Conducta elicitada, habituación y sensibilización

La naturaleza de la conducta elicitada

Todos los animales reaccionan a los eventos que tienen lugar en su entorno (comida en la boca= sabor, polvo en el ambiente = estornudo, superficie caliente = retirar la mano).

Gran parte de la conducta tiene lugar como respuesta a los estímulos, es decir, ocurre de forma elicitada (se quiera o no) El concepto de reflejo Un reflejo conlleva un estímulo elicitante y su correspondiente respuesta.

La especificidad de la relación entre un estímulo y su respuesta refleja es una consecuencia de la organización del sistema nervioso. En los vertebrados, los reflejos simples suelen estar mediados por tres neuronas:

  1. Neurona sensorial o aferente: la activa el estimulo ambiental y transmite el mensaje sensorial a la médula espinal.

  2. Neurona motora o eferente: el impulso neural se transmite a la neurona motora que activa el músculo involucrado en la respuesta refleja.

  3. Interneurona: comunica los impulsos entre la neurona sensorial o aferente y la motora o eferente.

La neurona sensorial y la motora rara vez se comunican directamente.

Determinadas neuronas sensoriales se conectan al conjunto correspondiente de neuronas motoras, este “cableado” hace que una respuesta refleja esté elicitada únicamente por un conjunto limitado de estímulos.

El conjunto formado por la neurona sensorial o aferente, la Interneurona y la neurona motora o eferente constituye el arco reflejo Arco reflejo: Estructura neural que consiste en una neurona aferente o sensorial, una Interneurona y una neurona eferente o motora y que permite que un estímulo pueda elicitar una respuesta refleja.

En vertebrados el arco reflejo representa el número mínimo de conexiones neurales necesarias para que tenga lugar el acto reflejo, aunque puede haber más estructuras.

Incluso los reflejos sencillos pueden estar influidos por el sistema nervioso superior.

Los reflejos contribuyen al bienestar del organismo (supervivencia).

Los reflejos constituyen la mayoría de la conducta de los recién nacidos (reflejos de succión, reflejo de oclusión respiratoria (inclina la cabeza hacia atrás y si no funciona llora

porque el llanto requiere una vigorosa expulsión de aire, el suficiente para eliminar la oclusión)) Pautas de acción modal Algunas formas de conducta elicitada tienen lugar únicamente en una especie o en un grupo de especies relacionadas (succión en mamíferos, picoteo en gaviotas…) aunque ambas especies dependen de la alimentación de sus padres lo hacen de modo distinto.

A las secuencias de respuestas típicas de especies particulares, como las que aparecen en las crías, se las llama pautas de acción modal o PAMs Pauta de acción modal: patrón de respuesta exhibido de forma similar por la mayoría de los miembros de una misma especie. Las pautas de acción modal se utilizan como unidades básicas de conducta en las investigaciones etológicas del comportamiento.

Una característica importante de las pautas de acción modal es que el umbral de estimulación necesario para que estas se pongan en marcha varía en función de las circunstancia. El mismo estímulo puede tener efectos diversos dependiendo del estado fisiológico del animal y de las acciones que haya realizado recientemente.

Las pautas de acción modal fueron originalmente identificadas por los etólogos (científicos interesados en la evolución del comportamiento).

Los primeros etólogos como Lorenz o Tinbergen se refirieron a los patrones propios de cada especie como “pautas de acción fija” enfatizando así que dichas actividades tenían lugar de forma similar en todos los miembros de la especie.

Observaciones posteriores indicaron que no se realizan siempre igual, debido a esa variabilidad ahora se utiliza el término “pautas de acción modal” Estímulos elicitantes de las pautas de acción modal Los estímulos elicitantes pueden identificarse fácilmente en los reflejos simples (sobresaltarse ante un ruido), pero es más difícil de aislar en interacciones sociales complejas (el polluelo de gaviota arenquera ha de picotear el pico de su progenitor para que regurgite la comida, la respuesta a qué es lo que estimula ese picoteo del polluelo no puede determinarse por simple observación ya que ese picoteo puede deberse a varias razones (color, forma, longitud, ruido…). Tinbergen y Perdeck (1950) estudiaron sobre esos motivos utilizando modelos artificiales y demostraron que un modelo artificial debe reunir diversas características para provocar la respuesta de picoteo.

Esos rasgos específicos que se requieren para elicitar la conducta se llaman estímulo señal o estimulo desencadenante.

Estimulo señal o desencadenante: Rasgo específico de un objeto o animal que elicita una pauta de acción modal en otros organismos.

