Técnicas de Medida de la Psicología de la Motivación

INTRODUCCIÓN

La motivación es un proceso psicológico básico central en la psicología científica. Ello ha quedado co nstatado en la exposición realizada en los capítulos anteriores, en los que se ha puesto de manifiesto su relevancia en la explicación de las causas del comportamiento. Sin embargo, no siempre ha recibido la importancia que requiere, quizá debido principalmente a la dificultad metodológica que entraña investigar y, sobre todo, medir objetivamente dicho proceso. Por ejemplo, investigar có mo pu ede conseguir un profesor motivar a sus alumnos para que rindan al nivel del que son ca paces y no abandonen sus estudios, ¿cómo medir la motivación de un adol escente para practicar un deporte, como por ejemplo, patinaje artístico?, o ¿cómo eva luar si lo que motiva a un jugador de élite a seguir en la cima es el deseo de recibir una recompensa al ser distin guido por la sociedad, o es solo por una búsqueda personal y deseo de superación?

Desde el ámbito específico de la psicología básica, el estudio científico de la motivación ha conlleva do desde sus inicios la necesidad de medición. Disponer de métodos y técnicas válidas y fi ables ha sido siempre una preocupación inherente a los estudios realizados en dicho campo. Así, no solo se han bu scado instrumentos de eva luación que realmente midan lo que pretenden medir, sino también que arrojen siemprelos mismos resultados con independencia de la persona o personas que los apliquen (Huertas, Montero y Alonso Tapia, 2006).

Por ello, teniendo presente lo expuesto, abordaremos en el presente capítulo las diferentes técnicas que se han utilizado en el estudio de la motivación para su medida e investigación.

TÉCNICAS DE MEDIDA DE LA MOTIVACIÓN

Históricamente, como ya se ha puesto de manifiesto en capítulos anteriores, las limitaciones impuestas a la psicología desde el paradigma cogni tivista propi ciaron que durante mucho tiempo el tema de la motivación no recibiera el tratamiento necesario dentro de la investigación psicológica. Si bien los investigadores de ori entación conductista mostraron un escaso interés hacia todo lo que implicase o se relacionara con los constru ctos mentales, entre ellos los de índole motivacional, lo cierto es que desde el campo de los condicionamientos, el paradigma hulliano del impulso propició caminos útiles en el estudio de la motivación. Por otra parte, el auge de la psicología de la personalidad y el estudio de las diferencias individuales, junto con las aportaciones realizadas desde el contexto social ca racterizadas, sin embargo, por su concepción cognitiva, conllevaron progresivamente la existencia de un gran interés por el conocimiento, explicación y medición de los motivos humanos y del proceso motivacional. El desarro llo de las posibilidades de registro y estudio de las respuestas fi siológicas posibilitó igualmente fundamentar desde diversos ámbitos científicos, como el de la psicología bás ica, los estudios sobre este proceso.

Esta aparente dispersión de caminos que ha conducido a las distintas líneas del estudio actu al de la motivación, responde en realidad a los diferentes niveles de complejidad conductu al en que la motivación puede ser analizada. Como se ha indicado en un capítulo anterior, la motivación puede abarcar distintos nive les de análisis que pueden ser agrupados en cuatro categorías: fi siológico, individual, social e incluso fil osófico. Y esto se ha plasmado no solo en la gran diversidad de posturas teóricas que se han adoptado acerca del proceso motivacional, sino también en que cada nivel haya hecho uso de metodologías o técnicas de investigación distintas, fundamentalmente porque sus requerimientos son diferentes. Si bien lo primero ha conllevado dificultades en la definición del concepto de motivación en las distintas posiciones teóricas y por los diferentes autores, como ya se ha expuesto en otros capítulos, en relación con lo último señalado puede afirmarse que, en general, las diversas técnicas de medida invstigación de la motivación son aglutinadas de modo sintético en tres grandes grupos o bloques: técnicas basadas en la medición de la conducta instrumental, manifiesta u observable; técnicas basadas en la medición de respuestas fisiológicas; y técnicas basadas en la medición de estados subjetivos y sentimientos (Grzib, 2002), también denomin adas medidas de autoinforme (Mateas, 2008; Montero y Huertas, 2003). Esta es la clas ificación que nosotros va mos a exponer.

