Desarrollo histórico I. Etapa precientífica y establecimiento como disciplina científica

Sistematización científica del estudio de las diferencias

El anclaje conceptual y metodológico de la PD en el marco de las ciencias vendrá de la mano de la confluencia de la teoría darvinista de la evolución y de las aportaciones fundamentales del británico F. Galton, así como el desarrollo de la vertiente aplicada que éste otorga a la evaluación de las características psicológicas.

Anclaje conceptual y metodológico de la disciplina

Darwin

Darwin lleva a cabo la sistematización científica de la Teoría de la Evolución, partiendo de dos cuestiones fundamentales:

  • ¿Cuál es el mecanismo de selección de la naturaleza por el que determinados individuos de una generación son eliminados?
  • ¿Cuál es el objetivo que dicho mecanismo persigue?

Sin embargo, la frase “supervivencia del más apto” debe ser atribuida a H. Spencer.

Principales contribuciones de Darwin al establecimiento de la PD:

  • Revolución metodológica para la psicología al vincular estrechamente el psiquismo humano con las ciencias biológicas, lo que permitiría convertirse en una ciencia natural.

  • El estudio de las diferencias individuales (o variaciones relevantes) pasa a constituirse en elemento básico de un sistema teórico, y la importancia concedida a dichas diferencias propicia que éstas sean consideradas el auténtico motor de la evolución de la naturaleza, derivando posteriormente, entre otras cosas, en la constitución de un nuevo ámbito científico: Psicología de las diferencias individuales. Éste hará referencia a la amplitud de dichas diferencias en variables mensurables a partir de una metodología científica y bajo una orientación marcadamente geneticista.

  • Considerar que es necesario demostrar en relación con la herencia de rasgos psicológicos:

  • Que las variaciones interindividuales presentes en un momento dado de la evolución son suficientemente amplias como para poder afirmar la existencia de una diferenciación apreciable en las oportunidades de supervivencia.

  • Que existe un cierto grado de estabilidad de estas variaciones de una generación a la siguiente.

  • El concepto de adaptación al ambiente.

Galton

La figura más emblemática de la actitud evolucionista aplicada a la psicología en el siglo XIX fue Galton, padre fundador de la PD. y clave fundamental en el establecimiento del estudio científico de las diferencias individuales desde un marco psicológico.

De lo general a lo individual: Wundt vs. Galton

La Psicología de Wundt tenía como objetivo central descubrir las leyes generales de la mente humana, estudiar el funcionamiento característico y común de las personas normales. Sin embargo, no era capaz de responder a las exigencias de una sociedad crecientemente industrializada, en pleno desarrollo, que necesitaba, cada vez con mayor urgencia, una gama de conocimientos prácticos.

Galton inicia el camino aplicando los principios de la variación, selección y adaptación, al estudio de los seres humanos y las razas. Las diferencias individuales fueron tratadas de forma seria como objeto legítimo de la misma frente a la Psicología de corte wundtiano.

La mayor contribución de los psicólogos experimentales a la constitución de las PD fue la demostración de que los fenómenos psicológicos son susceptibles de medición y estudio objetivo y, en última instancia, la concepción de la psicología como una ciencia empírica.

Principales aportaciones de Galton

Sus aportaciones se configuran dentro de lo que podríamos denominar PD clásica.

Desarrollo del modelo y objeto de estudio de las diferencias individuales:

  • Centró el objeto de sus investigaciones en el interés por lo individual y, de forma específica, en las diferencias individuales en las capacidades humanas bajo una perspectiva adaptativa y biológica.
  • El objeto de la primera Psicología de las diferencias individuales habría de ser una psicología de los procesos mentales simples.
  • El conocimiento de las diferencias individuales vendrá dado por un análisis exhaustivo de las respuestas o ejecuciones en determinadas tareas, prefigurando, de este modo, el paradigma clásico de la PD.

Creación de numerosas pruebas y estrategias de evaluación para obtener medidas directas de las funciones mentales:

  • El desarrollo de aparatos y métodos adecuados para poder llevar a cabo una evaluación individual de un modo fácil y rápido.

Un tipo de instrumento de evaluación característico y propio (posteriormente se llamaría test mental, Cattell-1980).

Enfoque cuantitativo y desarrollo de procedimientos estadísticos para el estudio de las diferencias individuales en características mentales:

  • Todo rasgo ocurrente en la naturaleza forma parte de una distribución normal en torno a una media.
  • Trabajó en el desarrollo del método estadístico de la correlación, a partir de la idea central de la asociación o vinculación entre las variaciones estudiadas. Estas ideas habían tomado cuerpo en la noción regresión a la media y se consolidan en el Coeficiente de Correlación, con su discípulo K. Pearson (1892).

Desarrollo y aplicación de diversos métodos científicos para el estudio del origen de las diferencias individuales:

  • Las habilidades naturales del hombre se derivan de la herencia, exactamente bajo las mismas limitaciones que las formas y las características físicas de todo el mundo orgánico.
  • Enunció una de las principales controversias en el estudio de las diferencias individuales: el origen de las mismas (debate Nature/Nurture o naturaleza vs crianza).