Un estímulo señal o desencadenante es suficiente para elicitar una pauta de acción modal. Sin embargo, una determinada pauta de acción modal puede estar controlada por varios rasgos del estímulo de forma aditiva. Además, el estimulo que elicita con mayor efectividad la pauta de acción no tiene porque ser el que ocurra con mayor probabilidad en condiciones naturales (ver estudio de Baerends y Drent sobre la conducta de la recuperación de huevos de la gaviota arenquera. Página 33 del manual).

Cuando se identifican los rasgos que provocan la respuesta elicitada es posible combinarlos para fabricar un objeto que sea más efectivo que el propio objeto natural como elicitador de la pauta de acción.

Estos estímulos inusualmente efectivos reciben el nombre de estímulos supranormales Estímulo supranormal: Estímulo señal artificialmente agrandado o exagerado que elicita una respuesta inusualmente vigorosa.

La organización secuencial de la conducta Las respuestas no tienen lugar aisladas unas de otras, sino que las acciones individuales se organizan en secuencias efectivas.

Toda conducta motivada o dirigida a metas, ya sea buscar comida, encontrar pareja etc, involucra secuencias de acciones sistemáticamente organizadas.

Los etólogos llamaron conducta apetitiva a los primeros componentes de la secuencia de comportamiento y conducta consumatoria a los últimos. Por ejemplo, masticar y tragar consuman la búsqueda de comida (consumación, conclusión). Las respuestas consumatorias tienden a ser pautas de acción modal específicas de la especie. Las conductas apetitivas, por el contrario, son más variables dependiendo del entorno (diferentes formas de cocinar de cada etnia: conducta apetitiva, todas mastican y tragan del mismo modo: conducta consumatoria)

Conducta apetitiva: Conducta que tiene lugar al principio de una secuencia natural de conducta y que sirve para poner al organismo en contacto con un estímulo desencadenante.

Conducta consumatoria: Conducta que lleva a consumar o completar una secuencia natural de conducta. Las respuestas consumatorias son, por lo general, patrones de acción modal específicos de la especie.

Los teóricos del aprendizaje están tomando cada vez mayor conciencia de la importancia de considerar las secuencias de conducta naturales.

Al estudiar cómo los animales obtienen comida, por ejemplo, es normal considerar que la secuencia de respuestas de búsqueda de comida comienza por un modo de búsqueda general (sin una localización espacial concreta), seguido de un modo de búsqueda focalizada (especificidad espacial) (se busca sólo donde hay indicios que se encuentra la comida que se busca y se obvia lo demás), y termina con un modo de manipulación del alimento (una vez encontrada la comida deseada se llega a la conducta consumatoria (masticar y tragar)) Modo de búsqueda general: Primer componente de la secuencia de conducta de alimentación, en la que el organismo pone en marcha una conducta motora sin dirección fija. La búsqueda general es una forma de conducta apetitiva.

Modo de búsqueda focalizada: Segundo componente de la secuencia de conducta de alimentación, tras la búsqueda general, en el que el organismo pone en marcha una conducta centrada en la localización de un estímulo particular que indica la presencia de alimento. La búsqueda focalizada es una forma de conducta apetitiva más directamente relacionada con el alimento que la búsqueda general.

Modo de manipulación del alimento: Último componente de la secuencia de conducta de alimentación en el que el organismo manipula y consume el alimento. Es similar a lo que los etólogos llaman conducta consumatoria.

Efectos de la estimulación repetida

Contrariamente a los presupuestos de Descartes (pensaba que una respuesta refleja ocurre del mismo modo siempre que se le presenta el estimulo elicitante), la conducta elicitada no es inmutable. Uno de los rasgos más característicos de la conducta elicitada es su plasticidad. Ni siquiera las respuestas elicitadas simples ocurres de la misma manera en todas las ocasiones.

Atención visual en los bebés humanos

Las claves visuales elicitan una respuesta de observación, que puede medirse por el tiempo que los bebes mantienen sus ojos en un objeto antes de mirar a otra parte.

La atención visual provocada por un estímulo novedoso cambia a mediada que el bebé se familiariza con el estímulo la naturaleza del cambio está determinada por la naturaleza del estímulo (en un patrón 4x4 de un tablero de ajedrez la atención visual se reduce más rápido que en uno de 12x12 donde la atención primero se incremente y después se reduce) La tarea de agudeza visual puede proporcionar información sobre la agudeza visual. El procedimiento también se ha adaptado para estudiar una amplia variedad de cuestiones complicadas sobre la cognición infantil.

Salivación y evaluación del sabor en humanos

El sabor de la comida elicita la salivación como respuesta refleja. Esto puede observarse tan claramente en las personas como en los perros de Pavlov. En un estudio, se midió la respuesta de salivación de ocho mujeres ante el sabor del zumo de limón y del zumo de lima.

A medida que el estímulo se repetía diez veces, perdía eficacia para elicitar tanto las respuestas de salivación como las hedónicas.