Técnicas basadas en la medición de la conducta instrumental, manifiesta u observable

Desde el ámbito de la psicología básica, uno de los grandes bloques en que pueden agruparse las técnicas de medición de la motivación es el constituido por todas aquellas técnicas que mi den la conducta instrumental, manifiesta u observable. Tod as ellas, desarrolladas en gran parte en el campo de la psicología del aprendizaje, asumen de base que la conducta es realizada de manera espontánea por el sujeto.

El presupuesto básico del empleo de estas técnicas en el estudio de la motivación es, generalizando mucho, que dicho proceso de algún modo se pu ede inferir a partir de la conducta públi camente observable emitida espontáneamente por un sujeto. En este sentido puede afirmarse que la motivación es considerada aquí como fuerza motriz, activadora del comportamiento. Por ejemplo, si nu estro amigo se apunta voluntariamente a un gimnasio para ir en sus horas libres, puede inferirse de su conducta que el estado psicológico subyacente a la misma es su motivación para ello; igualmente, si nuestra hermana en vez de ir a caminar opta por acudir frecuentemente al teatro, podemos inferir de su conducta lo altamente motivada que está por ese espectáculo.

Los parámetros de medida de la conducta motivada desde este ámbito son diversos, no obstante son de destacar por su importancia y uso los siguientes: la tasa de respuesta, el número de aciertos y errores, las acciones de libre elección y el tiempo de reacción.

  • Tasa de respuesta

La tasa de respuesta es la medida de conducta más usual en estu dios con animales, aunque ta mbién se emplea en investigación con humanos. H ace referencia al número de veces que una respuesta se emite durante un periodo concreto de tiempo, por lo que tiene que ver con la frecuencia de emi sión de d icha respuesta.

En la investigación de la motivación humana se suele computar la cantidad de veces que un sujeto lleva a cabo una misma conducta, pues se in fiere, siempre que se mantengan iguales las condiciones, que la motivación es mayor cuantas más veces se ejecute dicha conducta. Por ejemplo, si nuestro hermano, voluntariamente, va a jugar al pádel todas las tardes, podemos inferir que su motivación para llevar a cabo la conducta de jugar al pádel es muy alta.

  • Número de aciertos y errores

Otra medida muy utilizada tanto en investigación humana como animales el número de aciertos y errores. Esta es una medida de exactitud, y se refiere al grado de eficiencia en la realización de una tarea o conducta. Si bien por lo general se habla de número de aciertos y errores, ta mbién se suele utilizar la denomin ación más ampli a de medidas de eficacia o de grado de exactitud. Ello permi te, por ejemplo, incluir además como medidas la proporción de aciertos y fa lsas alarmas, la contab ilización de la cantidad de errores frente a la cantidad de soluciones de un prob lema complejo, o la cantidad de intentos de solución dados a una tarea.

En el ámbito de la psicología de la motivación se infiere, dejando aparte ca racterísticas relativas al propio sujeto (como la fatiga) y de la propia tarea (como por ejemplo, su dificultad), que si un sujeto presenta un alto grado de exactitud o eficacia en la realización de una tarea o conducta, ex iste un a alta motivación. Por ejemplo, en un partido de balonmano podremos inferir, de manera simplificada, que los jugadores de nu estro equipo tienen una alta motivación si, en ese partido, su juego se traduce en lograr muchos aciertos (go les a favor) y pocos errores (goles en contra).

  • Acciones de libre elección

Otros importantes indicadores de la conducta que nos informan de algún modo sobrela motivación son, también, los que provienen de situ aciones de libre elección. Básicamente una situ ación de libre elección es aquella en la que existen varias posibilidades de respuesta y libremente se opta por una.

En la investigación de la motivación se as ume que las situaciones de libre elección informan de la motivación de las personas al considerarse que, si entre diferentes posibilidades opcionales un sujeto eli ge un a, ello será porque quiere, con lo que al elegir esa opción concreta dicho sujeto está dejando entrever de alguna manera sus intereses y sus motivos. Contin uando con el ejemplo utilizado en la primera medida, si nu estro hermano, entre varias posibilidades para pasar la tarde como pasear, ir al cine o ir a jugar al pádel, opta por esta última, ello nos informa de algún modo de sus preferencias (jugar al pádel) y de la ex istencia de una motivación para ello.

