La Psicología de la Educación como herramienta para la enseñanza eficaz
Concepto de Psicología de la Educación: perspectiva diacrónica
Introducción
La Psicología de la Educación desde sus comienzos ha sido un saber desarrollado entre la psicología y la pedagogía. Por un lado surge del interés de los primeros de buscar una fundamentación psicológica a la teoría y a la práctica educativa; por otro, del interés de los segundos de aplicar los principios psicológicos al campo de la educación.
Antecedentes de la psicología de la educación
Los autores que se han ocupado del estudio de la Psicología de la Educación desde un enfoque diacrónico están de acuerdo en señalar dos etapas. Una, la de sus antecedentes o raíces, que coinciden en sus comienzos con las mismas raíces de la Psicología y de la Pedagogía y se prolongan hasta finales del siglo XX, y otra, la de su constitución y desarrollo, que es desde finales del XIX hasta nuestros días. En esta etapa la Psicología de la Educación se perfila como un área definida de investigación.
El tema de la educación en la filosofía antigua y medieval
La cumbre del pensamiento en la filosofía antigua está representada por Platón y Aristóteles. Platón critica la práctica educativa de los sofistas y saber. Establece así las bases de la concepción cognitivista de que lo determinante en la conducta humana es lo cognitivo. Para él la ciencia es la base de la virtud, y por tanto, el ideal último de la moral y de la educación del ciudadano. El objetivo de la educación consiste en el paso de la ignorancia a la sabiduría.
Aristóteles considera la educación un deber del Estado con respecto a sus ciudadanos. Distingue entre el conocimiento de lo necesario y de lo posible y abre la consideración no sólo de la ciencia, sino de la ética y la virtud. La educación para Aristóteles, apoyado en las dos facultades racionales del hombre, la inteligencia y la voluntad, asume dos tareas: el cultivo de la inteligencia y la adquisición de hábitos.
Santo Tomás de Aquino entiende el aprendizaje como un proceso gradual de adquisición intelectual del conocimiento, junto a una actualización progresiva de las potencias implicadas. Concibe al maestro como una causa coadyuvante en ese proceso educativo, cuya tarea principal consiste en provocar y dirigir la actividad del alumno para conseguir el paso de la potencia al acto. El alumno es el que adquiere el conocimiento con el ejercicio de su propia inteligencia. Dice que la ciencia es un hábito que consiste en un solo acto: comprensión del objeto.
La educación en el Renacimiento y Humanismo
La educación adopta un enfoque práctico que tiene en cuenta todos los aspectos de la persona. Los educadores del Renacimiento propugnan una enseñanza apoyada en la experiencia.
Luis Vives es considerado el padre de la psicología moderna. Sus ideas psicoeducativas sobre el aprendizaje y la motivación, su requerimiento de que el ritmo de la enseñanza y sus contenidos se adapten a las diferentes cualidades de los individuos y su propuesta de que los maestros observen y deliberen sobre sus alumnos y así puedan orientarlos con acierto para que se dediquen a aquello para lo que tienen mejores cualidades, lo configuran como un antecedente de la Psicología de la Educación.
Juan Huarte de San Juan fue el precursor de la psicología diferencial y de los estudios de orientación escolar y profesional. Aporta 3 observaciones principales: 1) que los hombres manifiestan grandes diferencias en sus habilidades, 2) que el fundamento de esas diferencias radica en las distintas variedades de temperamento y 3) que a cada hombre le corresponde un tipo particular de actividad en la artes o en las letras en función de sus diferentes habilidades. Propugna que se estudie el temperamento de cada individuo, que se determine el tipo de habilidades mentales que le corresponden y que se le oriente hacia la ciencia que le convenga de acuerdo con sus habilidades.
El renacimiento establece una separación entre la psicología y la metafísica, abriendo el camino a la Psicología de la Educación.
La nueva ciencia y la educación
Se abandona el criterio de autoridad y se acepta la razón y la experiencia como fuentes de conocimiento. Aparece una doble corriente metodológica: racionalismo y empirismo.
Descartes representará el polo racionalista. Su exigencia metodológica es el conocimiento claro y distinto. Trata de conocer la naturaleza por el análisis, y en eso reside la base de la validez del conocimiento. Empieza por dudar de todo y sólo admite aquello que de lo que tiene una intuición inmediata. La evidencia de la idea clara es el único criterio de verdad. Existen dos modos de entendimiento para conseguir la ciencia sin errar: la intuición, que no evita que tomemos lo falso por verdadero: nos da ideas simples; y la deducción, operación que nos permite obtener un conocimiento cierto porque la concibe como una serie de intuiciones. Es importante su teoría de las ideas innatas, que constituyen el fundamento del conocimiento del hombre.
