Wuzburgo de falta de rigor experimental. Tampoco se aceptó la hipótesis del pensamiento inconsciente, si bien la consecuencia más clara de esta polémica fue que el objeto de estudio de la Psicología cambió de los contenidos a las funciones mentales, a la par que se desacreditaba la introspección como método científico.

EL FUNCIONALISMO

(Del cambio de la psicología de los contenidos mentales a la psicología de las funciones mentales)

Como postura alternativa al estructuralismo, surge en Norteamérica una línea de investigación que redefine el objeto de estudio de la Psicología. Para el funcionalismo, la Psicología debe interesarse por las propiedades funcionales de los procesos mentales y no por sus contenidos conscientes. La mente se concibe desde esta posición como mediadora entre el medio y las necesidades del organismo, es decir, por su función adaptativa.

En cuanto al método de estudio, el funcionalismo no rechaza de forma frontal la introspección, pero mantiene una postura ecléctica en cuanto a las técnicas de investigación. Así se abren nuevos campos de estudio como el aprendizaje, la psicología de las diferencias, la patología y la evolutiva.

Si bien la fundación del funcionalismo cabe atribuírsele a John Dewey, esta escuela tiene como antecedentes la teoría de la evolución de Darwin, la psicología de las diferencias individuales de Galton y, sobre todo, la psicología del acto de Brentano. Este último autor se centró en estudiar lo que hace la mente (acto mental) y para ello su programa de investigación contenía un primer paso “precientífico” de descripción de la experiencia subjetiva mediante la intuición, cuya finalidad era la de establecer una clasificación de los actos, y un segundo paso de búsqueda de las relaciones causales entre los fenómenos, que perseguía explicar los actos desde su nivel fisiológico (psicología genética). Otros autores como Ebbinghaus influyeron también sobre el funcionalismo al variar la perspectiva del estudio de los fenómenos mentales desde los supuestos estados mentales que los sujetos describían mediante la introspección, hacia la búsqueda de leyes cuantitativas que diesen cuenta del propio rendimiento de los sujetos en las tareas.

A medida que avanzaba la investigación, el funcionalismo, que tenía una raíz mentalista, fue ganando interés por explicar la utilidad del comportamiento, fijándose en variables meramente conductuales. Según James, toda modificación mental conlleva un cambio corporal, de modo que los funcionalistas se interesan cada vez más por las manifestaciones corporales hasta que identifican el estudio de la actividad sólo como conducta manifiesta. De ahí a considerar la conducta como el objeto de estudio de la Psicología y a la introspección como un método innecesario, sólo había un paso.

EL CONDUCTISMO

(Abandono y destierro de los procesos mentales)

EL CONDUCTISMO DE WATSON

Como consecuencia del funcionalismo, la Psicología optó por un objeto de estudio que fuera públicamente observable y por un método objetivo que pudiera cuantificarlo. Surgió así el conductismo de Watson, que en oposición al estructuralismo, pero también al funcionalismo, destierra definitivamente el método introspectivo por no haber sido capaz de arrojar resultados fiables y por no ser un método aplicable a la investigación con animales.

En su caída, el método introspectivo arrastra también el que había sido su objeto de estudio: la consciencia. Para Watson el estudio de la consciencia era insostenible porque no podía ser observada directamente y, también, porque no había evidencia de su existencia en los animales.

El conductismo sostiene que el objeto de la psicología es la descripción, predicción y control de la conducta. La búsqueda de las leyes y principios de la predicción y control del comportamiento observable, se definen por las relaciones entre estimulación ambiental y respuestas del organismo.

El pensamiento se considera un epifenómeno o lenguaje subvocal que puede ser explicado como un hábito laríngeo, es decir, como una conducta aprendida por la intervención de mecanismos asociativos.

El método objetivo propugnado por el conductismo se sustentó sobre dos paradigmas experimentales: el condicionamiento clásico (fruto de las investigaciones de Pavlov) y el condicionamiento operante (desarrollado a partir de los estudios de Thorndike). Ambos explicaban el aprendizaje de todas las conductas mediante la asociación E-E o por la asociación entre E-R, respectivamente. Así, el aprendizaje de las influencias ambientales se presentaba como una asociación entre determinantes externos, mientras que el aprendizaje por ensayo y error se explicaba mediante el fortalecimiento de las respuestas adaptativas y el debilitamiento de las inadecuadas.