  • Tiempo de Reacción

El tiempo de reacción (TR) es un a medida temporal de amp li o uso en investigación básica, donde ha sido un a variable dependiente de uso co mún. El hecho de que las medidas de tiempo se hayan tomado por lo general como indicadores de la intensidad de la conducta, tanto en investigación humana como an imal, ha conllevado su consideración más bien como medidas de tiempo de ejecución. Con frecuencia, este tiempo (tiempo de ejecución) se ha interpretado como el tiempo que tarda el sujeto en contestar a un estímu lo o en solucionar un problema. Genéricamente, el TR hace referencia al tiempo que transcurre desde que a un sujeto se le presenta un estímulo hasta que dicho sujeto inicia su respuesta. Por ejemp lo, si en un experi mento de comparación simultánea en el que el sujeto ha de juzgar si dos imágenes son igua les o diferentes, el TR es el tiempo que tra nscurre desde que aparecen dichas imágenes hasta que el sujeto indica si son o no igua les (pres ionando los cu rsores derecho o izquierdo). A pesar de que la medida de TR se ve afectada por va riables como la intensidad, la duración y la modalidad del estímulo, es de destacar que también permite analizar aspectos de memoria (mecanismos, procesos, y representacion es) de difícil acceso con medidas de exactitud.

En la investigación de la motivación se ha interpretado, de manera simplificada, que la obtención de TR pequeños en la realización de una tarea (s iempre que se contro len las demás condiciones) es un in dicador de una alta motivación, pues se infiere que cuanto más motivado esté un sujeto en la realización de una tarea llevará esta a término más rápidamente. Sigu iendo el anterior ejemp lo del balonmano, podría inferirse que un jugador concreto se encuentra muy motivado en ese partido si en una jugada de contrago lpe al recibir la pelota corre rápidamente hacia la portería contraria para meter gol.

Junto con el TR, otras medidas conductuales asociadas al tiempo de ejecución que ta mbién se han considerado útiles en el estud io del proceso motivacion al, sobre todo en el ámbito de la actividad fís ica y el deporte, son la persistencia y el esfuerzo mostrado n lar alización de la tarea. La persistencia en la tarea s int rpr ta de dos maneras: como tiempo dedicado o tiempo invert ido en su realización, o bien como la cantidad de veces que se insiste en su ejecución. Su empleo se apoya en la idea de que la persistencia en una tarea (tiempo que se invierte o cantidad de veces que se insiste en ejecutarl a), nos indica lo motivado que está un sujeto para lograr lo que quiere o desea. Siguiendo con el ejemplo del balonmano, si control amos el tiempo que un ju gador concreto dedica a entrenarse en dicho deporte, a ensayar y repetir jugadas para conseguir ser un jugador de élite en su puesto, podremos inferir su nivel de motivación (en este caso, de logro). La otra medida señalada, el esfuerzo mostrado en la realización de una ta rea, está estrechamente relacionado con ello. Como señalan Montero y Huertas (2003), el esfuerzo puesto en un a actividad, sob re todo si esta se ha elegido de manera voluntaria, nos informa de la motivación de los sujetos, pues de algún modo dicho esfuerzo está implicando un cierto grado de activación y la utilización de recu rsos. Así, los sujetos muy motivados dedicarán un mayor esfuerzo, con lo que utiliza rán, por ejemplo, más recursos y planificarán mejor su actividad. En el ejemp lo del balonmano que venimos utilizando en este apartado, el jugador mencionado anteriormenteno solo invertirá tiempo en sus ses io nes de entrenamiento, sino que también se esforza rá en él y utilizará además otros recu rsos, como por ejemplo el visionado y análi sis de grabaciones de partidos.

Valoración de las técnicas en cuanto a su utilización en la investigación motivacional básica

En general, las medidas basadas en la medición de la conducta instrumental, manifiesta u observab le han sido utilizadas con frecuencia en la investigación motivacional básica, quizá porque representan la rigurosidad metodológica inherente a dicho ámbito. No obstante, cada una de las medidas indicadas, tasa de respuestas, número de aciertos y errores, acciones de libre elección y TR, presenta diversas limitaciones en su utilización. Entre ellas se encuentran las dos siguientes:

  • en estos estudios los datos obte nidos de TR presentan una gran variabilidad, lo cual puede deberse a diversas variables situacionales o del sujeto, como por ejemplo las diferencias indivi duales, que nada tienen que ver con la motivación;
  • es difícil en ocasiones definir con exactitud lo que son aciertos y lo que son errores en la realización de un a tarea; además, en la investigación de la motivación suele ser frecuente utilizar como variable dependiente un juicio o preferencia, lo cual significa que no hay una respuesta exacta.

