Freud. El aparato psíquico

Contextualización

Identificación de la corriente intelectual a la que se adscribe el texto

Se considera que existen tres grandes psicologías fundacionales representadas por tres grandes pensadores. La psicología de la conciencia, cuyo principal exponente es W. Wundt, la psicología de la adaptación, con William James a la cabeza y la psicología del inconsciente capitaneada por Sigmund Freud. Se incluye a Freud, junto con Marx y Niezstche como uno de los integrantes de los denominados “maestros de la sospecha”.

Estos tres pensadores del siglo XIX ejercieron una fuerte crítica al racionalismo dominante en el pensamiento y en general a toda la civilización occidental (sobre todo tras la Ilustración); por cuanto ven la razón como una simple justificación de pulsiones más profundas: el materialismo económico (Marx), la voluntad de poder (Nietzsche) o el inconsciente donde se encuentran los deseos, instintos y recuerdos que el sujeto reprime por resultarle inaceptables, fundamentalmente a causa de sus propias valoraciones morales (Freud).

No hay duda de que Freud es uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX.

Nacido en el seno de una familia judía en la pequeña ciudad de Freiberg, pronto se trasladaría a Viena, donde desafiaría orgulloso el enfoque mandarín y cuestionaría las bases de la civilización burguesa.

El concepto de inconsciente es el aporte principal de Freud y la base de la teoría psicoanalítica. Si Copérnico retiro al ser humano del centro del universo, y Darwin lo transformó en un animal más, Freud asentó el último y definitivo golpe a su autoestima, postulando que el ser humano no es dueño y señor de su propia casa.

Identificación de la época en que fue escrito

A lo largo de los años, Freud fue cambiando y reformulando el concepto de inconsciente. Una de sus últimas obras fue “Compendio de psicoanálisis” que comenzó a escribir en 1938 y que no se publicó hasta después de su muerte. El texto seleccionado pertenece a dicha obra.

Identificación del autor y, si es posible, de la obra a que pertenece

(Ya desarrollado en el epígrafe anterior)

Resumen

Tema

En el presente texto se aprecia la tentativa de Freud de conciliar sus dos concepciones del aparato psíquico (las dos tópicas freudianas): la concepción topográfica y la estructural

Estructura

Freud utiliza el concepto tópica (derivado del término griego topos: lugar) porque presupone que el psiquismo está conformado por decirlo metafóricamente por “lugares psíquicos” es decir, sistemas con características y localizaciones cerebrales diferentes y que interactúan dinámicamente. Se percibe a lo largo de todo el texto el intento por parte de Freud de apoyar sus descubrimientos en la biología (partiendo de la teoría de la evolución, con la suposición implícita del carácter adaptativo de las funciones mentales) y de forma más tangencial en la neurología, si bien lo que fundamentalmente subyace en la formulación de las dos tópicas es un intento de esclarecer teóricamente el contenido del aparato psíquico y las menciones biológicas y neurológicas son más bien “apoyos” en un enfoque primordialmente teórico

Este extracto corresponde a un texto tardío en la producción de Freud y a lo largo del mismo aparecen muchas de las principales ideas que suscribía el autor en diferentes etapas. Con el fin únicamente de sistematizarlas, las expondré por separado, si bien quiero aclarar que el intento por parte de Freud a lo largo del texto es conciliar los planteamientos de ambas tópicas

En su concepción topográfica del psiquismo Freud propone la presencia de tres instancias psíquicas:

  1. Sistema Consciente: Freud no se esfuerza demasiado por caracterizar la conciencia, dado que la adecua a lo que los filósofos y el mismísimo “saber popular” consideran al respecto. La conciencia está asociada a la percepción y cumple una función selectiva, acomodando, eludiendo, modificando y/o filtrando los estímulos provenientes tanto del mundo exterior como del interior.

  2. Sistema Pre-consciente: Es una instancia cuyos contenidos no están en la conciencia pero son susceptibles de acceder a ella.

  3. Sistema Inconsciente: Constituye el gran descubrimiento freudiano. El inconsciente es un sistema psíquico cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia, al menos no sin esfuerzo por nuestra parte, (aunque pueden acceder espontáneamente de forma arrasadora como sucede en los estados psicóticos) porque han sido reprimidos y encuentran una resistencia cada vez que intentan acceder a la conciencia. Estos contenidos inconscientes son representantes de las pulsiones primitivas: lo heredado, lo rechazado, los instintos.

En su otra concepción del psiquismo, la estructural, Freud presenta también tres instancias:

  1. El Ello: Constituye la parte evolutivamente más antigua de la personalidad “originariamente todo era ello” Contiene las pulsiones inconscientes, en parte innatas (atavismos de la especie, heredados) y en parte reprimidas (vivencias rechazadas) Freud relaciona el Ello con el inconsciente.

  2. El Súper-Yo: Se forma por la interiorización de las exigencias y prohibiciones de los padres y otras figuras de autoridad. Su tarea es comparable a la de un juez respecto al yo… Es una instancia recibida de los demás a través de la cultura y tiene “partes” conscientes, preconscientes e inconscientes.

  3. El Yo: El núcleo del Yo se asocia al sistema percepción-conciencia, ya hemos hablado de que la conciencia filtra y procesa los estímulos tanto del exterior como del interior. El Yo se encuentra en una relación de dependencia, tanto respecto a las reivindicaciones del Ello como a los imperativos del Súper-Yo y a las exigencias de la realidad. Es, por tanto una instancia mediadora que trataría de conciliar las demandas respectivas de las otras instancias, muchas veces contradictorias.