En el Ensayo 11, se cambió el sabor (a lima para los sujetos que previamente habían sido expuestos al limón y a limón para los sujetos que habían sido expuestos a lima). Esto produjo una impresionante recuperación tanto del reflejo salival como de la evaluación hedónica. Curiosamente, esta recuperación persistió en el Ensayo 12, en el que se presento el sabor original.

Las personas encuentran el sabor de una comida específica menos placentera cuanto más la comen. Sin embargo, el sabor de una comida distinta es suficiente para restablecer la valoración hedónica de una comida familiar. Estos hallazgos sugieren que la sobrealimentación puede reducirse no variando los alimentos disponibles para su consumo

Respuesta de sobresalto en ratas

La respuesta de sobresalto es una respuesta defensiva que aparece en muchas especies, incluida la humana. Consiste en un salto repentino y una contracción de los músculos de la parte superior del cuerpo, con frecuencia acompañado de una elevación de los hombros.

En las ratas, la respuesta de sobresalto puede medirse situando al animal en una cámara estabilimétrica (una pequeña cámara descansa sobre unos sensores de presión. Estos sensores detectan los movimientos repentinos de la rata, que se registran en un ordenador). Cuando el animal se sobresalta, da un salto haciendo que la cámara se mueva. Los sensores de presión situados bajo la cámara miden con precisión estos movimientos, que se usan como indicadores de la intensidad de la reacción de sobresalto.

La reacción de sobresalto puede elicitarse en ratas por medio de toda una variedad de estímulos, incluyendo tonos y luces breves.

La presentación repetida del estímulo elicitante no siempre produce la misma respuesta. En un estudio, las ratas expuestas a un ruido ambiental suave, las repeticiones del tono provocaron una reacción de sobresalto cada vez más débil. Por el contrario, cuando el ruido era intenso, las repeticiones del tono provocaron reacciones de sobresalto cada vez más vigorosas.

Los conceptos de habituación y sensibilización

La presentación repetida de un estímulo elicitante puede provocar tanto disminuciones como incrementos en la respuesta. Las disminuciones de la tendencia a responder producidas por la estimulación repetida reciben el nombre técnico de efecto de habituación. Los incrementos de la tendencia a responder se llaman efecto de sensibilización.

Efecto de habituación: Disminución progresiva en el vigor de la conducta elicitada que puede tener lugar con la presentación repetida del estímulo elicitante.

Efecto de sensibilización: Incremento en el vigor de la conducta elicitada que puede resultar de la presentación repetida del estímulo elicitante o de la exposición a un estímulo externo intenso.

Los efectos de la habituación y sensibilización son dos tipos básicos de cambios conductuales que resultan de la experiencia previa. Son rasgos tan fundamentales del ajuste de los organismos al entorno que tiene lugar en todas las especies y en todos los sistemas de respuesta.

Los efectos de habituación y sensibilización pueden ocurrir en cualquier situación que conlleve la exposición repetida a un estimulo. La consideración de estos efectos es crítica para los estudios de aprendizaje. También juegan un papel importante en el condicionamiento operante.

Adaptabilidad y generalidad de la habituación y la sensibilización Los fenómenos de habituación y sensibilización son el producto final de procesos que ayudan a organizar y focalizar la conducta en el caótico mundo de estímulos en el que los organismos viven.

En la experiencia humana cotidiana existen numerosos ejemplos de habituación y sensibilización, por ejemplo, cuando visitamos un lugar nuevo o conocemos a una persona, es probable que prestemos atención a todo tipo de estímulos que normalmente ignoramos. Es probable que ignoremos estos detalles en los sitios o con las personas familiares.

Diferencias entre habituación, adaptación sensorial y fatiga Para entender otras fuentes alternativas de disminuciones en la respuesta, volvamos al concepto de reflejo.

Un reflejo consta de tres componentes:

  1. Un estímulo activa uno de los órganos sensoriales, como los ojos o los oídos. Esto genera impulsos neuronales que se envían al sistema nervioso central (medula espinal y cerebro).

  2. Transmisión de los mensajes sensoriales a los nervios motores a través de las interneuronas.

  3. Los impulsos nerviosos de los nervios motores activan los músculos dando lugar a la respuesta observable.

Dados estos tres componentes de un reflejo, existen varias razones por las cuales una respuesta elicitada puede no ocurrir (p.e quedar cegado temporalmente por una luz brillante).

Tales disminuciones en la sensibilidad reciben el nombre de adaptación sensorial, que es distinta de la habituación. La respuesta tampoco tendrá lugar si los músculos involucrados quedan incapacitados por la fatiga. La adaptación sensorial y la fatiga impiden la respuesta a nivel de los órganos sensoriales y de los músculos, sin la intervención del sistema nervioso. Por tanto, pueden distinguirse de la habituación.