Estas limitaciones, no obstante, se intentan solventar de diversas maneras, como por ejemp lo con un as instru cciones claras al sujeto sob re su ta rea, introduciendo ensayos de práctica con la finalidad de que ex ista una fa mil iarización con dicha ta rea, o bien con la utilización de diseños en los que cada sujeto sea su propio control para solventar el problema de las diferencias individuales.

Técnicas basadas en la medición de respuestas fisiológicas

Como hemos indicado anteriormente, ha sido en el desarrollo de las posibilidades de registro y estudio de las respuestas fisiológicas donde se ha funda mentado uno de los campos más importantes para analizar el proceso motivacional. A ello ha contribuido indudablemente el que los avances teóricos y tecnológicos hayan sido numerosos e importantes en los últimos tiempos.

Todas las técnicas inclu idas en este segundo gran grupo son usadas, por lo general, en el laboratorio y se ca racterizan por responder, o bien a los planteamientos de la psicología fisiológica, o b ien a los planteamientos de la psicofisiología, disciplinas ambas de la psicobiología que, en el estudio de la motivación, se interesan por el conocimiento de sus bases biológicas pero con objetivos e intereses de investigación distintos.

Básicamente, la ps ico logía fisiológi ca, mediante la intervención sobre el sistema nervioso (SN), intenta exp licar los camb ios en el organismo durante el desarrollo de una conducta. Desde la perspectiva motivacional, esta disciplina, manipulando el SN, intenta averiguar cómo los cambios en la motivación se traducen en el funcionamiento de determinados mecanismos endocrin os y neuronales; su interés se centra en conocer qué estructuras o qué sistemas median la conducta motivada. Para ello se sirve en general de diversas técnicas neuroanatómicas y químicas como las técnicas de estimulación cerebral, de lesiones cerebrales, autorradiográficas, de loca lización y seguimiento de vías, y las técnicas histoquímicas (Carlson, 2002; Petri, 1996). La utilización de todas ellas implica la manipulación directa de va riab les fisiológicas que actuarían como variable independi ente (VI), mientras que la conducta actuaría como variable dependiente (VD), dado que se estudiarían los efectos que sobre ella tiene la manipulación fisiológica realizada. Su característica común es su utilización preferente en investigación con animales y, en gran medida, dichas investigaciones se han centrado en el estudio de los mecanismos fisiológicos implicados en la regulación de dos importantes sistemas motivacionales innatos: el hambre y la sed, expuestos en el capítulo 4. Un ejemplo de la ap licación de estas técnicas sería, por tanto, la realización de una investigación sobre el estudio de las bases neurofisiológicas de la conducta de comer en la que se produjera una lesión en un área del cerebro (el hipotálamo ventromedial, por ejemplo) para así determinar su papel en la motivación (por ejemp lo, que se produce más hambre, como hemos visto anteriormente en dicho capítulo).

La psicofisiología, por su parte, sin intervención sobre el SN, se preocupa por conocer qué cambios fisiológicos se producen ante determinadas situaciones estimulares. En el estudio de la motivación, la psicofisiología se interesa por cómo determinadas reacciones fisiológicas posibilitan o preparan al cuerpo para la acción, siendo el concepto de activación (la activación precede y facilita la acción) determinante en sus planteamientos. La investigación psicofisiológica de la motivación se caracteriza aquí por emplear medidas indirectas que consisten básicamente en el registro de la actividad nerviosa. A diferencia de las técnicas anteriores, las técnicas psicofisiológicas inclu yen toda una serie de instrumentación y procedimientos que implican provocar alguna conducta o proceso psicológi co para después ver las reacciones fisiológicas que resultan. De este modo se pone de manifiesto que lo que se pretende en estos experimentos está relacionado con la medida de las respuestas psicofisiológicas co mo variables dependientes de los procesos psicológicos que actúan como variables independientes (Fernández-Abascal y Roa, 1993). Dado su carácter no cruento, una característ ica común de todas ellas es que permiten la investigación de los correlatos psicofisiológicos del proceso motivacional con sujetos humanos normales, razón por la que nos detendremos algo más en su exposición.

