La ansiedad
Definición
La ansiedad es una emoción básica no primaria. Toma recursos de otros procesos, con los que comparte su finalidad adaptativa.
Toma prestado del miedo sus elementos emocionales, del estrés su sistema de elicitación y afrontamiento, entre otros.
Más que una emoción en sentido estricto, se trata de una actitud emocional cognitiva. Ya que no es fruto de recursos propios sino del establecimiento de una serie de sesgos cognitivos que actúan sobre el sistema de evaluación, permitiéndole anticipar y preparar al sujeto para dar la respuesta más adecuada ante cualquier indicio de amenaza o riesgo. El desarrollo del proceso de ansiedad está totalmente determinado por el propio desarrollo personal (principalmente por las experiencias en las primeras etapas de la vida).
En la actualidad se entiende como un sistema de procesamiento de informaciones amenazantes que permite movilizar anticipadamente acciones preventivas.
Se produce en todas las personas, y en condiciones normales, mejora el rendimiento y la capacidad de adaptación.
Desendadenantes
No son situaciones que puedan dañar directamente a la persona, sino que en su mayoría son reacciones aprendidas y anticipadas de amenaza. El tipo de estimulo dependerá de la historia personal del sujeto.
Lo que genera la ansiedad es el significado personal del estimulo, o la interpretación anticipatoria de la situación que hace la persona.
Son las expectativas de peligro las que median las respuestas de ansiedad. Estas expectativas pueden generarse a través de condicionamiento clásico, aprendizaje observacional, o mediante transmisión de información que contribuya a la aparición de expectativas de peligro.
Al no ser una situación de amenaza real sino una anticipación, los mecanismos que disparan la respuesta de miedo, no se activan. Por lo tanto, la condición desencadenante es simplemente un cambio en las condiciones estimulares que movilizan el proceso de estrés, el cual pone en marcha el proceso de análisis emocional de la situación, actuando como desencadenante. Si la valoración que se hace, conlleva la anticipación de peligro, la reacción de estrés se convierte en ansiedad.
Según Kokovski hay cuatro situaciones genéricas que producen ansiedad: las que implican evaluación social, amenaza de peligro físico, situaciones ambiguas y las rutinas diarias.
Arrindell y sus colaboradores proponen la cuatro bloques temáticos al respecto:
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Temor a situaciones o acontecimientos interpersonales: temor a la crítica, a la interacción social, al rechazo, a conflictos, a la evaluación, y a la agresión interpersonal y sexual.
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Temor relacionado con muerte, lesiones, enfermedad, sangre, y procedimientos quirúrgicos. Temor a dolencias, enfermedades, incapacidades, al suicidio, a perder el control.
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Temor a los animales.
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Temor agorafobico: a los lugares públicos, las masas de personas, a los espacios cerrados, a viajar solo en tren o bus, a espacios abiertos.
También se produce ansiedad cuando se percibe que un estado de regulación fisiológico esta alterado, y no conocemos la causa.
En la ansiedad patológica el mero recuerdo de situaciones desagradables, amenazantes, o simplemente pensar en el futuro con un cierto temor, desencadenan la ansiedad. Que en estos casos es patológica o no funcional dada la inexistencia real de tal amenaza frente a la que la respuesta de ansiedad pretende hacer frente.
Procesamiento cognitivo
Se inicia ante la detección de situaciones que aparecen lentamente y que pueden ser previstas con antelación. Son situaciones muy importantes para el bienestar físico y psíquico del sujeto, y su tono hedónico es moderadamente negativo. Sus consecuencias son esperadas antes de que el suceso ocurriera y son valoradas como contrarias a las metas del sujeto. Hay un cierto grado de urgencia en actuar para hacer frente al suceso y a sus consecuencias.
Se valora que el agente causante es otra persona o una circunstancia natural, por lo que hay una escasa capacidad para afrontar el suceso y poder conllevar sus consecuencias. En cuanto a las normas sociales, la valoración no es relevante en el caso de la ansiedad, porque es una emoción sin carga moral.
Si los cambios son importantes y rápidos, se activara el miedo. Y si el cambio en el ambiente es menor y su aparición menos súbita, se activara la ansiedad con un desagrado intrínseco menor que en el miedo pero con una duración temporal mayor.
La valoración de la significación es igual que en el miedo, pero la urgencia para actuar en menor.
En cuanto al afrontamiento la ansiedad presenta mayor capacidad de hacer frente a la situación y de sobrellevar las consecuencias que se puedan derivar.