Adaptación sensorial: Reducción temporal en la sensibilidad de los órganos sensoriales provocada por la estimulación repetida o excesiva.

Fatiga: disminución temporal de la conducta causada por el uso repetido o excesivo de los músculos involucrados en la conducta.

Se asume que la habituación y la sensibilización conllevan cambios neurofisiológicos que dificultan o facilitan la transmisión de los impulsos neurales desde las neuronas sensoriales a las motoras. En la habituación, el organismo deja de responder a un estímulo aunque mantiene la capacidad de percibirlo y de realizar los movimientos musculares requeridos por la respuesta. La respuesta no tiene lugar debido a que los cambios en el sistema nervioso bloquean la transmisión del impulso nervioso a las neuronas motoras.

En los estudios sobre habituación, la adaptación sensorial puede descartarse ya que existe evidencia de que la habituación es específica de la respuesta.

Un organismo puede dejar de responder a n estímulo con un aspecto de su conducta, mientras que continúa respondiendo al mismo de otras formas.

La fatiga también puede descartarse como causa de la habituación por medio de evidencia que muestra que la habituación es específica del estímulo. Una respuesta habituada se recupera rápidamente cuando se introduce un estímulo novedoso.

Teoría del proceso dual de la habituación y la sensibilización

Los efectos de habituación y sensibilización son cambios en la conducta o en la ejecución.

La teoría del proceso dual propuesta por Groves y Thompson (1970) continúa siendo la principal teoría sobre la habituación y la sensibilización.

La teoría del proceso dual presupone que los incrementos y disminuciones en la tendencia a responder a un estímulo son producto de procesos neurales diferentes. Uno de estos procesos neurales es el proceso de habituación, provoca una disminución en la tendencia a responder. Otro, el proceso de sensibilización, produce un incremento en la tendencia a responder. Estos procesos no son mutuamente excluyentes, el resultado conductual depende de qué proceso sea mas fuerte.

Proceso de habituación: mecanismo neural activado por la repetición de un estímulo que reduce la magnitud de las respuestas elicitadas por ese estímulo.

Proceso de sensibilización: mecanismo neural que incrementa la magnitud de las respuestas elicitadas por un estímulo.

El cambio observable en la respuesta elicitada representa siempre el efecto neto de los procesos de habituación y sensibilización.

Que el resultado neto sea un incremento o una disminución en la conducta depende de cuál de los procesos subyacentes sea más fuerte en una situación particular. La distinción entre efectos y procesos en la habituación y la sensibilización es análoga a la distinción entre ejecución y aprendizaje.

Los efectos hacen referencia a la conducta observable, y los procesos se refieren a los mecanismos subyacentes.

Basándose en la investigación neuropsicológica, Groves y Thompson (1970) sugirieron que los procesos de habituación y sensibilización tienen lugar en diferentes partes del sistema nervioso.

Se asume que los procesos de habituación tienen lugar en el sistema E-R, que consiste en el camino neural más corto que conecta los órganos sensoriales activados por el estímulo elicitante los músculos involucrados en la producción de la respuesta elicitada. El sistema E-R puede ser concebido como el arco reflejo. Cada presentación de un estímulo elicitante activa el sistema E-R y causa un incremento en la habituación.

Se asume que los procesos de sensibilización tienen lugar en el sistema de estado. Este sistema abarca otras partes del sistema nervioso que determinan el nivel general de disposición o tendencia a responder de un organismo. A diferencia del sistema E-R, que se activa cada vez que se presenta el estímulo elicitante, el sistema de estado se activa únicamente con eventos excitadores. Por ejemplo, permanece relativamente inactivo durante el sueño.

Las drogas pueden alterar el funcionamiento del sistema de estado y, por tanto, afectar a la tendencia a responder.

El aumento de la reactividad que acompaña al miedo está causado por la activación del sistema de estado.

En resumen, el sistema de estado determina la tendencia general de un organismo a responder, mientras que el sistema E-R permite al animal dar la respuesta específica al estímulo relevante. Los cambios en la conducta que tienen lugar por la repetición de un estímulo reflejan la acción combinada de los sistemas E-R y de estado.

Aplicaciones de la teoría del proceso dual: los ejemplos de habituación y sensibilización que se muestran en la evidencia anteriormente mencionada pueden ser fácilmente interpretados en términos de la teoría del proceso dual. La exposición repetida al patrón de tablero de ajedrez 4x4 produjo una disminución en la respuesta de orientación visual de los bebés, posiblemente porque no provocaba mucha activación. De hecho el estimulo 4x4 activó principalmente e sistema E-R y, por tanto, el proceso de habituación. El patrón de tablero 12x12 produjo un mayor nivel de activación.