CONDUCTISTAS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

Después de que Watson estableciera las bases de la nueva Psicología que dominaría el panorama de la disciplina en los siguientes 40 años (y aún todavía para algunas escuelas y universidades, presenciales y a distancia), otros psicólogos, también conductistas, trataron de desarrollar nuevos principios teóricos y metodológicos. Los conductistas teóricos y metodológicos buscan nuevas variables que sean capaces de explicar mejor los procesos de aprendizaje.

Especialmente significativa fue la aportación de Tolman que introduce entre el Estímulo y la Respuesta, variables mediadoras (no observables) que intervienen en el desencadenamiento de la respuesta. Centrándose en el Estímulo, pero ampliando su complejidad (es el primero en hablar de ambiente estimular), este autor quiere descubrir todo aquello que forma parte de la relación entre los estímulos. La investigación le lleva a determinar relaciones de pertenencia entre estímulos próximos que pueden asociarse más fácilmente.

Además Tolman rechaza el periferalismo de Watson. Entre el ambiente y la conducta existen procesos mediacionales centrales, que son definidos por el autor como constructos hipotéticos (no necesariamente con una existencia real). Conceptos mentalistas como las expectativas o los mapas cognitivos, explican la conducta del individuo porque actúan afectando a sus respuestas. La experiencia pasada influye en la respuesta actual porque crea una expectativa. Lo que se aprende es un mapa mental que muestra todos los aspectos del entorno

Desde otra perspectiva (el positivismo lógico), Hull defiende la existencia de variables intervinientes inobservables, pero siempre que estas puedan definirse operacionalmente, es decir, estén sometidas a las mismas restricciones de las variables observables.

Hull desarrolla una explicación detallada y sistemática del aprendizaje que ha sido tachada de excesivamente matemática y axiomática (multitud de principios y leyes formalizadas). Se aprenden las respuestas desencadenadas en grados diferentes por los distintos estímulos, que están jerarquizados en función de su particular fuerza de asociación. Todas las asociaciones de las variables (observables o no) pueden formalizarse como asociaciones E-R, de modo que los postulados deben permitir hacer predicciones conductuales formalizadas como ecuaciones donde se cuantifiquen también las variables intervinientes

Entre ambos autores neoconductistas se desarrolló una controversia continuada ya que Tolman defendía posturas centralistas (la mediación era un proceso mental) mientras para Hull las asociaciones eran periféricas (entre E-R, observables o no). También les separaba a ambos sus respectivas visiones sobre el proceso de aprendizaje: Tolman defendía su organización entorno a los mapas mentales y no a una jerarquía de asociaciones clasificadas por su distinta fuerza, como postulaba Hull.

Mientras que el mediacionismo se enzarza en esta polémica, Skinner rechaza la intervención de cualquier tipo de entidad mental real o hipotética y postula su conductismo radical que supone una reformulación del conductismo clásico basado en el análisis experimental de la conducta.

La conducta se entiende como producto de la historia de reforzamientos de un individuo a lo largo de su vida. No hay intencionalidad ni voluntad en la misma. Por tanto, el objeto de la psicología debe ser el de describir las relaciones funcionales entre las variables ambientales (variables independientes de la experimentación) y sus efectos conductuales (variables dependientes), ambas observables.

La Psicología de Skinner destierra el estudio de los procesos mentales tachándolos de innecesarios y de pertenecer a un estadío de investigación previo a la ciencia. La psicología debe convertirse, pues, en una ciencia de la conducta.