Técnicas psicofisiológicas de medida de la motivación: Actividad electrodermal y medidas cardiovasculares

Puesto que como ya se ha expuesto las técnicas psicofisiológicas consisten básicamente en el registro de la actividad nervi osa, la clasificación de las diferentes respuestas psicofisiológicas suele real izarse atendiendo a las divisiones y subdivi siones del SN, en concreto, el sistema nervioso central (SNC), el sistema nervioso autónomo (S NA) y el sistema nervioso somático (SNS). Nosotros nos centraremos únicamente en la exposición de dos de las medidas de la actividad del SNA: la actividad electrodermal y las medidas card iovasculares. Las causas de ello son, por un lado, que la mayor parte de la investigación psicofisiológica de la motivación se ha centrado en el estudio de la actividad del SNA; por otro lado, que dentro de dicho estud io las medidas seña ladas han sido de las más utilizadas n nustro campo. Posiblemente el estudio sobre todo de la actividad del SNA se deba a dos razones. Primera, porque es la rama simpática del SNA la que prepara al organismo para la acción; segunda, porque el concepto de activación, que ya indica mos que había influido de manera decisiva en la mayor parte de estas investigaciones, implica de algún modo la noción de preparación para la acción.

  • Actividad electrodermal

La actividad electrodermal ha sido utilizada con frecuencia en psicología de la motivación y constituye una de las medidas psicofi siológicas más antiguas. Clásicamente era conocida con el nombre genérico de respuesta psicogalvánica de la piel. Actu almente dicho nombre no se utiliza, existiendo diferentes denominaciones para describir esta actividad en función de la técnica concreta que se use para efectuar dicha medición. También es una de las medidas más utilizada en investigación psicofisiológica, probablemente porque es una de las más económicas y de más fácil manejo.

La actividad electrodermal, o actividad eléctrica de la piel, refleja básicamente el funcionamiento de la actividad presecretora de las glándulas sudoríparas ecri nas ante un estímulo o situación estimular. Dichas glándulas son excitadas debido a la actuación ele diferentes estímulos psicológicos, y su medida se realiza mediante dos técnicas generales: una basada en registros exosomáticos, y otra basada en registros endosomáticos.

La medición de forma exosomática se realiza haciendo pasar a través de la piel una corriente eléctrica y midiendo al paso de dicha corriente o bien la resistencia de la piel, cuando se mantiene constante la intensidad de la corriente apli ca da, o bien la conductancia de la piel, cuando lo que se mantiene constante es el voltaje de la corriente. Para ello el investigador co loca dos electrodos (conectados a un po lígrafo multica nal para captar la respuesta fisiológica del sujeto en ese momento) en dos zo nas eléctricamente activas (con frecuencia en las fa langes medias de los dedos índi ce y anular de la mano no dominante), y apli ca a la piel una corriente débil a través de uno de dichos electrodos, registrando seguidamente o bien la res istencia o bien la conductancia de la piel. Así, en la medición exosomática se mide la actividad electrodermal o bien como una disminución de la resistencia ele la piel, o bien como un aumento de la conductancia de la piel.

De las dos medidas presentadas, res istencia y conductancia de la piel, es la úl tima la que tiene un uso más frecuente. Como señala Mateos (2008), ex isten varias razones para ello:

  • que es mucho más fácil de interpretar,
  • que sus resultados se ajustan mejor a una d istri bución normal,
  • finalmente, que su medida impli cauna relación más estrecha con los fenómenos bioeléctricos de las glándulas sudoríparas.

La medición de forma endosomática implica valores mucho más difícil es de interpretar que los obtenidos con la medición presentada anteriormente, con lo que tiene en comparación con ella un uso más restringido. También se diferencia en que se realiza sin que se aplique ninguna corriente exterior sobrela piel; no hay ninguna inducción extern a. Aquí lo que se evalúa es la actividad electrodérmi ca como un cambio en el potencial de la piel; esto es, lo que se mide es la di ferencia de potencial endógeno entre un electrodo activo co locado en la palma de la mano y otro de referencia que se sitúa en una parte neutra del cuerpo, que puede ser por ejemplo el anteb razo. Con ello se obtiene el potencial de la piel, el cual pone de manifiesto las variaciones eléctricas naturales ex istentes entre dos puntos de la superficie ep idérmi ca. En general, y como ya hemos indica do, la actividad electrodermal ha sido utilizada con frecuencia en psicología de la motivación. Un ejemplo de aplicación de estas técnicas sería el dado por una situación experimental de laboratorio en la que se tomara una medida de la conductancia de la piel, por ejemplo, a un estudiante mientras observa unas imágenes que pu eden resultar motivantes para él.