Consolidación de la PD como disciplina científica

Sistematización conceptual

La toma de conciencia definitiva y, por consiguiente, el establecimiento formal de la nueva disciplina, podríamos situarla en torno a dos hechos concretos:

En 1895, A. Binet y V. Henri confieren un nombre para esta nueva área de investigación en su artículo “La Psicología Individual”, en el que la presentaban con una identidad ya definida y fundamentada a partir de un primer análisis sistemático de los siguientes objetivos y métodos:

  • El estudio de la naturaleza y alcance de las diferencias individuales en los procesos psicológicos.
  • El descubrimiento de las interrelaciones entre los procesos mentales de los distintos individuos, hasta llegar a una clasificación de rasgos, y la determinación de cuáles son sus funciones básicas.

El segundo hito formal son las obras de W. Stern “Sobre la psicología de las diferencias individuales (ideas para una PD)” de 1900, en donde complementa los aspectos recogidos por Binet y Henri.

En el mencionado texto, posteriormente revisado, la disciplina está conceptuada en torno a tres cuestiones:

  • a) La naturaleza y alcance de sus manifestaciones para la vida psicológica, no sólo de los individuos, sino también de los grupos.
  • b) Los factores que determinan o afectan a las diferencias; es decir, el origen y desarrollo de las diferencias individuales.
  • c) Las formas en que se manifiestan las diferencias, incidiendo, así, sobre la necesidad de avanzar en el estudio de métodos e índices de evaluación adecuados.

El papel de las escuelas en la consolidación y primeros desarrollos de la PD

Los psicólogos americanos

En una atmósfera evolucionista centrada en la lucha por la superación y el perfeccionamiento individuales y nacionales, surge la figura de J. Cattell, que propulsó una corriente cuyo objetivo sería la medición de las capacidades humanas a partir de lo que él habría de denominar Test Mental.

Para Cattell, la medición de los procesos simples y muy específicos posibilitaría el estudio de las facultades y capacidades humanas. Centró su interés en el estudio de las diferencias entre individuos en las respuestas que éstos proporcionaban a los tests.

Las diferencias individuales requieren que las personas ocupen aquellos puestos apropiados a sus capacidades. De esta forma se entraba a fondo en la cuestión de la selección.

El fracaso de la capacidad predictiva de los tests diseñados por Cattell, a través de las comprobaciones hechas por su discípulo Wissler, se puso de manifiesto tanto por la ausencia de correlaciones significativas entre los mismos y el rendimiento académico, como por la falta de transfer o transferencia del resultado de una prueba a otra. Si las pruebas no servían para el propósito con el que fueron concebidas, ¿qué uso tenían? La respuesta obvia hizo que, en esa época dejaran de interesar los test al estilo propuesto por Galton y Cattell.

La influencia de Cattell también quedó reflejada en la que ejerció sobre sus discípulos. Uno de ellos fue Woodworth (1869-1962), cuyo trabajo resulta esencial a la hora de entender el problema de las diferencias individuales en el ámbito experimental. Otro discípulo digno de mención es L. Thorndike (1874-1949), psicólogo conocido por sus aportaciones en el campo del aprendizaje.

La escuela inglesa

Destaca Ch. Spearman. La observación de las correlaciones positivas que mantenían entre sí las diferentes pruebas de inteligencia le condujo a proponer la existencia de una única capacidad intelectual.

Propuso la Teoría Bifactorial de la Inteligencia mediante el análisis factorial, es decir, la existencia de una factor general “g”, que representaba la energía mental característica del sujeto presente en todas las pruebas de capacidad mental, y un número indeterminado de factores específicos “s”, propios de las distintas tareas o tests, que dependían, a su vez, de “g”.

Spearman dará un fuerte impulso a la nueva psicología de carácter correlacional.

El objetivo final será la representación formal de las dimensiones últimas o básicas de la diferenciación individual a partir de los denominados factores.

Tras Spearman, su discípulo Cyril Burt se convirtió en líder de la escuela inglesa.

Principales características de la Escuela Británica:

  1. Consideración de que la naturaleza de la mente debe ser explorada a través del análisis de una serie de elementos simples.
  2. Rechazo abierto a los métodos introspectivos.
  3. Apoyo a una psicología correlacional que establezca de forma objetiva las relaciones entre rendimiento de los sujetos en los test mentales y las actividades mentales más interesantes.
  4. Rechazo a las teorías clásicas de las facultades y al recurso de la intuición del experimentador.
  5. Propuesta de no adoptar ninguna posición teórica al comienzo de la investigación para que se pueda llegar a averiguar de forma empírica cuáles pueden ser los conceptos teóricos más importantes a considerar.
  6. Uso de muestras de personas representativas de la población normal en los experimentos psicológicos.
  7. Estudio de los fundamentos cognitivos del rendimiento de las distintas personas en las pruebas o test mentales. Esto se basa en la obra de Spearman “La naturaleza de la inteligencia y los principios de la cognición”, primer estudio cognitivo sistemático en la historia de la psicología.