Para que se desarrolle la ansiedad, se producen sesgos en el procesamiento de información que afectaran a la valoración y a la evaluación de la situación. Y como resultado aparecerán los fenómenos de priorización de estímulos indicadores de peligro frente a estímulos neutros, y la compensación. Estos fenómenos contrarrestan los efectos de interferencia sobre el procesamiento de la información neutra no priorizada.
La priorización y la compensación se realizan reclutando las siguientes facultades cognitivas: la selección atencional de la información de peligro, la selección en el acceso a la memoria de información amenazante, la interpretación sesgada de información ambigua, y la reducción de la capacidad de la memoria operativa y el uso de recursos auxiliares.
La teoría de procesamiento eficaz de Eysenck y Gutierrez Calvo es la que mejor refleja el funcionamiento del sistema cognitivo en la ansiedad.
El uso de sesgos en el procesamiento de información hace que aparezcan los fenómenos de priorización y compensación. El sistema cognitivo tiene que ser activo en la búsqueda de información y en la utilización de recursos. De toda la información que recibimos debemos dar prioridad a la más relevante para lograr la mayor adaptación posible. Esta priorización es crítica para el procesamiento de información indicadora de peligro. Para llevarla a cabo el sistema cognitivo procede selectivamente con dicha información, y utiliza los sesgos, los mecanismos de interpretación de estímulos ambiguos, y la acentuación de la accesibilidad a la memoria de representaciones relevantes. Todo esto debe realizarse sin demoras para que se pueda anticipar al daño potencial antes de que llegue a incidir en el organismo.
También se ponen en funcionamiento recursos auxiliares, para que el sistema cognitivo no se sature con el procesamiento de información concurrente neutra o no indicadora de peligro. En casos de aparición de información indicadora de peligro, se produce una situación especial de sobrecarga del sistema cognitivo, ya que la información prioritaria, debido a su carácter emocional, tiene un alto poder de absorción de recursos. Por eso, para que no se deteriore el procesamiento de información concurrente, se utilizan recursos compensatorios y se movilizan recursos de otros sistemas.
El sistema cognitivo ha evolucionado en la dirección de moldear y ayudar a regular la función adaptativa de las emociones.
El fenómeno de priorización y compensación más el proceso de estrés que esta activado, hacen que la reacción emocional se prolongue en una acción proactiva, y esto es el elemento del afrontamiento.
En cuanto a los sesgos encontramos:
Sesgos en la atención: consiste en focalizar la atención preferente en estímulos indicadores de peligro en comparación con la atención que se presta a los estímulos neutros. Es un sistema de evaluación que trabaja con niveles bajos de conciencia y de forma automática. Su activación implicara en un primer momento una fase de hipervigilancia donde el rango de atención es amplio.
Una vez que se detecta el estimulo amenazante que desencadena la ansiedad, se focaliza la atención en estos estímulos y a partir de este momento, el sesgo impedirá que se fije la atención en cualquier otro estimulo del ambiente. Se reduce el rango de atención con una fuerte focalización sobre la posible amenaza.
Sesgos en la memoria: para verificar si una condición es peligrosa o no, es necesario compararla con experiencias previas en situaciones equivalentes, para ello hay que acceder a determinados recuerdos lo más rápido posible. Esto se consigue gracias al sesgo de memoria o memoria preferencial.
La memoria implícita es una recuperación no consciente de determinadas experiencias que facilitan la ejecución de tareas posteriores, y la memoria explicita es una recuperación consciente.
Williams propone que en el sesgo de memoria hay un procesamiento automático (memoria implícita) y se mantiene intacto el procesamiento controlado (memoria explicita). Aunque esto no está claro.
Y parece que no es tan sencillo como lo plantea Williams.
Las expectativas también influyen en los sesgos de memoria. Producen un sesgo en el procesamiento de la información del entorno, y proporciona el contexto para la interpretación de la misma por parte del sistema consciente de percepción. La interpretación de la entrada desde el sistema de valoración del significado por parte del sistema de percepción consciente de percepción, ocurre en una interacción continua con el sistema de expectativas y su memoria asociada.