Comenius nos ofrece a partir de las leyes de la naturaleza, sugerencias y principios educativos relativos al método, la finalidad y la organización de la enseñanza. Se extraen cuatro características fundamentales:
naturalismo: en las leyes de la naturaleza se encuentran los principios educativos que tienen que adaptarse a las sucesivas fases del desarrollo humano;
orden cíclico de la enseñanza, en cada etapa de la educación se enseñan los mismos contenidos aunque de diferente manera. En cada etapa se desarrollan con más amplitud que en la etapa precedente;
método inductivo: la observación e inducción son la base de la instrucción; y
enseñanza activa y pragmática: se aprende mediante práctica.
Locke representa el polo empirista. Considera que todo conocimiento tiene su origen en la experiencia, que tiene doble vertiente: sensación y reflexión, que proporcionan las ideas simples que constituyen el punto de partida de todo el pensamiento. Según Locke, es inútil que la educación se dirija a conseguir la asimilación de conocimientos que no son necesarios para la vida. Deberá orientarse a aquellas disciplinas que realmente “forman” la mente. El propósito de la educación es que el muchacho sea capaz de asimilar cualquier ciencia a la que quiera dedicarse.
Del castigo opina que solo conviene hacer uso del mismo en casos excepcionales, pues de él se derivan consecuencias negativas. En cuanto a las recompensas, rechaza las de tipo material y señala que es preferible el llamamiento al honor. Respecto a la educación física tiene por objeto la disciplina y el endurecimiento corporal como medio para la formación del carácter.
Rousseau introduce la corriente naturalista en la educación. Con su obra Emilio realiza una exhortación para volver al sentimiento natural y al estado más puro del hombre. Se refiere a una educación que tenga en la naturaleza su verdadera guía y maestra. La educación negativa: el educador debe abstenerse de interferir el desarrollo natural del niño y debe dejar que la naturaleza obre por sí misma. Para que el desarrollo natural pueda tener lugar se debe permitir al niño ser libre de expresar sus impulsos naturales y sentimientos sin restricciones.
La educación debe apoyarse en la naturaleza psicológica del niño insistiendo que para educar hay que tener antes un profundo conocimiento de la misma. Reconoce 2 principios fundamentales: la sustantividad, el niño es un ser cualitativa y cuantitativamente distinto al adulto, y el desarrollo infantil sigue un orden secuencial que la educación debe respetar.
Desde JJ Rousseau a la psicología científica
Pestalozzi es considerado el padre de la pedagogía moderna. Llevó a la práctica los principios del naturalismo: lo único que se debe poner delante del alumno es el libro de la naturaleza. Pero por otra parte necesita la sociedad para el desarrollo del hombre.
Herbart afirmó que lo primero que debe conocer el maestro es cuál es el fin de la educación (lo filosófico) y cómo debe proceder para conseguirlo (lo psicológico). Defendió que la acción educativa debe basarse en la psicología, a la vez que era uno de los principales oponentes a la psicología de las facultadas, pues para él la mente era una tabla rasa, privada de ideas innatas y de facultades activas. La mente era algo pasivo y receptivo. Y la experiencia externa y los contenidos son los encargados de construirla. El núcleo de la actividad mental es la base aperceptiva. La actividad mental es el resultado de la acción e interacción entre las ideas; las más fuertes emergerán y las más débiles quedaran inhibidas hasta que puedan asociarse con otras y adquirir la fuerza suficiente para traspasar el umbral de la conciencia. Su principio es que no existe la educación como algo distinto de la instrucción. El eje sobre el que se apoya toda la tarea instructiva es el interés.
El movimiento de renovación educativa, escuela nueva, escuela activa o educación progresiva coincide con los comienzos de la Psicología de la Educación, y surge como reacción al idealismo y positivismo filosóficos y a la escuela tradicional. El desarrollo de los sentimientos comunitarios y la formación para la democracia figuran en primer rango de los ideales educativos de la “escuela nueva”. La figura principal es Dewey. Hay 3 aspectos importantes de la escuela nueva:
Actitud hacia el niño: la infancia es concebida como una edad que tiene su funcionalidad y finalidad en sí misma, regida por sus propias leyes y con necesidades particulares. La educación debe ser la vida misma de los niños. Insiste en la fundamentación psicológica de la educación.
Alumno como eje de la actividad educativa: la relación autoridad-sumisión de la escuela tradicional es sustituida por una relación de afecto dentro de un clima de democracia y libertad. El papel del maestro es el de orientación y guía del aprendizaje.