  • Medidas cardiovasculares

Para mantener la continuidad metabólica ce lular es necesario llevar alimento y oxígeno a todas las cé lulas, función de la que es responsable el sistema circulatorio. Dicho sistema está constituido por un órga no impulsor, el corazón, del que sa len arterias y al que llegan venas, y una redde vasos más finos llamados ca pil ares, responsables todos ellos de mover rítmi camente la sangre, lo quegarantiza la continu a nutrición de las cé lulas. El co razón es el órga no central del sistema cardi ovascular. La actividad cardi ovascular, al igual que la actividad electrodermal expuesta anteriormente, responde al control del SNA, y su medición constituye también una medición indirecta y no invasiva del mismo. Medidas cardiovasculares son, fundamentalmente, la frecuencia o tasa cardiaca, el flujo o volumen sanguíneo, y la presión arte rial o sanguínea.

  • La frecuencia o tasa cardiaca es un a medida de la actividad cardiaca y se refiere al ritmo con que late el corazón. Se cuantifica como el nú mero de contraccio nes del corazón por minuto (pulsaciones). Por lo general, se registra a través del electrocardiograma (ECG), aunque ta mbién es pos ible hacerl o mediante la contabilización del pulsosanguíneo. El ECG permi te detectar la actividad eléctrica del co razón (mediante electrodos co locados en la superficie del pecho) y, en la investigación motivacional, dicha detección se efectú a cuando el sujeto lleva a cabo un a ta rea. Es importante señalar que la tasa cardiaca va ría con el ciclo respiratorio (inspiración/ espiración), denomin ándose arritmi a sinusal respiratoria a este patrón cícli co de flu ctuaciones de la tasa en relación con la respiración.
  • El flujo o volumen sanguíneo es un a medida de la actividad vascular periférica y depende, en parte, de la dilatación y contracción de los vasos sanguíneos. H ace referencia a la cantidad de sangre que llega a cada uno de los tejidos u órga nos corporales en función de sus necesidades metabólicas. Su registro psicofisiológico se realiza mediante la utilización de transductores pletismográficos, aparatos que convierten el flujo o volumen sanguíneo en señal eléctrica. Dichos transductores pueden ser bien fotoeléctricos, bien volumétricos, aunque lo habitual, por su eficacia, es la utilización del fotopletismógrafo, que está basado en las propi edades de reflexión y transmi sión de la lu z. El flujo o volumen sanguíneo constitu ye un a medida menos utilizada en los estudios motivacional es.
  • La presión arterial o sanguínea es la fuerza con que se mueve la sangre por las arterias. Al circular la sangre ejerce sobrelas paredes de los vasos una presión y esta presión sanguínea no es constante, sino que va ría. Cuando alca nza su punto más bajo hablamos de pres ión sanguínea diastó li ca, mi entras que al punto más alto se le denomin a presión sanguínea sistólica. La presión arterial o sanguínea pu ede medirse de dos modos diferentes: mediante la técnica de la oclu sión y auscultación a través del esfi gmomanómetro utilizando un estetoscopio para su detección, con lo que se ob tienen de este modo va lores discretos de la presión sistó li ca y diastólica, y mediante técnicas automatiza das de registro que permiten lecturas continuas y son más útil es para la consideración de esta medi da como va riab le en psicología de la motivación (Petri , 1996).

La actividad cardiovascular se ha considerado un indi cador psi cofi siológico de la motivación, puesto que se ha observado un a aceleración del ritmo cardi aco, una disminución del flujo sanguíneo periférico y un aumento de la presión arterial o sanguínea, sobre todo de la sistólica, en situ aciones con alto grado de motivación.