Sesgos en la interpretación: consiste en procesar estímulos ambiguos dando preferencia al significado de peligro sobre el neutro. La preocupación se entiende como una cadena de pensamientos relativamente incontrolables acompañados de un estado afectivo negativo, constituye una tentativa de solucionar un problema cuyo resultado es incierto que implica la posibilidad de una o más consecuencias negativas. La preocupación es un conjunto de patrones verbales y visuales sobre situaciones amenazantes, que tendrán prioridad de alertar la activación del organismo y prepararle para la acción. La preocupación tiene una función de alarma (aparición de estímulos potencialmente amenazantes), de impronta (aparición de imágenes y pensamientos amenazantes en la conciencia) y de preparación (anticipa las consecuencias).
Mecanismos de movilización de recursos auxiliares: implica la intervención de procesos cognitivos básicos. La presencia de representaciones amenazantes activadas por los sesgos, exige un análisis cognitivo extenso en la memoria operativa, lo que permite determinar a la persona la naturaleza aversiva de las demandas. Para ello, el sistema cognitivo necesita ayuda de recursos auxiliares. La preocupación por un lado ocasiona interferencia cognitiva a través de las representaciones aversivas, y por el otro, proporciona
la base motivacional para incrementar los recursos auxiliares.
Por eso, la ansiedad conlleva una reducción en la capacidad central de memoria operativa, y un uso extraordinario de recursos destinados a compensar dicha reducción. Solo habrá deterioro en el rendimiento cuando no es posible usar recursos auxiliares.
Efectos subjetivos
Angustia en primer lugar. También se puede sentir preocupación, inseguridad, aprensión, tensión, temor, nerviosismo, malestar, pensamientos negativos, etc. También se observa dificultad para mantener la atención y la concentración fuera de la temática ansiosa, y pensamientos intrusivos. Se puede dar además taquicardia, palpitaciones, molestias digestivas, temblores, etc.
Actividad fisiológica
Al estar muy relacionada con el miedo, se comparten las estructuras neuroanatomicas. Aunque en la ansiedad se involucran más estructuras.
Bernston y sus colegas proponen un modelo basado en el procesamiento arriba-abajo y abajo-arriba.
Postulan que los niveles superiores (arriba-abajo) no son meros receptores pasivos de las señales sensoriales, sino que además pueden regular esa información elaborada por los niveles inferiores.
Inversamente, los niveles inferiores (abajo-arriba) no solo transmiten información sensorial, sino que también pueden influir en los niveles superiores.
La ansiedad activa un área estrechamente ligada a la amígdala que pertenece a la amígdala extendida, la estría terminalis, la cual a su vez activa otras áreas implicadas en la ansiedad.
La activación de la amígdala produce respuestas fisiológicas en la ansiedad (arriba-abajo):
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Hipotálamo lateral –> activación simpática: taquicardia, dilatación pupilar, palidez y elevación de tensión arterial.
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Núcleo paraventricular del hipotálamo –> liberación de corticosteroides.
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Núcleo parabranquial –> hiperventilación y disnea.
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Núcleo del tronco cerebral –> aumento de atención, hipervigilancia.
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Núcleo dorsal motor del vago y nucleus ambiguus –> activación parasimpática: diarrea y bradicardia.
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Sustancia gris periacueductal –> paralización y la analgesia.
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Nervio facial y trigémino –> expresión facial de miedo.
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Núcleo reticular pontis caudalis –> aumento del reflejo de defensa.
Estos efectos son compartidos por la ansiedad y el miedo, pero en la ansiedad se dan con una menor intensidad pero mayor duración.
También se produce una modulación ascendente sobre el procesamiento cognitivo (abajo-arriba) por las condiciones del sistema nervioso autónomo. Aunque es necesario que se inicien esas condiciones por los circuitos descendentes, una vez activada su percepción influirá sobre los procesos de evaluación valorativa, los efectos subjetivos y el afrontamiento.
Ambas vías, interactúan influyéndose mutuamente. Una activación arriba-abajo iniciara una cascada de retroalimentación abajo-arriba, y viceversa. Lo que explica la mayor duración de la respuesta de ansiedad y la persistencia de activación fisiológica y de ideaciones irracionales.
Comunicación no verbal
No se observan rasgos específicos en la comunicación no verbal de la ansiedad ya que hay diversidad interindividual. Pero sí existe una caracterización intraindividual.
Como características generales se puede observar hiperactividad, paralización motora, movimientos torpes, habla de baja intensidad, dificultades para expresarse, realización de conductas de evitación como comportamientos que manifiesten malestar, inquietud motora, exceso de tensión muscular, o comportamientos consumatorios.
Afrontamiento
Es una característica importante de la ansiedad. Epstein lo utiliza para diferenciar miedo de ansiedad: si se cree que el afrontamiento de evitación o huida pueden proporcionar éxito hablamos de miedo, y si no hay tal posibilidad o el intento de escapar se ve impedido hablamos de ansiedad.