El contenido de la enseñanza: las experiencias cotidianas son las únicas que pueden motivar al alumno. Aprender es aprender a resolver problemas vitales y no mera acumulación de conocimientos
Aparición y desarrollo
Comienzos (1880-1990)
Los comienzos de la Psicología de la Educación se sitúan en los últimos años del s. XIX. Galton contribuye a la Psicología de la Educación por trabajos en los que subyace su interés por la herencia y por las diferencias individuales. A él se debe la utilización por primera vez de los términos nature (naturaleza o herencia) y nurture (influencia del medio y la educación). Se ocupó también del estudio de las diferencias individuales que requieren dos clases de instrumentos: pruebas, con las que se puedan obtener datos cuantitativos de las capacidades de los individuos y estadísticos, para analizar los datos obtenidos. Galton ideó el índice de correlación y fundó el laboratorio antropométrico donde realizó estudios acerca de las diferencias individuales.
Hall fue el iniciador de los estudios de Psicología en EEUU. Su mayor mérito fue llamar la atención sobre la importancia de la psicología genética y los cambios que sufre el psiquismo del niño a lo largo del desarrollo, por lo que es pionero de la psicología infantil.
Cattell introdujo la Psicología experimental en Norteamérica y orientó sus trabajos al estudio de las diferencias individuales. Destaca por sus trabajos en los tiempos de reacción, la percepción y la lectura, las diferencias individuales, y sobre todo su contribución al desarrollo de los test mentales. Acuñó el término test mental y fue su promotor como instrumento adecuado para medir las diferencias individuales.
Binet introdujo en Francia los estudios de psicología del niño por la vía experimental, verificando sus investigaciones sobre diferencias individuales en escuelas. Elaboró la Escala de Inteligencia, que elaboró con Simon.
James es la figura más sobresaliente dentro de este periodo. Fue el iniciador de la corriente funcionalista norteamericana. Su psicología se caracteriza por la acentuación del carácter global del psiquismo y por considerar la conciencia como una corriente y como un instrumento de aceptación al medio. Su obra fundamental fue Principles of Psychology. Concibió la psicología de la Educación como un campo intermedio entre la psicología y la pedagogía y fue el iniciador de la corriente pragmatista en educación. La Psicología de la Educación no debe consistir en aplicar solamente los principios de la psicología de la educación. El estudio de la Psicología de la Educación capacita a los maestros para ejercer la tarea educativa con mayor competencia, tarea que consiste en la creación de hábitos prácticos, emocionales e intelectuales que preparen al hombre para la libertad y los valores morales. Dewey, junto a su mujer, Alicia Chapman, creó la Escuela experimental de Chicago. Fue junto con James uno de los iniciadores de la psicología funcionalista. Sus ideas educativas se apoyan en un concepto de hombre cuyo elemento más importante es el pensamiento, que utiliza como instrumento para mejorar su vida y resolver sus problemas. De aquí deriva su concepción pragmatista de la educación y su idea de enseñar por la acción, pues solo la acción manual e intelectual promueve la experiencia. Su doctrina educativa se puede resumir así: toda la educación se realiza por la participación del individuo en la conciencia social, La escuela es una institución social, las materias escolares no son las ciencias, sino las propias actividades del niño, el método se reduce a desarrollar las capacidades e intereses del niño, y la educación es el camino del progreso y de la reforma social. Una de las aportaciones a la Psicología de la Educación es el pensamiento crítico.
La Psicología de la Educación comienza a dar sus primeros pasos, que van a caracterizarse por la objetividad y la medida.
Constitución (1900–1918)
La Psicología de la Educación se constituye como disciplina independiente de la pedagogía y de la psicología del niño e inicia una etapa significativa por 2 razones: por los temas que van a ser objeto de investigación (aprendizaje, lectura, inteligencia y tests de rendimiento) y porque la Psicología de la Educación se va a ir configurando como un saber con personalidad propia y diferenciada.
Thorndike es la figura más relevante en estos momentos iniciales. Con él aparece por primera vez la expresión de Psicología de la Educación. Sus trabajos se pueden agrupar en tres grandes temas:
Problema del aprendizaje: lo explica en función de conexiones estímulo–respuesta, destacando el papel de las consecuencias en la fuerza de la conexión.
Problema de la transferencia de los aprendizajes: rechazando la explicación clásica de la disciplina formal y en su lugar propuso la teoría de los elementos idénticos
Su contribución al desarrollo de los test mentales
En cuanto a Judd, sus investigaciones y trabajos se centraron en 4 líneas principales: el análisis de la lectura, la formulación y discusión de los problemas de la educación superior, sus trabajos experimentales sobre el tema de la conciencia y sus trabajos sobre psicología social.