Valoración de las técnicas en cuanto a su utilización en la investigación motivacional básica

En general, las medidas fisiológicas han se rvido pa ra intentar va lidar conceptos teó ricos a partir de las reacciones ps icofisiológicas que se considera acompa ñan a la man ipulación de los mismos. La actividad electrodermal y las medidas relativas al sistema cardiovascular son bastante utilizadas en psicología de la motivación, donde han jugado un pa pel muy importante, tal vez porque representan índices muy adecuados para determinar la actividad del SNA asociado a las conductas motivadas. A pesar de estas ventajas, las medidas psicofisiológicas no están exentas de críticas. Entrelas limitaciones y críticas de ca rácter general que se han señalado a estas medidas en el estudio y medición de la motivación, se encuentran las siguientes:

  • que son medidas indirectas del proceso motivacional,
  • que actúan también como correlatos psicofisiológicos de diversos procesos, por lo que sus parámetros de medida pueden ser índices no solo de la motivación, sino también de otros procesos psicológicos como los atencionales, perceptuales y emocionales;
  • finalmente, que su significado psicológico es muy cuestionable, pues como señalan Vila y Fernández (1990), una misma medida psicofisiol ógica puede tener distintas interpretaciones en función de cuales sean las características contextuales en que se toma dicha medida; esto es, estas medidas no tienen en sí mismas una interpretación fija.

Actualmente dichas limitaciones se están intentando eliminar, por ejemplo, utilizando más de una medida psicofisiológica y realizando medicio nes continuadas. En realidad, como ya seña ló Grzib (2002), a la hora de diseñar una investigación psicofisiológica hay que tener presente que la elección de las variables que se vayan a medir ha de hacerse no solo en función de la hipótesis, sino también de cons ideraciones fisiológicas, como por ejemplo tener en cuenta el sistema en el que se van a tomar las medidas. Ello conlleva la selección de las variables que permitan demostrar los mecanismos que subyacen a un cambio concreto en las reacciones. Esto es, hay que saber cual es el ajuste que lleva a cabo el sistema en una condición psicológica concreta, en nuestro caso la relativa al proceso motivacional. No hay que olvidar que el desarrollo de las posibilidades de registro y estudio de las respuestas psicofisiológicas posibilitó fundamentar desde diversos ámbitos científicos, como el de la psicología básica, los estud ios sobre este proceso, permitiendo en la actualidad el emp leo de esta rigurosa metodología en el estudio de la motivación.

Técnicas basadas en la medición de estados subjetivos y sentimientos

Para la medición de la percepción de los estados internos, entre ellos los motivacionales, muchos investigadores utilizan técnicas estandarizadas que reciben el nombre genérico de autoinformes. Se llaman autoinformes porque su denominador común es su posible consideración como informes de un sujeto sobre su propia actividad (gustos, intencion es, metas, preferencias, etc.). Los autoinformes son esca las y cuestion arios construidos conforme a la teoría de test, y suelen utilizarse frecuentemente cuando lo que se busca es estud iar y eva luar aspectos de la vida que no pueden conocerse ni manipularse directamente. Constituyen el procedimiento más antiguo de obtención de información, y se caracterizan porque dicha obtención está basada en la autoobservación o introspección. También pueden realizarse de diversas maneras, recibiendo en función de ello diversas denominaciones: entrevistas, cuestionarios, autorregistros y autoobservación.

Además de estar sistematizados o no, los auto informes pueden eva lu ar repertorios genera les de motivos o motivaciones concretas. También pueden adoptar distintas formas en función de cómo sea el contenido de los ítems, de cómo hayan sido formuladas las preguntas, y de cuá les sean las posibilidades de respuesta. Así, el contenido de los ítems puede referirse a un sentimiento, a una creencia, a un hecho o a una actitud. Por su parte, en lo que respecta a la formulación de las preguntas, estas pueden serl o en forma de pregunta directa o bien en forma de afirmación, teniéndose que indicar si se está de acuerdo o en desacuerdo. Finalmente, en función de la libertad de contestación que se proporciona a la persona a la que se aplica el autoinforme, este puede no tener ningu na restricción en la respuesta, dando total libertad a la hora de auto informar, o bien se pueden limitar las posibilidades de respuesta a un número reducido de alternativas. Es posible, además, que las posibilidades de respuesta se den en unos casos a través de una puntuación en una esca la (por ejemplo, de 1 a 8), o en niveles de grado de acuerdo (por ejemplo, desde totalmente de acuerdo a nada de acuerdo), mientras que en otros casos la respuesta sea de elección forzosa, y la persona que lo realiza tenga necesariamente que elegir entre dos opcio nes la que cons idera le autodescribe mejor.

