Abraham Maslow. Conductas encaminadas a la autorrealización
Contextualización
Identificación de la corriente intelectual a la que se adscribe el texto
La denominada psicología humanista se gesta como “escuela” o movimiento relativamente organizado durante las décadas 50 y 60 del siglo XX.
Esta corriente pretendía ir más allá de los enfoques del conductismo y del psicoanálisis, considerados respectivamente primera y segunda fuerza y configurarse como “tercera fuerza” psicológica. Sin cuestionar los hallazgos ni del psicoanálisis ni del conductismo, lo que la psicología humanista propone es el énfasis en la totalidad de la naturaleza humana, con sus potencialidades de crecimiento, espontaneidad y creatividad.
La psicología humanista, en consonancia con el espíritu ecléctico de los 50 no cuestionaba los hallazgos del conductismo ni del psicoanálisis y aceptaba que en cierto nivel el ser humano es un animal más guiado por condicionantes deterministas y que corrientes inconscientes gobiernan en parte su psiquismo. Como escribía Maslow: “soy freudiano, soy conductista y soy humanista”. Pero la psicología humanista pretenderá superar los límites del psicoanálisis y el conductismo para ir un poco “más allá” y, aunque diferentes autores humanistas enfatizarán diferentes cuestiones, en cualquier caso será fundamental en su enfoque el interés por el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona.
No puedo dejar de comentar los condicionantes sociales y culturales que subyacen a la nueva visión de la psicología humanista. La conciencia de amenaza atómica y la guerra fría, la insatisfacción social y los movimientos contraculturales que se estaban gestando, el hartazgo del gris y anodino ideal de “hombre adaptado a la sociedad”, fueron el caldo de cultivo de movimientos de crítica o reflexión social, uno de los cuales fue la psicología humanista.
Por otra parte también me gustaría mencionar la influencia filosófica de la fenomenología y del existencialismo. Sin extenderme mucho solo me gustaría comentar que estas corrientes filosóficas ponen en el punto de mira al ser humano y su experiencia vital y subjetiva: el hombre como entidad consciente, con intencionalidad y capacidad de elección.
Identificación del autor, la obra y la época en que fue escrito el texto
El autor del fragmento que vamos a comentar es Abraham Maslow, considerado uno de los fundadores de la psicología humanista. Aunque influido por el conductismo de Watson en un principio (también se formó con los gestaltistas Max Wesmeiter y Kurt Kofka) su interés por los procesos creativos le llevaron a adoptar el enfoque humanista.
El texto pertenece al libro “La personalidad creadora” que recopila varios ensayos de Maslow recogidos por su esposa y publicados póstumamente.
Resumen
Tema
Maslow se interesó por observar a personas creativas, y llego a la conclusión de que la diferencia entre los genios creadores (a los que llamó autorrealizadores) y cualquier persona normal y corriente es que los primeros habían desarrollado sus potencialidades latentes. En el presente texto se destacan algunas de las características de estas personas autorrealizadoras.
Estructura
A lo largo del texto, Maslow propone 8 características de las personas autorrealizadoras: básicamente habla de autenticidad, perseverancia, auto-indagación continua y énfasis en el aquí y ahora. Sin embargo en otros trabajos Maslow matiza algo más sobre las características de la persona autorrealizada, por lo que me gustaría añadir algunas características más:
Flexibilidad: capacidad de ir más allá de lo obvio, diferente e inusual. Poseen una amplia gama de intereses.
Fluidez: capacidad de generar muchas ideas en torno de un problema.
Constructivos: Expanden el trabajo con grandes detalles, ideas y soluciones.
Tolerancia: Toleran conflictos, soportan la ambiguedad.
Originales: Van más allá de las ideas comunes.
Sensitivos: Están conscientes de sus intereses y de los de otros.
Curiosos: Tienen la capacidad de jugar, el deseo de conocer más y están abiertos a nuevas ideas y experiencias.
Independientes: Piensan por sí mismos, toman decisiones, confían en su criterio.
Reflexionan: Consideran y evalúan sus ideas y las de otros.
Orientan su conducta: Traducen sus ideas en acciones.
Se concentran: Trabajan consistentemente y con profunda concentración.
Son persistentes Actúan con determinación y no se dan por vencidos fácilmente.
Comprometidos Se preocupan y se involucran profundamente.
Equilibrados: No se obsesionan en exceso. Usan el sentido del humor para mantener el equilibrio en la vida.
Qué ideas defiende el autor
Lo fundamental para Maslow es la capacidad de crecimiento continuo, que se sustenta es la autenticidad (con uno mismo y frente al mundo) y en la capacidad de realizar elecciones progresivas “Si uno elige el crecimiento en vez del miedo doce veces al día, significa avanzar doce veces al día hacia la autorrealización”
Ampliación del significado
Una de las muchas cosas interesantes que Maslow descubrió mientras trabajaba con monos muy al principio en su carrera fue que ciertas necesidades prevalecen sobre otras. Por ejemplo, si estás hambriento y sediento, tenderás a calmar la sed antes que comer. Después de todo, puedes pasarte sin comer unos cuantos días, pero solo podrás estar un par de días sin agua. La sed es una necesidad “más fuerte” que el hambre. Reflexionando sobre este hecho Maslow formula su teoría de que hay una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide)
La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas (o elecciones) de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades hacia abajo en la jerarquía. Maslow pensaba que el papel del terapeuta humanista era acompañar a los clientes (que no pacientes) en el proceso de avanzar hacia su propia autonomía.