En esta etapa cobra importancia los trabajos sobre las pruebas psicométricas. La Psicología de la Educación pretendió suministrar instrumentos científicos al estudio de las diferencias individuales.
Consolidación (1918–1941)
Los hechos más relevantes que contribuyeron a la consolidación de la Psicología de la Educación fueron:
Las investigaciones sobre lectura, superdotados, las discusiones sobre la nature - nurture, y la influencia de estos estudios en relación con la inteligencia y rendimiento.
Los trabajos en el campo del Intelligence Testing y su influencia en la Psicología de la Educación
La influencia que reciben de las Escuelas de Psicología, fundamentalmente conductismo, la Gestalt y el Psicoanálisis.
Durante los años 20 y 30 la influencia del Conductismo de Watson se centra en:
La Psicología ya no es ciencia de la conciencia, sino ciencia de la conducta, una ciencia objetiva los métodos utilizados serían la observación externa y la experimentación.
Watson desarrolló muchos aspectos educativos implicados en su esquema del aprendizaje. Las diferencias interindividuales no son debidas a la herencia, sino a las fuerzas ambientales.
Al igual que Dewey, pensaba que la educación y la escuela eran el mejor medio para la renovación y el cambio de la sociedad.
La Psicología de la Gestalt, encabezada por Wertheimer, Köhler y Koffka surge como reacción contra el atomismo del estructuralismo de Wundt y Titchener y contra el conexionismo de Thorndike y el conductismo de Watson. Defienden que la mente no puede ser explicada como un mero agregado de elementos aislados y que la conducta compleja no puede ser explicada como meras asociaciones entres E-R. Las aportaciones a la Psicología de la Educación se centran en dos puntos. En primer lugar, en el tema del aprendizaje la Gestalt defiende un modelo basado en el insight: compresión interna de las relaciones entre las partes que constituyen e integran cualquier situación. El aprendizaje está interrelacionado con la percepción. En segundo lugar, con su concepción molar y unitaria de la actividad mental y de las experiencias perceptivas coincidió con algunos de los planteamientos de la “escuela nueva”. Hizo otras aportaciones en temas como la motivación, la transferencia, la creatividad, la interacción personal y la dinámica de grupo.
El Psicoanálisis nos presenta una concepción que sostiene que en la vida mental del hombre hay niveles no conscientes y la conducta de los individuos está determinada principalmente por impulsos que residen por debajo de los niveles conscientes. Explica la conducta en función del mundo interior inconsciente. Su influencia en el campo de la educación:
La importancia que concede a las experiencias de los primeros años de vida del niño en la formación y desarrollo de la personalidad.
Importancia en la educación no represiva en la que se respete la individualización e identidad del alumno.
La importancia en la relación educador - educando en el proceso educativo.
Desarrollo
A partir de los 50 empieza una etapa de florecimiento a la que han contribuido el condicionamiento operante, la psicología cognitiva, la psicología humanística, la Psicología de la Instrucción y la psicología ecológica.
Aportaciones del Condicionamiento Operante. Skinner considera que la educación es función del reforzamiento. Becker comprobó en trabajos sobre los programas reforzamiento que las conductas que se refuerzan se fijan e incrementan, mientras las no reforzadas acaban por debilitarse o extinguirse. Puso especial atención en las contingencias de reforzamiento, es decir, en las relaciones que predominan entre la conducta y las consecuencias. Los planteamientos skinnerianos impulsaron una nueva concepción y organización de las actividades educativas dentro del aula y la aparición de trabajos aplicados a la enseñanza. Entre estos, el desarrollo de la enseñanza programada y el de la modificación de conducta.
La Psicología Cognitiva. Estudia los procesos cognitivos del ser humano. Se explica el funcionamiento cognitivo considerando que su papel debe consistir en recibir información, registrarla, elaborarla y producir la respuesta. Surge en los 50 con Miller, Bruner, Goodnow, Austin… Influyeron también Piaget y la Psicología Cognitiva Soviética. Engloba todas las corrientes psicológicas que estudian el comportamiento humano desde la perspectiva de los procesos cognitivos, pudiendo ser estudiado en sus capacidades (competencia) o en sus realizaciones (actuación). Por eso, incluye un conjunto de subparadigmas entre los que hay que citar el cognitivismo tradicional de los primeros psicólogos de la Gestalt, el cognitivismo epistemológico de Piaget, la psicolingüística de Chomsky, la teoría del procesamiento de la información, el constructivismo y la psicología de la instrucción.