Mateos (2008) ya señaló que, en el campo de la motivación humana, los autoinformes han sido ampliamente utilizados, al menos con tres finalidades de estudio:

  • identificar la estructura motivacional básica de la personalidad (¿son los motivos rasgos de personalidad?, ¿qué motivos?). En este tipo de estudios lo que se resalta es lo que las personas tienen en común, y se busca analizar cuá les son los motivos básicos o fundamentales que comparten todos los seres humanos. Esto es, se pretende conocer qué motivos pueden ser considerados rasgos estables de la personalidad;
  • otra finalidad de estudio ha sido comprobar de qué forma, para afectar a la conducta, interactúan determin adas disposiciones motivacionales de la persona con variables situacionales (interacción sujeto-ambiente). Estos estudios se centran en considerar cómo las personas difieren en los motivos específicos, y cómo ello contribuye a la aparición de diferencias comportamenta les co mo las que observa mos entrelos seres humanos;
  • por último, otros estudios han buscado analizar de qué manera un conjunto de variables va rían conjuntamente para predecir o comprobar modelos sobrela forma o estructura de la relación entre ellas (medi ación y causa lidad). La finalidad de estos estudios es identificar los mecanismos mediadores que actúan en los fenómenos investigados.

Valoración de las técnicas en cuanto a su utilización en la investigación motivacional básica

Si bien los autoinformes tienen la ventaja de ofrecer al psicó logo un procedimiento rápido de medir la motivación de las personas, presentan sin embargo diversas limitaciones, por lo que han recibido numerosas críticas. Entre dichas críticas se encuentran las siguientes:

  • no tienen total vali dez como indicadores de los estados internos. Esta es una crítica muy antigua ya se ñalada por Fi ske y Madd i (196 1), y Laza rus (1966). Estos autores afirmaron que la validez de los autoinformes era limitada. Argumentaron que dicha limitación podía provenir no solo del hecho de que una misma persona pudiera emplear distintos nombres para describir un mismo estado en distintas momentos, sino también de que diferentes personas utilicen diferentes denominaciones para designar un mismo estado intern o. Las razones de ello pueden ser variadas, desde la ex istencia de hábitos lingüísticos diferentes, a factores personales, cognitivos y de aprendizaje de cada sujeto (Bradburn et al., 1987);
  • otra crítica importante realizada a los auto in formes hace referencia a las pos ibles distorsiones que se pueden prod ucir sobrelas respuestas a causa de la deseabilidad social y de la autodecepción. Como ya señaló Paulhus (199 1), la deseabilidad social hace referencia al deseo de causar buena impresión, de presentarse de forma aceptable socialmente, e incluso de acepta r las demandas del experimentador, con lo que las puntu aciones de su autoinforme pueden no reflejar realmente, o no de modo fi el, su motivación. La autodecepción tiene que ver con que uno mismo se ve de la forma mejor pos ible, lo cual conlleva que a veces sea muy difícil, si no imposible, la admisión de ciertas cosas. Ello implica que puede que las respuestas dadas a un auto informe no sean siempre veraces, por lo que no siempre reflejarán su motivación. Esta crítica se ha intentado resolver mediante, por ejemplo, la inclusión de escalas de mentira o deseabilidad en los cuesti onarios y escalas de auto informe;
  • finalmente, también afecta a las respuestas del sujeto, y constituye otra limitación, las propi as ca racterísticas de la prueba, como su formato de respuesta, el orden de presentación de las preguntas, la forma en que estas están redactadas, e incluso sus ítems (Strack, 1994).

A pesar de las críticas señaladas, muchas de las cuales han intentado ser resueltas mediante empleo de pruebas complementarias e introducción de procedimientos de control como, por ejemplo las escalas de mentira ya mencionadas con anterioridad, no hay que olvidar que en el ámbito de la psicología bás ica las medidas basadas en auto informes tienen importancia pues, entre otras ventajas, constituyen un conjunto de técnicas útiles que proporcionan de manera rápida y eficaz información sobrela motivación humana.

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