Diversidad Funcional Intelectual

Introducción

El retraso mental es una discapacidad intelectual, una discapacidad es una limitación el funcionamiento individual en un contexto social y representa una desventaja para individuo, estas limitaciones puede ser funcionales, intelectuales o restricciones en la participación. Se diagnostica en los primeros años de vida, ocasionalmente cuando comience la escolaridad. Estos niños suele mostrar retrasos en adquisición de las habilidades motoras, y los conocimientos típicos para su edad cronológica, además, en la vida adulta tiene dificultades para lograr una vida independiente.

Concepto de diversidad funcional intelectual

El constructo discapacidad ha pasado de ser un rasgo centrado la persona a constituir un fenómeno humano con su génesis en factores sociales y/o orgánicos, actualmente se define como el ajuste entre las capacidades de la persona y el contexto en el que esta funciona. Los factores causantes de este cambio en la perspectiva son: la investigación sobre la construcción social, el impacto que las políticas y roles sociales tienen sobre los trastornos de la salud, la progresiva desaparición de la distinción histórica entre causas sociales y biológicas, el reconocimiento de la multidimensionalidad de funcionamiento humano. En 2002 la AAMR define retraso mental, como discapacidad caracterizada por significativas alteraciones en la función intelectual y en la conducta adaptativa, que se manifiesta en habilidades conceptuales, sociales y prácticas. Dicha discapacidad debe comenzar antes de los 18 años.

Premisas asociadas a la definición:

  • Las limitaciones en el funcionamiento actual se debe manifestar en contextos comunitarios típicos para iguales en edad y cultura
  • La evaluación ha de tener en cuenta la diversidad cultural lingüística, las diferencias en comunicación y en aspectos sensoriales, motores y comportamentales
  • En un individuo generalmente las limitaciones coexisten con las capacidades, se deben evaluar las limitaciones y los recursos
  • La descripción de las limitaciones ha de servir para desarrollar un perfil de los apoyos necesarios.
  • Si se ofrecen apoyos personalizados durante el periodo prolongado, la persona con retraso mental experimentará mejoras en su funcionamiento

Esta definición y principios de la discapacidad intelectual se basan en un modelo multidimensional, y la necesidad de ser individualizados, a su vez los factores se organizan en cinco dimensiones organizativas:

  • Dimensión I Capacidades intelectuales
  • Dimensión II Conducta adaptativa, conceptual, social y práctica
  • Dimensión III Participación, interacciones y roles sociales
  • Dimensión IV Salud, salud física salud mental y etiología
  • Dimensión V Contexto, ambiente y cultura

Las dimensiones I y II se centra en el sujeto y acentúan las especificaciones individuales, por otro lado las dimensiones III y V acentúan la interacción del individuo con su ambiente, se pueden evaluar mediante la observación directa y complementando con la información de personas allegadas. La información de cada dimensión se debe ir integrando para ofrecer una visión integral del sujeto y obtener un perfil de los apoyos necesarios, estos apoyos puede ser profesionales, externos, o proporcionados por la familia y allegados.

Este cambio de paradigma acentúan la autodeterminación, la inclusión y la igualdad además de los apoyos comunitarios. La calidad de vida depende de las circunstancias personales y socioculturales por lo que, cuanto mejor sean las condiciones y posibilidades de acceso a su entorno, mayor serán las oportunidades de lograr un mejor ajuste.

La discapacidad intelectual hace referencia a un estado de funcionamiento específico que comienza en la infancia, es multidimensional se ve afectado positivamente por los apoyos individualizados. Es el enfoque ecológico y multidimensional el que posibilita una comprensión completa de la discapacidad intelectual.

Ventajas del enfoque multidimensional:

  1. Se recogen las inmensas complejidades biológicas/sociales asociadas
  2. Establece un marco ecológico persona-entorno para la provisión de apoyos
  3. Proporciona una base conceptual sólida para diferenciar entre personas con discapacidad intelectual de aquellas con discapacidad el desarrollo
  4. Se reconoce que la presencia de la discapacidad intelectual incluye la interacción recíproca y dinámica entre la conducta adaptativa, la salud, la participación, la habilidad intelectual, etcétera

Enfoques históricos en la definición de la discapacidad intelectual

Enfoque social: usado tradicionalmente para definir a las personas con discapacidad intelectual individual a su fracaso para integrarse socialmente en su ambiente.

Enfoqué clínico: no niega el criterio social pero es un modelo más médico, lo que acentúa el papel del orgánico, la herencia y lo patológico.