La aportación básica a la Psicología de la Educación es que el alumno cobra un papel activo al ser él el que planifica y dirige su propio comportamiento. El aprendizaje es asimilación de conceptos, elaboración de informaciones y solución de problemas.
La Psicología Humanística. Surge en Norteamérica y sus principales representantes son Allport, Rogers y Maslow. Ofrecen una alternativa frente conductismo y al psicoanálisis freudiano. Frente al conductismo rechazan la reducción de la psicología al estudio de la conducta externa y observable y que prescinda del método introspectivo. La psicología es para los humanistas el estudio interior de la persona, de su personalidad, a la que se accede sólo por introspección. Frente al psicoanálisis freudiano los humanistas reemplazan los instintos por las necesidades básicas.
Centran la atención en el hombre particular que resume su esencia en su personalidad, que se caracteriza por poseer una fuerza motivacional y dinámica que le impulsa a la búsqueda y desarrollo de su propia personalidad. Maslow y Rogers entienden que el objetivo general de la educación es el de ayudar al alumno a descubrir su propia personalidad y desarrollarla con la mayor plenitud dentro de un clima de libertad, de seguridad, de aceptación y de respeto.
La Psicología Ecológica. Sus influencias en el campo de la educación han desplazado la atención desde las características individuales a la consideración del escenario de la conducta escolar. Se busca interpretar la conducta humana y escolar en función de la interacción individuo-ambiente y de investigar esa conducta en un contexto natural. Tiene en cuenta las diferencias individuales y la diversidad de situaciones en las que interactúan los individuos. Bronfenbrenner habla de una ecología de la educación que estudie la relación entre las características de los alumnos y los ambientes en que viven y la relación entre los diversos ambientes.
Concepto de Psicología de la Educación: perspectiva sincrónica
Coll afirma que quien se aproxima por primera vez a la Psicología de la Educación se encuentra con dos evidencias. Por una parte, que existe un acuerdo sobre que es un conocimiento que tiene que ver con la aplicación de los principios y explicaciones de la psicología a la teoría y a la práctica educativa, y que existe un desacuerdo en casi todo lo demás: en qué consiste la aplicación, en los contenidos que incluye…
La nota más característica que envuelve a la Psicología de la Educación es su falta de identidad, y cuyas razones se pueden concretar, principalmente, en los siguientes aspectos: 1) que su nacimiento tiene lugar como una disciplina puente entre la psicología y la educación, 2) que no hay coincidencia entre los principales especialistas respecto a si es un saber básico o aplicado, 3) en la variedad de modelos en los que se ha fundamentado a la hora de construir sus conocimientos y 4) en la complejidad y ambigüedad de su objeto y de sus contenidos.
Situación disciplinar
La Psicología de la Educación: una disciplina puente
La posición intermedia entre la psicología y la educación es uno de los obstáculos para su conceptualización. Nos encontramos con un problema para delimitar su campo y frontera, lo que supone un problema importante a la hora de buscar su identidad. El hecho de haberse configurado como una disciplina puente ha dado lugar a que participe al mismo tiempo de las características de ambas. La aparición de la Psicología de la Educación como una disciplina puente hace que se configure como un saber que tiene como objeto la educación, y que para ello se sirva de principios y explicaciones pertinentes extraídos de la psicología.
La Psicología de la Educación: ¿disciplina básica o disciplina aplicada?
Uno de los problemas más importantes de nuestra disciplina es si es una disciplina básica o aplicada. La tendencia más generalizada consideraba que la Psicología de la Educación es una rama de la psicología que se ocupa en aplicar los principios de la psicología a la situación educativa. Su tarea consiste en extraer de la Psicología General aquellos conocimientos que son más pertinentes para la comprensión del fenómeno educativo y en aplicar sus principios, en especial los relativos al aprendizaje. Este punto de vista tiene su raíz en Thorndike.
Dentro de este enfoque se incluyen todas las concepciones que señalan que la misión de la Psicología de la Educación es extraer los conocimientos que son potencialmente relevantes para una mejor comprensión y una planificación más eficaz de los procesos educativos. Un ej de esta posición es Lindgren, quien dice que la Psicología de la Educación consiste en la aplicación de los principios y técnicas psicológicas en la elaboración de técnicas y programas educativos y en la solución de problemas educacionales.
Otras posiciones defienden su carácter independiente, apoyados en la tesis de que la Psicología de la Educación es una psicología que tiene su origen en las propias situaciones educativas: escuela, familia u otros ambientes educativos, y que se delimita como una disciplina puente entre la psicología y la pedagogía. Según esta posición, la Psicología de la Educación sería una disciplina diferenciada y distinta de la psicología, con unas teorías, unos problemas propios y una investigación orientada a dar respuestas a los interrogantes principales acerca de la esencia del aprendizaje y la enseñanza dentro del aula. Ej son Bruner, para quien el campo de la Psicología de la Educación es la teoría de la instrucción por lo que reclama su independencia de otras áreas, o Wittrock que alienta a que se configure como un estudio científico del comportamiento humano en ambientes educativos.