Dado que la ansiedad es desencadenada por el estrés, el afrontamiento que moviliza el estrés se enfocara a solucionar la situación que género la ansiedad. Esto es lo que hace que la reacción emocional en la ansiedad vaya más allá y se convierta en una acción proactiva.
La ansiedad posee una formas de afrontamiento reactivo propias, que pueden activarse antes de la acción proactiva e incluso bloquear el uso de los recursos compartidos con el estrés.
Hay dos modos de afrontamiento de la ansiedad: la vigilancia (orientar la atención a aspectos amenazantes del ambiente) y la evitación cognitiva (redirigir la atención fuera de las condiciones amenazantes).
Eriksen y Byrne establecen una dimensión bipolar que va de la represión (evitación cognitiva) a la sensibilización (vigilancia).
Otros autores las llamaron posteriormente atención/rechazo, monitorización/embotamiento, etc.
Considerando la vigilancia y la evitación cognitiva como dos dimensiones continuas, en función del mayor o menor uso que haga una persona de ellas, se delimita el mapa de alternativas de afrontamiento. Los estilos de afrontamiento son los extremos de un plano y cada persona puede situarse en cualquier punto del mismo.
Estilos básicos de afrontamiento:
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ALTA VIGILANCIA Y BAJA EVITACION COGNITIVA
- Baja tolerancia a la incertidumbre, alta tolerancia a la percepción de activación fisiológica y por verse afectado especialmente por la ambigüedad inherente a las situaciones amenazantes. La acción básica es dirigir la atención para obtener más información sobre las amenazas manteniendo un estado de hipervigilancia. Se llaman personas sensibilizadoras.
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BAJA VIGILANCIA Y ALTA EVITACION COGNITIVA
- Baja tolerancia a la percepción de activación fisiológica y alta tolerancia a la incertidumbre, y por verse especialmente afectados por la activación fisiológica, consecuencia de la percepción de indicios aversivos. La acción básica es inhibir el procesamiento de información relacionada con la amenaza. Se llaman personas represoras.
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BAJA VIGILANCIA Y BAJA EVITACION COGNITIVA
- Alta tolerancia tanto a la incertidumbre como a la activación fisiológica. La acción básica es utilizar los recursos de afrontamiento que le proporciona el estrés posibilitando la movilización de un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento como de adecuarlo a las demandas de cada situación. Se llaman personas no defensivas o bajas en ansiedad.
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ALTA VIGILANCIA Y ALTA EVITACION COGNITIVA
- Baja tolerancia a la incertidumbre y a la activación fisiológica. La acción básica son los constantes cambios de actividades ya que no es posible defenderse de ambos tipos de amenaza al mismo tiempo. Es una forma de afrontamiento poco eficaz y fluctuante. Se llaman personas altamente ansiosa o carentes del afrontamiento adecuado.
Consecuencias
La ansiedad estado es el proceso o reacción de ansiedad. Y la ansiedad rasgo es una tendencia mantenida en el tiempo, una característica de la personalidad.
Las teorías de rasgo conciben la ansiedad como una disposición interna a reaccionar de forma ansiosa con independencia de la situación en la que se encuentre la persona. La ansiedad rasgo es análogo a la energía potencial y la ansiedad estado lo es a la energía cinética.
Las aportaciones recientes plantean que tanto la ansiedad rasgo como la de estado son multidimensionales, es decir, que están compuestas de diferentes elementos. Estas dimensiones actúan dentro de un marco interactivo en el que la conjunción de las características de la persona más la situación, son las responsables de producir la respuesta de ansiedad. Para que haya ansiedad, la situación amenazadora deber ser congruente con la faceta del rasgo de ansiedad correspondiente.
Son los factores cognitivos y motivacionales los que predisponen a la persona a hacer interpretaciones amenazantes de la situación (componentes de rasgo) unidos al significado psicológico que tienen ciertas características ambientales en ese momento (componente de la situación) los que determinan la reacción ansiosa (estado de ansiedad).
La ansiedad estado será la responsable de las reacciones y respuestas para hacerlas frente. Y la ansiedad rasgo se puede considerar como una ansiedad futura que se basa en la ansiedad del pasado ya que es la que determina la predisposición cognitiva a interpretar situaciones como amenazantes independientemente del peligro real.