Qué ideas defiende el autor

Además de las dos tópicas que hemos explicado más arriba se mencionan en el texto algunas ideas más que trataré de ampliar y explicar brevemente:

Para Freud existen dos principios que rigen la vida mental:

  1. Principio de placer: Según Freud, el conjunto de la actividad psíquica tiene por finalidad evitar el displacer y procurar el placer. Dado que el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer a la disminución de las mismas, el principio de placer constituye un principio económico. Desde el punto de vista tópico el principio de placer responde esencialmente a las demandas del Ello.

  2. Principio de realidad: Forma un par con el principio del placer, al cual modifica: en la medida en que logra imponerse como principio regulador, la búsqueda de la satisfacción ya no se efectúa por los caminos más cortos, sino mediante rodeos, y aplaza su resultado en función de las condiciones impuestas por el mundo exterior.

En correlación a estos dos principios existen dos tipos de procesos mentales:

  1. Proceso primario: Un modo de funcionamiento caracterizado, en el plano económico, por el libre flujo de la energía y por el deslizamiento del sentido. El inconsciente es por excelencia el lugar de esos procesos que corresponden a un pensamiento libre, imaginativo, en el que el movimiento de los significantes no sufre el peso de los conceptos, como ocurre en el caso de los sueños.

  2. Proceso secundario: Se caracterizan en el plano económico por estar ligados y por un control del flujo energético sometido al principio de realidad. El sistema preconsciente-consciente es el lugar de estos procesos secundarios, que son el verdadero soporte del pensamiento lógico y de la acción controlada

Ampliación del significado

Relación entre las ideas defendidas en el texto y la corriente intelectual y época a que pertenece

La idea de un ámbito mental inconsciente era bastante controvertida en época de Freud. Si bien Charcot (neurólogo francés, con quién Freud estudió) mediante sus métodos de hipnosis y sugestión aplicados al estudio de la histeria, parecía haber hallado la existencia de un reino mental ajeno a la conciencia, para la inmensa mayoría de los académicos de la época, la hipótesis de estados mentales inconscientes no era la dominante. Algunos psicólogos de la época de Freud se interesaron por las estructuras mentales, otros por sus funciones, pero todos ellos asumían de uno u otro modo que la mente y la consciencia eran fenómenos equiparables. Las principales corrientes psicológicas de la época de Freud aceptaban únicamente un uso descriptivo del término, es decir, la conducta y experiencia pueden estar determinadas por procesos o factores de los cuales no nos damos cuenta, pero no son fenómenos mentales, sino procesos cerebrales.

Franz Brentano, que fue maestro de Freud, negaba la existencia del inconsciente, los pensadores de la Gestalt también, ya que afirmaban que las totalidades se daban directamente en la consciencia, sin que hubiera ninguna maquinaria mental oculta entre bastidores. Otros psicólogos como el Wundt de la primera época o los representantes de la escuela de Wurzburgo aceptaban la existencia de un inconsciente definido en los términos descriptivos que he explicado anteriormente.

Quizá la crítica más consistente, desde el ámbito de la psicología, llegó de manos de la escuela funcionalista. James escribió: “el inconciente es el medio soberano para creer lo que uno quiera en psicología, y para convertir lo que podría llegar a ser una ciencia, en un terreno dominado por el capricho”.

Karl Popper, considerado padre del positivismo científico, calificó al psicoanálisis como una pseudociencia ya que no se resistía al principio de falsación, según el cual para que una teoría pueda considerarse científica debe permitir hacer predicciones que puedan considerarse inequívocamente como falsas. En una era dominada por el positivismo, postular la existencia de un mecanismo que, por definición, no puede ser examinado no cuadraba con el pretendido estatus científico que postulaba Freud para su teoría, bajo el aval únicamente de que los éxitos terapéuticos a los que conducían estos supuestos teóricos, eran suficiente prueba de su “verdad” científica.

Relación entre las ideas del texto y otras del mismo autor

(Ya suficientemente desarrollado en epígrafes anteriores)

Semejanzas y diferencias entre las ideas del texto y las de otros autores y corrientes intelectuales

Aunque desde el mismo principio las ideas de Freud, han sido duramente criticadas desde el terreno académico, también desde sus inicios el movimiento psicoanalítico cuenta con una cohorte de seguidores influyentes (Otto Rank, Alfred Adler, Carl Jung o Karen Horney o Lacan son solo algunos ejemplos) que, no obstante se caracterizan en mayor medida por seguir una línea más discrepante que ortodoxa con respecto a los planteamientos de su fundador. En la actualidad el psicoanálisis pervive, si bien el panorama actual se asemeja a una torre de Babel de sectas enfrentadas y proliferan diferentes enfoques teóricos y prácticos del psicoanálisis

Discusión

Actualidad del tema tratado y validez de sus ideas

Sin embargo, pese a la controversia que suscita la teoría psicoanalítica en el terreno académico, el impacto de las ideas de Freud en la cultura popular y en la sociedad es enorme y podemos ver su influencia en ámbitos tan dispares como el cine, la crítica hermenéutica o las ciencias sociales. Aunque un número de críticos cada vez mayor considera que las ideas freudianas deberían considerarse como una reliquia de la psicología y psiquiatría decimonónicas, es innegable su calado y su posición como uno de los pensadores más influyentes de la historia de la psicología.

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