Probablemente activó, no sólo el sistema E-R, sino también el sistema d estado. La activación del sistema de estado produjo un incremento en la atención visual después de la primera presentación del patrón 12x12. Sin embargo, la activación o el proceso de sensibilización no fue lo suficientemente fuerte para contrarrestar completamente los efectos de la habituación. Como resultado, después de unos cuantos ensayos, la atención visual también declinó en respuesta al estímulo 12x12.

Los efectos de habituación y sensibilización de la respuesta de sobresalto en ratas requieren una aplicación diferente de la teoría del proceso dual.

Cuando se sometió a prueba a las ratas con un ruido suave no había nada que las activara. Por tanto podemos asumir que los procedimientos experimentales no produjeron cambios en el sistema de estado. La presentación repetida del tono elicitador de sobresalto activaba tan solo el sistema E-R , lo que dio lugar a la habituación de respuesta de sobresalto.

El resultado contrario tuvo lugar cuando los animales fueron puestos a prueba en presencia de un rudo fuerte. Con las sucesivas presentaciones del tono aparecieron reacciones de sobresalto más enérgicas. Dado que en ambos grupos se utilizó idéntico tono, la diferencia en los resultados no puede ser atribuida al mismo debemos asumir que en segundo grupo el ruido ambiental intenso incrementó el nivel de activación o la tendencia a responder. Esta sensibilización del sistema de estado fue probablemente la causa del incremento en la reacción de sobresalto al tono en el segundo grupo.

Hablar con un feto o con un bebé

La habituación y la sensibilización no requieren habilidades verbales. Estas formas de plasticidad conductual son, por tanto, muy útiles en los estudios sobre habilidades perceptivas y cognitivas de los fetos y de los bebes que aún no han adquirido el lenguaje.

Kaplan, Godstein, Huckeby y Cooper (1995) investigaron si los bebés de 4 meses podían percibir la diferencia entre el habla de la madre dirigida hacia el bebé o hacia otros adultos. Como estímulo registraron a una madre diciendo una frase. En una de las grabaciones, las palabras estaban dirigidas hacia el bebé. En la otra, se pidió a la madre que dijera las palabras como si estuviese hablando con otro adulto.

Los resultados muestran que los bebes pueden comunicar la diferencia entro dos tipos de discurso hablado que encontraban más estimulante el discurso dirigido al bebé.

Implicaciones de la teoría del proceso dual: los sistemas de estado y E-R se activan de forma diferente por la presentación repetida de un estímulo. El sistema E-R se activa siempre que un estímulo elicita una respuesta ya que es el circuito neural que lleva los impulsos desde la entrada sensorial hasta la salida conductual.

Por el contrario, el sistema de estado solo interviene en circunstancias especiales.

La teoría del proceso dual de la habituación y la sensibilización ha tenido una gran influencia en el estudio de la plasticidad de la conducta elicitada.

Una de las contribuciones más importantes de la teoría ha sido el presupuesto de que la conducta elicitada puede estar fuertemente influenciada por los eventos neuropsicológicos que tienen lugar fuera del arco reflejo directamente involucrado en una respuesta elicitada particular.

En la teoría del procesamiento dual, se asume que el sistema de estado modula la actividad de los arcos reflejos.

Características de la habituación y la sensibilización

Aunque las características de la habituación y la sensibilización no son perfectamente uniformes en todas las especies y sistemas de respuesta, hay muchos aspectos comunes.

Curso temporal la mayor parte de los cambios conductuales que se describen en los capítulos posteriores se mantienen durante periodos largos, una característica definitoria de los fenómenos de aprendizaje, no todos los casos de habituación y sensibilización pueden considerarse en rigor muestras de aprendizaje duradero.

Curso temporal de la sensibilización: por lo general, los procesos de sensibilización tienen efectos temporales. Aunque en algunos casos la sensibilización persiste durante más de una semana, el incremento en la tendencia a responder tiene normalmente una vida corta.

En todos los sistemas de respuesta la duración de los efectos de sensibilización está determinada por la intensidad del estímulo. Los estímulos más intensos producen mayores incrementos en la tendencia a responder y una sensibilización más persistente.

Curso temporal de la habituación: la persistencia de la habituación también es variable. En el caso de la sensibilización las diferencias en el curso temporal del efecto se deben normalmente a diferencias cuantitativas. Pero el mecanismo subyacente es el mismo. Por el contrario, hay dos tipos de efecto de habituación cualitativamente distintos:

  1. La habituación a corto plazo se parece a la mayoría de los casos de sensibilización en que se disipa relativamente rápido (segundos o minutos)

  2. La habituación a largo plazo persiste durante muchos días.

La recuperación espontánea es la principal característica del efecto de la habituación a corto plazo.