Enfoque intelectual: subraya en funcionamiento intelectual tal y como se mide con un test de CI.

Enfoque de criterios dual: supone un funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa para definir la discapacidad intelectual. Este enfoque también incluye la edad que aparición como elemento adicional.

Actualmente, las tres definiciones vigentes tanto en la CIE como el DSM-IV como el manual de la AAIDD comparten los tres criterios principales de la del diagnóstico: limitaciones significativas en funciones de intelectual; limitaciones significativas en la conducta adaptativa que se manifiesta en habilidades conceptuales como sociales y prácticas; comienzo antes de los 18 años. Por lo que la discapacidad intelectual no debe entenderse como una característica propia del individuo, ya que funcionamiento se entiende como un producto en la interacción.

Clasificación internacional de enfermedades CIE-10: La discapacidad intelectual es referida como retraso mental y se define como “la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por deterioro de las funciones concretas de cada etapa de desarrollo y, que contribuyen a nivel global de la inteligencia”. Los criterios para la evaluación son inteligencia (se deben tener en cuenta varias capacidades), confirmación del diagnóstico (debe existir un deterioro del rendimiento intelectual del sujeto), categorización de sujeto (a través del test de inteligencia estandarizados).

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DMS-IV: según el DSM el retraso mental se caracteriza por una capacidad intelectual significativamente por debajo del promedio, aproximadamente CI=70 o inferior, con una edad de inicio anterior a los 18 años y déficit en la actividad adaptativa.

Asociación americana sobre la discapacidad intelectual y del desarrollo AAIDD: La asociación americana sustituye el termino retraso mental por discapacidad intelectual, se caracteriza por limitaciones significativas tanto que funcionamiento cognitivo como en la conducta adaptativa y se origina antes de los 18 años.

El primer planteamiento multidimensional de la discapacidad intelectual se produjo en el 1992 con la intención de eliminar el reduccionismo y la excesiva confianza en el uso de test dirigidos a diagnosticar el coeficiente intelectual. Se plantea entonces un giro en el proceso de evaluación, se busca obtener información sobre las necesidades individuales y unir la evaluación con la intervención o el apoyo, teniendo en cuenta aspectos personales y ambientales que pueden variar con el tiempo. Este modelo está formado por las cinco dimensiones (anteriormente mencionadas) que abarca aspectos diferentes de la persona del contexto con vistas a mejorar el funcionamiento individual.

Etiología y prevalencia

Etiología

En el Eje 3 del DSM-IV se detallan enfermedades médicas que puede estar asociadas a retraso mental como manifestación específica de dicha alteración. A su vez en el Eje 4 se caracterizan las alteraciones cuando la causa principal de retraso mental no es una condiciones biomédica concreta, se indica que la etiología es desconocida. Por su parte la AAIDD especifica en la Dimensión IV, las posibles condiciones médicas, agrupadas en función de su momento de ocurrencia. Una condición médica no implica necesariamente la presencia de un retraso mental, pero algunos casos si constituye un factor causal. Una ventaja del sistema de las AAIDD es que parte de existencia relaciones fisiopatológicas entre grupos de etiologías, esto facilita el desarrollo de las investigaciones, además proporciona información a los responsables de calificar la política social.

Sin embargo los códigos elaborados por la OMS, que no mejoran la comprensión de la etiología, si son por el contrario adecuados por cuestiones prácticas, por tanto, se recomienda el uso de ambos códigos. El avance más importante en el campo de la evaluación de la deficiencia intelectual es el relacionado con la genética, de tal forma que algunos han considerado a la etiología de la deficiencia intelectual principalmente en términos genéticos. El fenotipo toma la forma de una conducta, por lo que investigadores que analiza la conducta en función de la etiología o causa han acuñado el término fenotipo conductual.

Fenotipo conductual: según la definición de Dickens, las personas que tengan un determinado síndrome muestran ciertas consecuencias en su conducta y desarrollo con mayor probabilidad o posibilidad que las que no tienen dicho síndrome. Esta definición pone de relieve, la naturaleza probabilística, que algunas conductas relacionadas con la etiologías son propias de un único síndrome pero otras no, los fenotipos conductuales no se limitan a la conducta desadaptativa o psicopatológica. En definitiva el fenotipo conductual de la enfermedad pone en relación a un diagnóstico etiológico con una información conductual.