Roger, otro importante psicólogo humanista desarrollo al máximo este concepto con su terapia enfocada en el cliente, considerando el proceso terapéutico como un viaje al final del cual “la persona llega a ser una unidad, un flujo de movimiento, se convierte en un proceso integrado de cambios”
Semejanzas y diferencias entre las ideas del texto y las de otros autores y corrientes intelectuales
En definitiva a diferencia del conductismo o el psicoanálisis que buscaban medios para que la persona se integrara y adaptara más fácilmente a la sociedad (aún a costa de una cierta neurosis, como perspicazmente apuntó Freud en el malestar de la cultura) los psicólogos humanistas buscaban crecimiento y autenticidad, aún si esto suponía rebeldía.
Hay que señalar que Maslow no quiso enfrentarse al psicoanálisis, sino que posicionó su trabajo como un complemento vital al de Freud. En su libro “Toward a psychology of being” (1968), afirmaba: «Es como si Freud nos proporcionase la mitad enferma de la psicología y ahora debamos completarla con la mitad sana». Maslow encuentra dos facetas de la naturaleza humana, la sana y la enferma, de modo que considera que deberían existir dos caras en la psicología En cuanto al conductismo los humanistas veían que era válido en su terreno, si bien muy limitado como concepción global del ser humano.
Las ideas de los psicólogos humanistas no son nuevas: Wiliam James o Eric From fueron hombres profundamente humanistas. Jung hablo del proceso de individuación que en ciertos sentidos puede considerarse semejante al de autorrealización.
Los románticos, los místicos cristianos, Nietzche o los cínicos y escépticos de la Grecia helenística ya habían resaltado la importancia de la emoción y la intuición, denunciado la hipocresía y cuestionado la autoridad de la razón
Discusión
Actualidad del tema tratado y validez de sus ideas
He dejado para el final la descripción de las experiencias cumbre porque creo que merecen un tratamiento un poco más detenido. Al investigar la actitud creativa, Maslow observa que la persona creativa en la fase de inspiración pierde su pasado y su futuro y vive sólo el momento. El individuo está ahí completo, inmerso, absorto y fascinado en el presente, con lo que ocurre en el aquí y ahora. Esta habilidad de “perderse en el presente” es un signo de cualquier proceso de creatividad. Tiene que ver con la habilidad del convertirse en un ser atemporal, autónomo, fuera de espacio, de la sociedad, de la historia. Es como entrar en una experiencia mística (aunque quizá sería mejor prescindir de términos con resonancias religiosas y decir simplemente que en estos momentos los seres humanos nos sentimos vitalmente plenos e integrados) El incluir este tipo de experiencias en el ámbito de la psicología tiene una gran importancia, aunque quizá la academia no ha terminado de hacerse consciente.
En un mundo globalizado oriente y occidente exploran caminos de integración. Técnicas milenarias como el yoga o la meditación van tímidamente saliendo de su contexto religioso y transformándose en potentes herramientas de crecimiento humano, salud, y ayuda terapéutica. Psicólogos como Ken Wilber o Stanislav Groff hablan de una “cuarta fuerza”, la psicología transpersonal, que ha ido aproximando el diálogo entre la práctica psicológica (fundamentalmente clínica) y ciertos principios de las tradiciones “espirituales” para incluir en la psicología estados de conciencia unitivos y trascendentes que son experiencias enormemente gratificantes, accesibles al ser humano incluso prescindiendo del misticismo o de la supuesta “iluminación”.
Conjeturas sobre las relaciones entre las ideas del texto y las características socioculturales de la época en que fue escrito
A la psicología humanista se le han achacado dos críticas principales:
Su carácter “acientífico”: En este sentido, como muy bien apunta Leahey, los psicólogos humanistas siempre se consideraron científicos, dejando de lado el gran conflicto entre el compromiso de la ciencia con las leyes naturales y el determinismo, y su propio compromiso con la primacía del propósito humano. Lo cierto es que son dos formas de conocimiento, igualmente validas en su terreno, aunque con métodos, objeto e intereses muchas veces contrapuestos (sin embargo recordemos que Wundt, en la fundación de la psicología había intentado integrar los dos enfoques proponiendo que la psicología se articulaba como un “puente” entre las ciencias naturales y las ciencias del “espíritu”).
Su carácter “elitista”: Sin querer entrar en debates es obvio que para poder enfocarse en la propia autorrealización o tener experiencias cumbre, y esto es algo que el propio Maslow señaló, han de estar cubiertas las necesidades básicas, y esto es algo que en nuestra sociedad, desgraciadamente está muy lejos de ser factible para un gran número de personas.