La solución es considerar estas posiciones como complementarias. La Psicología de la Educación es dependiente de la Psicología General en su fundamentación y autónoma en su desarrollo y realización. Éste es el punto de vista actual. Defienden esta posición:
Travers: la Psicología de la Educación debe aplicar los hallazgos de la Psicología General a la educación, iniciar la experimentación diseñada con propósitos exclusivamente educativos y mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Glaser: la psicología de la educación sería una psicología aplicada, que aunque su desarrollo lo fundamente la ciencia básica no se reduce ni se confunde con él.
Ausubel: La Psicología de la Educación es una disciplina aplicada, pero no es una psicología general aplicada a los problemas educativos
Variedad de modelos
Genovard distingue los siguientes modelos: el modelo clásico de Thorndike, el modelo social, el modelo comportamental, el modelo interaccionista, el modelo cognitivo y el modelo funcionalista ecológico. En opinión de Beltrán los que se han impuesto en los últimos años son:
El modelo comportamental, que surge a partir del condicionamiento operante de Skinner, que señala que está basado en dos principios fundamentales: la frecuencia de una respuesta depende de sus consecuencias y el orden de la conducta consiste en una serie de relaciones funcionales entre la conducta de un organismo y su ambiente, por lo que el conocimiento de las relaciones estímulo-respuesta permitirá predecir y controlar la conducta.
El modelo cognitivo señala que entre los estímulos y las respuestas hay unas estructuras y unos procesos cognitivos responsables de la actividad del individuo. Va a ser el conocimiento de esos procesos y de cómo se procesa la información el fundamento para explicar cómo aprenden los alumnos y para el diseño de su instrucción.
El modelo interactivo, del que Glaser es el principal exponente, aboga por una interacción continua entre aplicación, tecnología e investigación básica como modo de proceder en Psicología de la Educación. El papel del psicólogo es contribuir a aumentar el conocimiento y a mejorar la práctica.
Para Trespalacios lo característico de la psicología de hoy es el crecimiento de ramas o especialidades de la psicología y su desarrollo profesional. Con una característica común: fundamentación en la psicología experimental.
Objeto Y Contenido De La Psicología de la Educación
Esta disciplina se ve debilitada en su eficacia práctica debido a la complejidad, heterogeneidad y ambigüedad de su objeto. Desde un principio, el núcleo central de esta disciplina ha sido el aprendizaje. A partir de la incidencia del conductismo, el tema del aprendizaje fue ampliando cada vez más el área de sus investigaciones, sobrepasando los límites que corresponderían a las exigencias de las actividades educativas. Consecuencia de ello ha sido que la Psicología de la Educación ha centrado y limitado su campo de estudio al aprendizaje que acontece en el aula. Ausubel, Gage y Berliner son ej de esta postura.
Pero la restricción de la psicología de la educación al estudio del aprendizaje en el aula también presenta problemas. También podemos observar esfuerzos que se dirigen a estudiar algunos tipos de prácticas educativas no escolares como las que tienen lugar en el marco de la familia. La contrapartida es que las fronteras de la disciplina se diluyen al ampliar su foco de interés y se hace más difícil precisar su identidad.
La cuestión de los contenidos es otro problema. Una manera de conceptualizar la Psicología de la Educación ha sido la de considerarla como una psicología aplicada a la educación. Según este enfoque la tarea de la Psicología de la Educación consiste en extraer de la psicología los conocimientos más relevantes para una mejor comprensión y una planificación más eficaz del proceso educativo. James siguió una estrategia muy selectiva, escogiendo sólo las ideas que le parecían pertinentes para la educación, seleccionando la atención, memoria, interés, voluntad, hábito y la conciencia. En la actualidad hay cuatro campos que tienen una mayor importancia para la práctica educativa: la psicología del aprendizaje, la psicología del desarrollo, la psicología de la personalidad y la psicología social.