Recuperación espontánea: recuperación de una respuesta habituada o de una respuesta extinguida tras un periodo de descanso.

La presentación repetida de un estímulo no siempre da lugar conjuntamente a habituación a corto y a largo plazo.

La recuperación espontánea nunca es completa en las situaciones que conllevan efectos de habituación a largo plazo.

La habituación a corto plazo suele tener lugar cuando el estímulo elicitante se presenta frecuentemente.

La habituación a largo plazo es más probable cuando las presentaciones del estímulo están más separadas.

La teoría del proceso dual de la habituación y la sensibilización se formuló para explicar solo los efectos a corto plazo, y, por tanto, no puede explicar por qué la habituación dura considerablemente más en ciertas condiciones.

La explicación más aceptada de la habituación a largo plazo es la teoría de la activación de Wagner.

Especificidad del estímulo

Especificidad del estimulo en la habituación: la habituación es específica del estímulo que ha sido presentado repetidamente. Una respuesta a un estímulo previamente habituada puede manifestarse plenamente alterando alguna característica importante del estimulo (experimento de habituación de la salivación y de la evaluación hedónica en respuesta a un sabor) (después que nos hemos habituado al repiqueteo de un reloj de pared, es probable que volvamos a prestar atención al reloj si funciona mal y hace un sonido nuevo).

Después de que la respuesta de orientación a un estímulo se ha habituado completamente, dicha respuesta se manifestara en su intensidad habitual si se presenta un estímulo suficientemente novedoso. La especificidad del estímulo se ha considerado como una de las características definitorias de la habituación.

Aunque la habituación es específica de un estímulo, puede darse cierta generalización, si nos hemos habituado a un determinado sonido del reloj, es posible que tampoco respondamos al sonido de otro reloj similar. Este fenómeno recibe el nombre de generalización del estimulo de la habituación.

Sin embargo, a pesar de la generalización del estímulo de la habituación, a medida que los estímulos de prueba se hacen progresivamente diferentes del estímulo habituado, el organismo mostrará una menor habituación o supresión de la respuesta ante dichos estímulos.

Especificidad del estímulo en la sensibilización: a diferencia de la habituación, la sensibilización no es muy específica del estímulo. Si un animal se activa o sensibiliza por alguna razón, su reactividad se incrementará para toda una variedad de estímulos (el malestar gástrico y las náuseas incrementa la reactividad de las ratas a un amplio rango de nuevos sabores).

Efecto de un estímulo externo intenso

Un cambio en la naturaleza del estímulo elicitante puede dar lugar a la recuperación de una respuesta habituada. Sin embargo, la respuesta habituada también puede restablecerse sensibilizando al organismo con la exposición a un estímulo externo. Este fenómeno recibe el nombre de deshabituación.

Deshabituación: recuperación de una respuesta habituada como resultado de la presentación de un estimulo externo e intenso.

Es importante tener presente que la deshabituación hace referencia a la recuperación de la respuesta al estímulo previamente habituado. La respuesta directa al tono utilizado para deshabituar o sensibilizar carece de interés.

Aplicación a las emociones y la conducta motivada

La exposición de los cambios producidos por la repetición de un estímulo elicitante pueden provocar emociones complejas (miedo, euforia…) Reacciones emocionales y sus efectos posteriores En su revisión de ejemplos de respuestas emocionales a varios estímulos, incluyendo drogas, Solomon y Corbit (1974) destacaron dos rasgos llamativos:

  1. Las reacciones emocionales intensas a menudo constan de dos fases: una emoción tiene lugar durante la presentación del estímulo elicitante, la opuesta se observa cuando el estímulo desaparece (efecto psicoactivo del alcohol: primero alegre y relajada, cuando los efectos desaparecen viene la “resaca”). La reacción primaria y su postefecto dependen de la dosis de la droga.

  2. Otra característica común de las reacciones emocionales es que cambian con la experiencia. La reacción primaria se hace más débil y su postefecto se hace más fuerte.

La habituación de la primera reacción a la droga se llama tolerancia a la droga, lo que hace referencia a la disminución en la efectividad de una droga con las exposiciones repetidas (una cantidad que podría emborrachar ligeramente a un bebedor ocasional puede no tener efecto alguno en un bebedor habitual) Tolerancia a la droga: reducción en la efectividad de una droga como resultado del uso repetido de la droga.

Debido al desarrollo de la tolerancia, los consumidores habituales de drogas a veces no disfrutan tanto de su consumo como los consumidores novatos.

Solomon y Corbit (1974) destacaron que se producen patrones de reacción emocional similares con otros estímulos emocionales como el amor y el apego (los recién casados suelen sentirse emocionados el uno con el otro, pero esta reacción primaria se habitúa con el tiempo).