Aunque el conductismo radical tuvo mucha influencia en la psicología experimental, algunos conductistas seguidores de Hull (Miller, Kendler y Kendler), optaron por abordar el estudio de los procesos mentales, aunque sin abandonar el empleo de métodos objetivos. Miller, por ejemplo, introduce el estudio del pensamiento bajo el supuesto de que existen conexiones estímulo respuesta en el nivel central que están sujetas a las mismas leyes de las conexiones manifiestas. Kendler y Kendler estudiaron el aprendizaje discriminativo lolegando a la conclusión de que las conexiones “directas” entre estímulos y respuestas eran típicas de los organismos más simples, mientras que las “mediadas” eran propias de los organismos más avanzados (existe en el hombre una respuesta intermedia que categoriza un grupo de estímulos de una misma dimensión).

A medida que avanzaban estoa estudios (años 50-60), fue decreciendo el interés por el conductismo teórico, aunque se siguieran sus postulados metodológicos. El neoconductismo permitió que se preparara el camino para el desarrollo de una futura psicología cognitiva mentalista pero objetiva.

LA PSICOLOGÍA DE LA GESTALT

(La psicología de la Gestalt como proyecto descriptivo de la psicología del pensamiento)

Paralelamente al nacimiento del conductismo, en Alemania surge una corriente que trata de explicar fenómenos que no pueden ser reducidos al estructuralismo, ni al asociacionismo. En contra del conductismo, la nueva escuela de la Gestalt no niega que la consciencia deba ser estudiada por la psicología, sino que se opone al análisis de los elementos constituyentes de la experiencia consciente, a la descomposición de la consciencia en elementos simples, para defender el estudio del todo.

Al igual que Wundt, la Psicología de la Gestalt se interesa por algunos fenómenos que son captados globalmente pero, a diferencia de él, destierra el concepto de apercepción y se oponen a la síntesis aperceptiva que parte del estudio de los constituyentes. La totalidad es diferente a los elementos que la componen, la experiencia debe describirse, pues, tal y como aparece, ya que el todo tiene sus propias leyes (orientación fenomenológica).

El objeto de la psicología debe ser, según esta escuela, la descripción de la experiencia consciente como un todo y en su estudio podrán aplicarse todos los métodos (la introspección descriptiva, la asociación libre, etc,) siempre y cuando no se destruya la totalidad del fenómeno.

Los principales tópicos de estudio de la Gestalt fueron la percepción y la solución de problemas. En este último campo, algunos autores (Wertheimer entre otros), realizaron aportaciones importantes distinguiendo entre pensamiento reproductivo (mecánico) y pensamiento productivo, para el que se requiere el insight o reunión de todos los elementos para formar una nueva estructura global. La experiencia se entiende como un campo psicológico en el que las partes interactúan y la solución de los problemas sobreviene cuando el campo se reordena mediante el insight. (Köhler), El insight se define como un cierre del campo psicológico en el que todos los elementos se reúnen para formar una reestructuración global con un nuevo sentido.

La Gestalt criticó los experimentos de Thorndike porque los sujetos experimentales no eran conscientes de todos los elementos intervienientes en la situación, es decir tenían una visión sesgada del campo, lo cual impedía la solución. Para resolver un problema debe conocerse su estructura ya que en los propios datos está la solución. Son las propiedades intrínsecas de los datos (y no una mente activa que busca), las que actúan sobre el organismo produciendo la experiencia de insight. Según el Principio del Isomorfismo: entre la experiencia y los procesos fisiológicos subyacentes, existe la misma relación que entre un mapa y el territorio que representa (se trata de realidades distintas, aunque el uno sirve como guía del otro). El cerebro es un complejo campo eléctrico en el cual existe un isomorfismo funcional con el campo conductual.

Duncker, el psicólogo de esta corriente que más estudió la solución de problemas, utilizando protocolos verbales a fin de desglosar el proceso de comprensión de los sujetos, define el proceso de solución de problemas como la búsqueda de medios para resolver el conflicto entre una situación actual y una situación meta.

El desarrollo de las posturas de la Gestalt se vio truncado por la Segunda Guerra Mundial y cuando sus componentes emigraron a Estados Unidos no encontraron receptividad para sus ideas en un panorama dominado por el conductismo. No obstante, su influencia posterior sobre el cognitivismo es indudable y aún hoy se sigue desarrollando parte de su programa de investigación.