Ansiedad y vulnerabilidad
Un alto nivel de neuroticismo y alta introversión producen hiperactivacion, que es un factor de riesgo para el desarrollo de ansiedad condicionada. Esta vulnerabilidad se da porque el neuroticismo supone una alta sensibilidad a situaciones que implican reforzamiento, mientras que la introversión lo es para las señales de castigo, y la ansiedad está relacionada con esa sensibilidad tanto a refuerzos como a castigos.
El temperamento de comportamiento inhibido se caracteriza por una alta activación del sistema nervioso autónomo, un comportamiento retraído y una supresión de comportamiento en situaciones nuevas. Este es otro factor responsable de vulnerabilidad a la ansiedad.
Las expectativas incrementan la percepción de señales de peligro, y la sensibilidad es una propensión a responder temerosamente a la sensación de ansiedad. La conjunción de ambos factores incrementa la capacidad para adquirir ansiedad condicionada.
En cuanto a los esquemas mentales, las personas con predisposición a la ansiedad poseen esquemas relativos a amenazas. En situaciones potencialmente ansiogenas, se desencadenaría el estado emocional ansioso, y los esquemas ansiogenos dirigirían el procesamiento hacia aspectos congruentes con ellos, de modo que la persona solo atenderá a estímulos amenazantes del ambiente, daría interpretación amenazante a estímulos ambiguos, y recuperaría de la memoria información relativa a la amenaza.
Los esquemas configurados con creencias de peligro, influencian la percepción y el procesamiento de información del ambiente en un marco de pensamiento automático de peligro, y esto es lo que conduce a una condición ansiosa.
Los sesgos cognitivos pueden deberse a un estado de ansiedad, y un estado de ansiedad a sesgos cognitivos.
En cuanto a la experiencia y el medio ambiente, un elevado sentido de control sobre el entorno, produce una elevada exploración de nuevos estímulos y menos ansiedad. Si percibimos mayor severidad, o se dan situaciones alejadas en el tiempo, o existe una probabilidad intermedia en que ocurre un suceso, son causas de mayor vulnerabilidad a la ansiedad.
El estrés patológico es otro factor de vulnerabilidad, y parece existir cierta predisposición hereditaria a ella.
Ansiedad patológica
Los siguientes trastornos causan un importante malestar subjetivo, son altamente incapacitantes y pueden alterar gravemente el funcionamiento laboral, familiar y social del paciente.
En todos, se presenta un efecto principal de tipo cognitivo que es debido a un sesgo selectivo sobre los estímulos amenazantes, una fuerte activación fisiológica, y un efecto de incontrolabilidad.
Desde una perspectiva evolucionista, no es la respuesta de ansiedad en sí misma la que actúa disfuncional y desadaptativamente, sino que el problema puede radicar bien en que la ansiedad es activada en un contexto disfuncional, o puede que lo que la haga disfuncional es que tengo un umbral de disparo más bajo de lo adecuado por el empleo de un estilo de afrontamiento inadecuado.
Trastorno de ansiedad generalizada: se produce una respuesta de ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva) sobre una amplia gamas de acontecimientos que se prolonga en el tiempo y que genera un estado de preocupación que no puede ser controlado.
Trastorno de pánico: ocurren episodios impredecibles y recurrentes de pánico, con un comienzo brusco y acompañado de palpitaciones, sudoración, dificultad respiratoria, etc. Con el paso del tiempo el paciente desarrolla una ansiedad anticipada y evita los sitios que desencadenan el síndrome.
Agorafobia: es un temor irracional a estar en sitios abiertos donde pudiera quedar atrapado o ser incapaz de escapar.
Trastornos fóbicos: aparece un temor marcado y persistente ante la exposición a ciertos objetos o situaciones. La evitación de estos, altera el funcionamiento social y ocupacional. En esta patología la ansiedad aparece solo ante la presencia de ese estimulo especifico.
Fobia social: temor a la presencia de personas no familiares, a ser objeto de examen, o evaluación de otras personas.
Trastorno obsesivo compulsivo: la ansiedad se origina ante ideas obsesivas, que son aliviadas con la ejecución de una conducta compulsiva. Ocurren conductas repetitivas que pueden ocupar más de una hora diaria. Los pacientes suelen ocultar sus síntomas al sentirse turbados porque saben que sus pensamientos son injustificados.
Medida de ansiedad
Mayoritariamente se usan autoinformes y en un menor grado procedimientos de laboratorio y de observación de comportamiento. También se usan entrevistas y procedimientos basados en la autoobservacion.