Además la habituación de la reacción emocional primaria va acompañada de un fortalecimiento des postefecto afectivo (las parejas que han estado juntas muchos años sufren más intensamente la separación por muerte o enfermedad que los recién casados). Este postefecto afectivo es llamativo, ya que en esta fase de la relación la pareja bien puede haber dejado de mostrar cualquier signo de afecto.

La teoría del proceso oponente

Tres características comunes de las reacciones emocionales:

  1. Las reacciones emocionales son bifásicas; a una reacción primaria sigue un postefecto opuesto.

  2. La reacción primaria se debilita con la estimulación repetida.

  3. El debilitamiento de la reacción primaria va acompañado por un fortalecimiento del postecto.

La teoría del proceso oponente de Solomon y Corbit se diseñó para explicar estos tres rasgos característicos de las emociones.

La teoría del proceso oponente asume que los mecanismos neurofisiológicos involucrados en la conducta emocional tratan de mantener la estabilidad emocional. Así pues, la teoría del proceso oponente es una teoría homeostática. Se basa en la premisa de que una función importante de los mecanismos que controlan la conducta emocional es minimizar las desviaciones con respecto a la neutralidad o estabilidad emocional.

Mantener cualquier sistema estable o neutral requiere que las perturbaciones que mueven el sistema en una dirección se encuentren con una fuerza opuesta que compense la perturbación.

El concepto de fuerzas opuestas es central para la teoría del proceso oponente.

La teoría asume que un estimulo emocional activador desvía de la neutralidad el estado emocional de una persona.

Se asume que este desplazamiento con respecto a la neutralidad emocional pone en marcha un proceso oponente que compensa el cambio. Los patrones de conducta emocional observados tanto inicialmente como después de la experiencia repetida con un estímulo son el resultado neto de los procesos oponentes de los cambios en los mismos como resultado de la experiencia.

La teoría del proceso oponente asume que la presentación de un estímulo emocional activador elicita inicialmente lo que se denomina el proceso primario, o proceso a que es el responsable de la naturaleza del estado emocional, (por ejemplo felicidad) que tiene lugar en presencia del estimulo.

El proceso primario o proceso a elicita a su vez un proceso oponente o proceso b, que genera la reacción emocional opuesta (por ejemplo tristeza).

Se asume que los cambios emocionales observados cuando se presenta un estímulo y después se retira reflejan el resultado neto de los procesos primario y oponente. La fuerza del proceso oponente se resta de la fuerza del proceso primario para dar lugar a las emociones que realmente ocurren.

Por tanto, los procesos primario y oponente son mecanismos internos cuyos efectos son los cambios emocionales observados. (fig 2.12) Un presupuesto adicional básico para la teoría del proceso oponente es que el proceso oponente es ligeramente ineficiente. Al principio permanece a la zaga de la alteración emocional primaria, y por tanto, no es lo suficientemente fuerte para compensar por completo la emoción primaria.

Sin embargo, el proceso oponente se hace más rápido y potente con la práctica o con la experiencia repetida con el estímulo que activa la emoción.

En cierto sentido, el proceso oponente se sensibiliza como resultado de la activación repetida. Progresivamente se va haciendo lo suficientemente fuerte como para bloquear la mayor parte de la reacción emocional primaria, momento en el cual produce también un postefecto muy fuerte al terminar el estímulo emocional activador.

Mecanismos oponentes durante la exposición inicial al estímulo

Cuando el estímulo se presenta por primera vez, el proceso a tiene lugar sin la oposición del proceso b. Esto permite que la reacción emocional primaria alcance su nivel más alto.

Después se activa el proceso b y comienza a oponerse al proceso a. Sin embargo, en la primera presentación del estímulo el proceso b no es lo suficiente mente fuerte para compensar por completo la respuesta emocional primaria, que persiste mientras está presente el estimulo elicitante.

Cuando el estimulo se retira, el proceso a se detiene rápidamente, pero el proceso b permanece por algún tiempo.

En este momento no hay nada que se oponga al proceso b, y la respuesta emocional característica del proceso oponente se hace evidente por primera vez.

Estas emociones son por lo general opuestas a las que se observan durante la presentación del estímulo.

Mecanismos oponentes tras la exposición prolongada al estímulo:

Un estímulo familiar no elicita reacciones emocionales fuertes, pero el postefecto afectivo tiende a ser más fuerte cuando termina un estimulo familiar.

La teoría del proceso oponente explica este resultado asumiendo que el proceso b se fortalece con la exposición prolongada a estimulo, el fortalecimiento del proceso b se refleja en varias de sus características: se activa antes tras la aparición del estimulo, su intensidad máxima se hace mayor y da más tiempo en decaer tras la desaparición del estímulo.

Por el contrario, se asume que el proceso a permanece inalterado.