EL COGNITIVISMO

Características del Sistema de Procesamiento

(El pensamiento como procesamiento de la información)

El desarrollo de la máquina de Turing, la Teoría de la Información de Shannon y la Cibernética de Wiener, componen el marco de nacimiento de la Psicología Cognitiva. La vuelta al estudio de la mente, ahora desde una perspectiva objetiva, parte de la concepción de los procesos mentales como análogos a los realizados por los sistemas de procesamiento de la información La analogía computacional presupone que el organismo humano (la mente) actúa como un procesador activo de información que tiene control sobre el comportamiento.

La psicología cognitiva hereda el método de estudio del conductismo, sin embargo ahora la experimentación no se limita al efecto del ambiente sobre la conducta. Los estímulos son tratados como meras unidades de información que entran en el sistema.

A diferencia del mentalismo tradicional, el cognitivismo no se limita a estudiar la experiencia consciente, ya que muchos de los procesos mentales por los que se interesa no son conscientes y, por esto mismo descarta el método de la introspección, además de por su falta de objetividad y de posibilidad de control experimental.

El objeto de estudio de esta nueva psicología son los procesos mentales y, más concretamente, los procesos de inferencia en tareas de razonamiento deductivo e inductivo y los procesos de toma de decisiones y de solución de problemas, entendidos como productos de procesos computacionales.

Los desarrollos entrelazados de la teoría de la información y la cibernética, hicieron posible el concebir la información independientemente de su significado y de su mecanismo de transmisión (la información se descomponía en unidades binarias o bit de acción-condición si/no).

Ello, abrió los caminos para el estudio riguroso de los procesos mentales. Los planes y las metas podían ahora especificarse en función de acciones simples (si se cuenta con determinada precondición, el programa dice Sí y avanza, de lo contrario, se bloquea el proceso). Esta formalización permite estudiar la cognición y la intencionalidad mediante sistemas mecánicos, sin tener que recurrir a la imagen del “homúnculo” interno que controla la máquina. El pensamiento puede automatizarse y los estados y procesos pueden describirse.

Lashley, a partir de la equivalencia entre los bit del ordenador y las neuronas cerebrales advirtió que el sistema nervioso no podía concebirse como un procesador serial. Las informaciones y las acciones habían de procesarse en paralelo, mediante una actividad continua e interactiva. Millar et al, en su libro “Planes y estructura del comportamiento”, explica el comportamiento en función de acciones, y los reajustes de las acciones y los bucles de retroalimentación, en función de la retroalimentación. El modelo computacinal era el soporte para la mudanza de al Psicología desde los términos y conceptos conductistas a los nuevos cognitivos.

Mientras algunos (Broadbent y Neisser) utilizan la analogía del ordenador para explicar los nuevos conceptos (nuevo mentalismo, al fin y al cabo), otros como Newel, Shaw y Simon, construyen autenticos modelos computacionales que simulan la actividad humana; el famoso “Solucionador general de problemas” no es sino el intento de imitar los aspectos cuantitativos y cualitativos del comportamiento humano empleado en la solución de problemas.

Este modelo de pretendía identificar los algoritmos necesarios (conjunto de operaciones a seguir) para llegar a la solución de un problema determinado. Sin embargo los seres humanos, en este tipo de actividad como en otros campos del pensamiento, actúan mediante procesos heurísticos que, si bien no garantizan la solución correcta, permiten explorar las alternativas mejores con menor coste de procesamiento. Los modernos modelos tienen en cuenta estos heurísticos, que son lo suficientemente generales y operan sobre conocimientos tan vagos, que pueden aplicarse a una gran gama de situaciones.

Otro aspecto recogido por los sistemas de procesamiento que simulan la actividad humana es el aprendizaje. El sistema ha de ser capaz de auto-organizarse y, por tanto, ha de tener mecanismos para modificar los procesos heurísticos que incluye y para asimilar nuevos conocimientos o transformar los que ya tiene. No basta con la modificación de acciones por retroalimentación de la información, el sistema también ha de incluir mecanismos que aseguren la adquisición de nuevos procedimientos para adaptarse a las situaciones nuevas.