La escuela francesa

Destaca A. Binet, quien dio un giro al objetivo y medida de los procesos mentales y situó el foco de análisis de las capacidades mentales en un nivel distinto: los procesos mentales superiores y complejos, un modelo que se impuso en 1905.

Junto a H. Beaunis, Binet fundó el primer laboratorio francés de psicología en la Universidad de la Sorbona de París en 1889, donde pudo desarrollar sus ideas.

Se ocupó de encontrar una manera científica de definir el retraso mental, así como de medir la inteligencia de los niños escolares.

Su aportación más relevante para la PD fue la normalización y estandarización de una entrevista de forma que permitiera la comparación entre individuos en cuanto a su nivel de inteligencia.

En 1905, junto a su colega T. Simon, Binet publicó “La escala métrica de la Inteligencia”. El nivel normal del resultado obtenido en la prueba definía la edad mental (EM) con independencia de la edad cronológica (EC), midiendo el retraso mental por la diferencia entre EM y EC. Las pruebas de inteligencia propuestas por Binet eran de aplicación individual y debían administrarse en una exploración casi clínica, que contrasta con el test de inteligencia estándar, tal y como lo conocemos hoy.

Terman publicó en 1906 una revisión mejorada de la escala Binet-Simon para la población americana. Pronto fue conocida como la escala “Standford-Binet” y constituyó la mejor prueba disponible para la evaluación de la inteligencia individual.

El trabajo de Binet consiguió dar un tremendo impulso a los desarrollos iniciales del enfoque psicométrico.

La concepción ambientalista y no determinista de la inteligencia que tenía B. le acercó a la educación compensatoria, que él llamó “ortopedia mental”, orientada a incrementar el nivel intelectual de los retrasados.

La escuela alemana

L.W. Stern conceptualiza la disciplina y las reglas que han de gobernar su metodología, siguiendo, ante todo, una orientación empírica y estadística.

Se le atribuye la paternidad del concepto de rasgo, tal y como se ha venido aplicando a la psicología de la personalidad.

Defiende una orientación transaccional en el papel de los componentes biológicos y ambientales que se encuentran implicados en el proceso de individualización humano.

Stern denominó Psicología personalística al estudio de la individualidad o de la persona entendida como unitas multiplex, esto es, como unidad compleja formada por diversas disposiciones, un grado relativo de libre voluntad y cierta apertura a las condiciones del entorno.

En su obra encontramos una interrelación entre la PD y aplicada, reflejada en las bases teóricas de lo que el autor vino a denominar psicotécnia.

W. Stern, L. Terman y el desarrollo del Cociente Intelectual (CI)

La influencia de Binet en el trabajo de Stern es manifiesta. Fruto del interés de éste por las diferencias individuales en la inteligencia y el desarrollo, en 1911 reformula la relación entre la EM y la EC y establece el Cociente Mental (CM=EM/EC).

Mediante este cociente Stern pretendía garantizar cierta constancia a la hora de interpretar los avances y retrasos del rendimiento en distintas etapas evolutivas, indicando la velocidad de aprendizaje con independencia de la edad. Limitaciones importantes: un uso correcto solo se cumpliría en el caso de que el aumento del rendimiento con la edad se produjera de forma lineal, y esto no se corresponden con la desaceleración que se produce a partir de los 12 años. Es decir, este cociente no es válido en edad adulta.

Posteriormente, en 1916 Terman habló de Coeficiente de Inteligencia (CI=CM x 100).

Extensión del desarrollo y la aplicación de los “Tests mentales”

Los denominados “nuevos psicólogos”, de orientación aplicada, decidieron acogerse a la modalidad ofrecida por Binet y el interés por la evaluación de la inteligencia recobró un nuevo impulso. Su talante eugenista y la formación en la tradición meramente cuantitativa y estadística de los “nuevos psicólogos”, condujeron a una aplicación masiva de los tests de inteligencia dirigidos a la selección de individuos en diferentes ámbitos.

En esta línea, R.M. Yerkes, entonces presidente de la APA, pensaba que la inteligencia general (g) era la esencia de la evolución y que había trascendido del mundo animal al de los humanos. Precisamente bajo su dirección, se avanzó mucho en el campo durante la primera mitad del siglo XX, especialmente en la I Guerra Mundial. Los nuevos test expandían horizontes a la hora de su aplicación. Encontramos:

  • Test colectivos, como el Army Alpha aplicables a la población de reclutas en general.
  • Test no verbales de Inteligencia, como el Army Beta, construidos para personas iletradas destinados a paliar el sesgo cultural de los test existentes hasta el momento.
  • Test de aptitudes especiales y rendimiento, en diversas tareas.

Sin embargo, los tests (tanto los colectivos como los no verbales) se hallaban contaminados culturalmente, es decir, lo que medían no era sólo la inteligencia, sino también la cultura de los sujetos, poniéndose de manifiesto a partir de entonces que la distinción entre lo que proporciona la naturaleza y lo que es fruto de la crianza y educación no era fácil de separar en la medición de la inteligencia.

El desarrollo de nueva técnicas estadísticas, como el Análisis Factorial, a partir de los años treinta, contribuyó a incrementar el auge de los tests.

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