Por tanto, tras la presentación repetida de un estímulo, la respuesta emocional primaria queda compensada de forma más efectiva por el proceso oponente.

Este fortalecimiento del proceso oponente reduce la intensidad de las respuestas emocionales primarias observadas durante la presentación del estimulo emocional activador. También d lugar a un postefecto emocional intenso cuando el estimulo se retira.

Motivación y postefecto oponente

La teoría del proceso oponente sugiere que lo adicción a las drogas es principalmente un intento de reducir la aversión producida por el postefecto afectivo de las drogas.

Hay dos formas de reducir los postefectos oponentes aversivos de las drogas:

  1. Esperar el tiempo necesario para e se disipen.

  2. O más rápido: tomando de nuevo la droga.

De acuerdo con la teoría, los adictos quedan atrapados por la necesidad de tomar la droga para reducir los efectos de la retirada.

Valoración general de la teoría del proceso oponente

Aunque la teoría no ha estimulado toda la investigación que prometía, ha supuesto una importante contribución al aplicar el concepto de regulación homeostática al análisis de emociones y la motivación.

Variaciones en la conducta dirigida a metas

Responder para escapar de la molestia producida por la retirada de un estímulo es sólo uno de los tipos de conducta motivada o dirigida a metas.

Un objeto meta gratificante recibe el nombre técnico de reforzador.

Reforzador: estímulo cuya administración inmediatamente posterior a una respuesta incrementa la probabilidad futura de dicha respuesta.

Las situaciones en las que los organismos responden repetidamente para obtener un reforzador muestran muchas de las propiedades comunes de la habituación la sensibilización. (Escuchar una canción particular, es menos probable que nos apetezca encender la radio para escuchar siempre lo mismo (habituación), pero esta pérdida de interés es específica de esa canción repetida (especificidad del estímulo), además recuperaremos nuestro interés en la canción si no la escuchamos en unos días (recuperación espontánea), o también puede restablecerse nuestro interés por la exposición a estímulos novedosos como que la escuchemos junto a un amigo (sensibilización)).

La habituación y la sensibilización son frecuentes con reforzadores sensoriales (como una pieza musical).

Comentarios finales

La conducta elicitada representa una de las principales formas en las que el comportamiento de todos los animales -desde los organismos unicelulares hasta los humanos- se ajusta a los eventos del ambiente.

La conducta elicitada toma muchas formas, desde reflejos simples mediados por tres neuronas a las reacciones emocionales complejas.

Aunque la conducta elicitada tiene lugar como reacción a un estímulo, no es rígida ni invariable.

Uno de lo de sus rasgos más llamativos es que la conducta elicitada cambia con la experiencia.

Si un estímulo elicitante no activa a organismo, la presentación repetida del estímulo provocará respuestas cada vez mas débiles (habituación).

Si el estimulo elicitante es intenso o significativo para el individuo, la presentación repetida dará lugar a respuestas cada vez más fuertes (sensibilización).

El nivel resultante de respuesta refleja el resultado neto de los procesos de habituación y sensibilización. Por lo tanto, si desconocemos las experiencias pasadas de un organismo, es imposible predecir con qué intensidad reaccionará ante la presentación de un estímulo particular.

La presentación repetida de u estímulo elicitante produce cambios tanto en las respuestas simples como en reacciones emocionales más complejas.

Los organismos tienden a minimizar los cambios emocionales provocados por estímulos externos.

De acuerdo con la teoría del proceso oponente de la motivación, el organismo compensa las respuestas emocionales estimuladas por un evento del entorno con n proceso oponente. Se asume que este proceso compensatorio, u oponente, se hace más fuerte cada vez que se activa, lo que lleva a una reducción de la respuesta emocional primaria. El fortalecimiento del estado emocional oponente como postefecto se hace evidente cuando el estímulo se retira.

La habituación, la sensibilización y los cambios en la fuerza de los procesos oponentes son los mecanismos más sencillos mediante los qe los organismos ajustan sus reacciones a los eventos del entorno en función de la experiencia

Preguntas de prueba

  1. Compare y contraste la conducta apetitiva y consumatoria describa cómo se relacionan con la búsqueda general, focalizada y con la manipulación del alimento.

  2. Explique la distinción entre habituación, adaptación sensorial y fatiga.

  3. Explique la diferencia entre los efectos de habituación y sensibilización y los procesos de habituación y sensibilización.

  4. Describa los dos procesos de la teoría del proceso dual de la habituación y la sensibilización y las diferencias entre estos procesos.

  5. Describa la teoría del proceso oponente de la motivación y cómo explica la habituación y la sensibilización.

  6. Explique por qué la habituación y la sensibilización son relevantes en relación a la conducta dirigida a metas.

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