Los conocimientos almacenados son un componente necesario para que el sistema funciones. Los procesos operan sobre una base de datos que están organizados significativamente, como demostraron Chase y Simon en su estudio sobre el comportamiento de expertos y novatos jugadores de ajedrez (los expertos memorizan antes una configuración de las piezas si esta es significativa).

Por último, el sistema de procesamiento de la información necesita de un procedimiento para la generación de inferencias a partir de los conocimientos almacenados. Las situaciones desconocidas deben afrontarse relacionando la información nueva con la ya almacenada, pero para ello se deben seleccionar unos conocimientos anteriores específicos y, a partir de ellos, realizar las inferencias relevantes. Es importante, pues, para el sistema el no perderse en las miles de inferencias posibles, es decir, el sistema debe controlar las inferencias pertinentes para las distintas situaciones.

LA PSICOLOGÍA DEL PENSAMIENTO

(Conclusiones –sin resumen-)

Propiamente dicha, la Psicología del Pensamiento se desarrolla ya en el marco de la psicología cognitiva (de la que ya hemos visto en el apartado anterior sus características).

Tradicionalmente se han distinguido tres campos de estudio de la Psicología del pensamiento. El razonamiento se ha identificado con aquellos estudios que presentan tareas bien definidas, con una estructura clara y dentro de un sistema lógico formal. En cambio, cuando las tareas no han estado tan rígidamente definidas, son más complejas y se acercan más a la experiencia cotidiana, el campo de estudio se ha dado en llamar proceso de toma de decisiones y de solución de problemas.

Dentro del razonamiento se han diferenciado, a su vez, tres tipos:

  1. Las inferencias que se producen necesariamente a partir de una información previa son inferencias deductivas. En este tipo de razonamiento se llega a la conclusión a partir de la información que ya está en las premisas (de lo general a lo particular), y esta es verdadera si la información de las premisas es verdadera.

  2. El razonamiento inductivo mediante el que se realizan inferencias que van más allá de la información recogida en las premisas (de lo particular a lo general) y estas son sólo probables, no necesarias.

  3. El razonamiento analógico mediante el cual la información se infiere a partir de un conocimiento previo que se aplica a un nuevo campo (de un caso a otro).

Si entendemos la Psicología del Pensamiento como el estudio del proceso de realización de inferencias es obvio que campos afines de la psicología como el aprendizaje, la memoria, la comprensión y el lenguaje deben formar parte de la explicación. Sin embargo y siguiendo la tendencia a la especialización de las distintas disciplinas psicológicas, cuando se habla de Psicología del Pensamiento se suele hacer referencia a las tareas de razonamiento deductivo e inductivo y, en todo caso, al marco de la toma de decisiones y de solución de problemas.

La característica principal de esta actividad es la propositividad, entendida como la acción deliberada (que tiene un propósito) destinada a alcanzar una meta. El pensamiento, se define así como una acción propositiva e intencional, la de conseguir llegar a una conclusión.

A lo largo del temario nos encontraremos con tres grandes tradiciones teóricas que mantienen posiciones diferentes sobre los tópicos más importantes de la Psicología del Pensamiento: los modelos lógicos de reglas (Modelos Normativos y Simbólicos), los contextuales (Esquemas de Razonamiento Pragmático, etc.) y los semánticos (Heurísticos, Teoría de los Modelos Mentales).

Todos defienden distintas posturas sobre el procesamiento de la información (secuencial / en paralelo), el tipo de representaciones (analógicas /simbólicas) y el tipo de reglas con las que opera el sistema (no contextuales/sensibles al contexto).

Entre los modelos lógicos, los modelos de Rips, por ejemplo y O`Brien, defienden el empleo de reglas lógicas naturales, abstractas y no contextualizadas; los modelos pragmáticos o contextuales, como los Esquemas de Razonamiento pragmático de Holyoak, defienden el empleo de reglas sensibles al contexto y a las metas del razonamiento; y los modelos semánticos, como la Teoría de los Modelos Mentales de Johnson-Laird, utilizan representaciones mentales de significado.

PREGUNTAS DE EXAMEN

Señala cuál es el objeto de estudio de la Psicología como Procesamiento de la Información

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