La solución ya la hemos mencionado: considerar la Psicología de la Educación como una disciplina que se fundamenta en la psicología general y cuyo desarrollo es autónomo e independiente. Ausubel señala que el objeto de la Psicología de la Educación es la naturaleza, las condiciones, los resultados y evaluación del aprendizaje que se realiza en aula, y, al mismo tiempo rechaza que sea una amalgama de temas como el desarrollo infantil, la psicología del adolescente, la psicología de la personalidad, la dinámica de grupos…, que deben ser considerados sólo en la medida en que afectan y son relevantes para el aprendizaje en el aula. Sprinthall y Oja señalan que una de las principales dificultades que encontramos para comprender esta disciplina es su naturaleza híbrida entre la psicología y la educación. Una posibilidad para avanzar es saber cuál es el verdadero problema que intenta resolver la Psicología de la Educación. La respuesta es el proceso enseñanza-aprendizaje.
Si examinamos libros, revistas… que se publican bajo el titulo de Psicología de la Educación nos aproximaríamos también a los contenidos que consideran relevantes por los especialistas. Beltrán examinando artículos y Navas analizan distintos manuales, y han llegado a dos conclusiones: que no es una disciplina unificada y que bajo el rótulo de Psicología de la Educación se incluyen contenidos que proceden de distintas áreas: aprendizaje, motivación, pensamiento, personalidad…
Un tercer hecho es claro: la tendencia a estructurar los contenidos en torno al proceso enseñanza–aprendizaje, y en torno a él los contenidos se ocupan del estudio de la naturaleza, de los principios, de las condiciones, de las variables y de la evaluación de dicho proceso. No obstante, se mantiene un desacuerdo importante: si el estudio debe restringirse al aprendizaje en el aula o debe ocuparse del aprendizaje en ambientes extraescolares. La Psicología de la Educación debe ocuparse preferentemente del proceso en el aula, pero no se debe cerrar las puertas a un enfoque más abierto que recoja otros ambientes extraescolares donde también se produce.
Psicología de la educación y disciplinas afines
Psicología de la Educación y Psicología de la Instrucción
Se cuestiona la eficacia de la aplicación de las teorías del aprendizaje a la enseñanza en las aulas, defendiendo el abandono de las teorías del aprendizaje por la sustitución de teorías de la enseñanza. Smith fue uno de los primeros en defender que el aprendizaje y la enseñanza son procesos totalmente diferentes. Bruner distingue entre teorías de la instrucción y teorías del aprendizaje y opinaba que las primeras son descriptivas, mientras que las segundas son prescriptivas, es decir, proporcionan orientaciones sobre la forma en que se puede enseñar con eficacia.
Estos son los comienzos de la Psicología de la Instrucción, donde el término instrucción se utiliza como sinónimo de enseñanza, aunque con un matiz: se trata de la enseñanza de algo específico y en situaciones específicas y definidas con claridad, con objeto de inducir el aprendizaje de los alumnos. En 1969 aparece por primera vez un capitulo con el titulo de Psicología de la Instrucción. En 1977 hay una novedad para la configuración de la Psicología de la Instrucción a partir de la revisión de Wittrock y Lumsdaine, en la que la concepción del aprendizaje basado en el conductismo deja paso a una concepción cognitiva en la que el estudiante es visto como un procesador activo de información que utiliza procesos cognitivos. Desde entonces el sello cognitivo de la Psicología de la Instrucción va a ser uno de sus rasgos principales e irá olvidando sus comienzos conductistas y se irá configurando como una disciplina cognitiva interesada en el desarrollo de los procesos mentales a través de la instrucción, e interesada, cada vez más, en el diseño de una enseñanza eficaz de las materias escolares.
La Psicología de la Instrucción empieza a germinar con la distinción entre aprendizaje y enseñanza como procesos diferentes e independientes. Pero esta separación tan radical no es acertada, pues, aunque son dos procesos distintos, son al mismo tiempo dos procesos relacionados. Para Ausubel una teoría del aprendizaje es el punto de partida para descubrir los principios generales de la enseñanza, ya que existe una relación íntima entre saber cómo aprenden los alumnos y cuáles son las variables del aprendizaje y saber qué debe hacer el maestro para ayudar a los alumnos en su proceso de aprendizaje.
La Psicología de la Instrucción no es una alternativa a una Psicología de la Educación, sino una rama o una especialidad de la Psicología de la Educación que se ocupa de las aplicaciones de esta última disciplina al desarrollo de la instrucción en todos los niveles educativos. Esta opinión es compartida por autores. Según Coll la Psicología de la Instrucción debe ser considerada como parte de la Psicología de la Educación, que se ocupa específicamente de los procesos de cambio provocados por las situaciones escolares de enseñanza y aprendizaje. Según Genovard y Gotzens la Psicología de la Instrucción es una disciplina científica y aplicada desarrollada a partir de la Psicología de la Educación que estudia las variables psicológicas y su interacción con los componentes de los procesos de enseñanza–aprendizaje.
