Psicología Humanista

Carl Rogers

Psicoterapia centrada en el cliente: comprensión empática. Es una psicología fenomenológica: estudio de la experiencia subjetiva.

Distingue tres modos de conocimiento:

  • uno objetivo: conocimiento del mundo como objeto.

  • y dos subjetivos:

  • la experiencia personal consciente (incluye intenciones y sentimiento de libertad)

  • el intento de comprender este mundo subjetivo. El psicólogo clínico debe dominar este último.

Critica el conductismo por limitarse al modo de conocimiento objetivo y entiende a los seres humanos como máquinas (sin experiencias subjetivas).

Abraham Maslow

Todas las personas tienen necesidades de autorrealización latentes (y no sólo necesidades animales de alimento, cobijo y seguridad) que no se ponen en funcionamiento debido a inhibiciones socialmente impuestas (teoría motivacional de la jerarquía de necesidades). Uno de los principales objetivos de la psicología humanista era ayudar a las personas a desarrollar todo su potencial como seres humanos. No negaba el conductismo ni el psicoanálisis, sino que pretendía ir más allá de ellos (consecuencia del espíritu ecléctico de los años cincuenta).

Robert Creegan

Defiende la función crítica de la psicología para mejorar el orden social, en lugar de hacer que se adapte pasivamente y “esperar a que engorde”.

C. Wright Mill

Critica la aplicación de la psicología al control social de la industria.

Robert Lindner

Psicoanalista. Critica la idea de adaptación porque la considera una “mentira” peligrosa reductora de los seres humanos.

Ryle

Concepto de mente (la mente es un mito, el mito del “fantasma de la máquina”).

Thomas Szasz

Psiquiatra. En 1960 critica el sistema de salud mental acusándolo de fomentar la estigmatización y la privación de libertad de los enfermos mentales (movimiento antipsiquiátrico). Su análisis partió del análisis de. En base al concepto de mente de Ryle, concluyó que si no existe “fantasma de la máquina”, la mente no puede enfermar. Para Szasz las “enfermedades mentales” son ficticias, son en realidad construcciones sociales. Aunque el cerebro puede enfermar (como el resto de órganos), no se trata de enfermedad mental sino orgánica. La psiquiatría y la psicología clínica deben existir no para ayudar a los enfermos a recuperarse de una enfermedad, sino para ayudarles a que se conozcan a sí mismos, a los demás y a la vida.