Para Beltrán la Psicología de la Instrucción es una rama de la Psicología de la Educación que estudia los procesos de enseñanza–aprendizaje relacionados con el currículo, en un nivel más bien molecular y en situaciones deliberadas. Ambas disciplinas tienen el mismo objeto de estudio, y esto es lo que las une, pero la Psicología de la Instrucción considera ese objeto de manera distinta. Señala los siguientes criterios que pueden servir de base para establecer las diferencias:
Amplitud del objeto de estudio: el objeto de la Psicología de la Instrucción es más restringido, pues se limita a los procesos enseñanza-aprendizaje relacionados con los contenidos curriculares.
Contexto: la Psicología de la Instrucción aborda los procesos de enseñanza-aprendizaje en un contexto más restringido y específico que la Psicología de la Educación.
Perspectiva: la de la Psicología de la Instrucción es molecular y microscópica, y la de la Psicología de la Educación es molar y macroscópica.
Enfoque: la Psicología de la Instrucción adopta un enfoque cognitivo, mientras que la Psicología de la Educación se inscribe también dentro de otros enfoques, como el conductista, el ecológico y el observacional.
Beltrán señala 3 diferencias entre Psicología de la Instrucción y Didáctica: 1) el foco de atención: la psicología de la Instrucción se preocupa más del sujeto que aprende, mientras que la didáctica se preocupa más del sujeto que enseña, 2) el objeto de estudio: la Psicología de la Instrucción estudia más la teoría del aprendizaje, y la didáctica la teoría de la enseñanza, 3) los contenidos: la Psicología de la Instrucción se preocupa de los procesos del aprendizaje y la Didáctica de los contenidos curriculares.
Psicología de la Educación, Psicología Escolar y Psicopedagogía
Las tres son intermedias a la psicología y la pedagogía o educación. La distinción entre la Psicología de la Educación y Psicología Escolar se presenta clara en EEUU. Allí el psicólogo de la educación es el psicólogo cuya actividad consiste en investigar, diseñar, elaborar y evaluar métodos, procedimientos y técnicas para el aprendizaje en el aula, mientras que la actividad del psicólogo escolar es más práctica y consiste en el diagnóstico, orientación y ayuda a los escolares. En otros países como Inglaterra o España no existe esta diferenciación.
La Psicología escolar nace como una actividad de diagnóstico y orientación limitada a los alumnos inadaptadas y/o fracaso escolar. Este modo de entender la orientación fue superado por una concepción más amplia y educativa. Ahora el objetivo general de la orientación se dirige a todos los alumnos, a todo el proceso educativo: aspectos de organización y funcionamiento del centro, función principal de asesorar y colaborar con el profesorado en el diseño y desarrollo del proceso enseñanza–aprendizaje.
La Psicología Escolar se nos presenta como una psicología aplicada, rama instrumental de la psicología de la Educación. Se ocupa de aspectos directamente aplicados al ámbito escolar. La función del psicólogo escolar es práctica, y consistirá en asesorar y colaborar con el profesorado en el diseño y desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje. La labor de la Psicología de la Educación consiste en identificar, analizar y describir los procesos y variables psicológicas que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y diseñar, desarrollar y evaluar procedimientos para la instrucción. Su función es investigadora. La actividad del psicólogo escolar se desarrolla en la escuela y se resume en 3 objetivos:
Conocimiento de las características intelectuales, emocionales y sociales del alumno, de manera que pueda emitir un diagnóstico de sus características personales y de sus necesidades y posibilidades educativas.
Ayudar a los alumnos a que tomen conciencia de ellas para que éstos, de un modo consciente y responsable, consigan un progreso escolar satisfactorio, un desarrollo constructivo de su personalidad y un ajuste escolar, familiar y social.
Cooperar, mediante el asesoramiento y consejo, con los demás estamentos de la institución escolar, para conseguir la mayor eficacia posible en la consecución de los objetivos educativos
Esta concepción no ha llegado a ser asumida por los psicólogos escolares en nuestro país, que se limitan a la identificación, diagnóstico y asesoramiento de los alumnos con necesidades educativas especiales.
La formación básica del psicopedagogo debe tener 2 pilares: conocimientos procedentes de la psicología de la educación y de la instrucción, del aprendizaje, del desarrollo, de la psicología social y de la psicología clínica infantil, y conocimientos procedentes de la didáctica, de la orientación vocacional y profesional y de la sociología de la educación y de la organización escolar. Las aportaciones de estas disciplinas deben articularse en torno a 4 núcleos de contenidos: los procesos educativos escolares, asesoramiento, características y funcionamiento de la institución escolar y del sistema educativo y la atención a la diversidad.