Prevalencia

Síntomas dependientes de cultura, edad y sexo:

  • Factores perinatales y postnatales asociados al nivel socioeconómico bajo
  • Sin etiología clara suelen aparecer, en mayor medida, en las clases bajas sociales y aunque suele ser más leve, se dan todos los niveles de gravedad
  • Más frecuente en el sexo masculino
  • En varones, la etiología más habitual son los factores ambientales
  • En mujeres, la etiología más habitual es el factor hereditario

Retrasos más graves asociados a un síndrome fenotípico son los primeros en identificarse, incluso en el momento del nacimiento. Retraso leve de origen desconocido suele diagnosticarse posteriormente. El curso del retraso mental está influido por los factores ambientales, la deficiencia intelectual, se ha de tener en cuenta que la DI no dura necesariamente toda la vida así, la temprana previsión de apoyos puede originar mejoras en la conducta adaptativa, que a su vez recomienden su supresión.

Factores de riesgo de la discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual en un 50% de la población puede deberse a más de un factor causal, Scott propone adoptar un enfoque de factores múltiples de riesgo como causante de la discapacidad intelectual, un enfoque etiológico multifactorial requiere aumentar la lista de factores de riesgo en dos direcciones por un lado el tipo de factores etiológicos y por otro lado el momento de aparición de los factores causales.

Factores de riesgo:

  • Tipo de factores etiológicos

    • Biomédicos, sociales, conductuales, educativos
  • Momento de aparición de los actores causales

    • Pueden afectar a: los padres de la persona discapacitada, a la persona discapacitada, a ambos. Este efecto se denomina intergeneracional, para describir la influencia de factores existentes en una generación sobre otra generación

Niveles de prevención:

  • Primaria

    • Acciones que tienen lugar antes de la aparición del problema, impiden su presencia, van dirigidos a los padres o a la persona que podría desarrollar una discapacidad intelectual
  • Secundaria

    • Acciones que acortan la duración de o invierten (curan) los problemas existentes, van dirigidas a personas que han nacido con una condición o predisposición
  • Terciaria

    • Acciones que limitan las consecuencias negativas de un problema y que mejoran el nivel de funcionamiento de la persona, dirigido a personas con la discapacidad

Impacto en el ámbito personal, educativo y sociolaboral

Impacto en el ámbito personal

Una limitación funcional es el tope, un límite de una función humana motriz, sensorial, intelectual afectivo o laboral. No todas las limitaciones funcionales producen al interactuar con el medio social una situación de discapacidad. Tiene un carácter dinámico y, pueden presentarse durante determinados momentos, así mismo puede ser eliminadas o atenuadas con diferentes apoyos. Según Hutchison, las personas con discapacidad en el aprendizaje pueden presentar escasa conciencia de sus propios problemas y baja capacidad de planificación y monitorización.

Los desórdenes en el componente comportamental y emocional son causa de conflicto e inadaptación a los entornos escolar y laboral, las limitaciones más influyentes son las relaciones sociales inapropiadas y los problemas comportamentales relacionados con el incumplimiento de las normas, agresividad y la conducta irrespetuosa.

Las manifestaciones y alteraciones en componentes cognitivos más usuales son: ritmo lento de adquisición de habilidades y conocimientos; mejor asimilación de contenidos concretos que abstractos; incapacidad para asumir aprendizaje incidental; dificultades para la generalización y el mantenimiento.

Existe evidencia acerca de los problemas de salud asociados a la discapacidad intelectual, en este sentido hemos estudiado el síndrome de Down, donde se da una alta frecuencia enfermedad cardíaca congénita, alrededor de entre 30 y el 50%. Los desórdenes psiquiátricos y los problemas comportamentales tienen una mayor prevalencia en personas con discapacidad intelectual, de entre ellos destacan trastornos de ansiedad o afectivos. Un factor de riesgo es su dificultad para manifestar y describir los síntomas, lo cual impacta negativamente en los tratamientos suministrados.

Impacto en el ámbito educativo y sociolaboral

La inexperiencia laboral de las personas con discapacidad es la principal barrera para el empleo, la experiencia laboral impacta positivamente los resultados de empleo y la integración para todas estas personas. El nivel de formación y grado de cualificación son uno de los condicionantes más importantes para la inserción de este tipo de personas, varios autores han señalado unos altos índices de deserción educativa entre este colectivo. Una adecuada formación se relaciona con un incremento en la madurez vocacional del status de empleo.

Alteraciones de la función intelectual

Clasificación del desarrollo intelectual

La AAIDD considera que la categorización en función del CI fomenta poner de manifiesto la discapacidad intelectual como una cualidad estática de la persona, lo cual limita las posibilidades de mejora. Por ello proponen sistema basado en las intensidades de los apoyos en este sentido existe un intermitente, limitado, extenso, generalizado.

Tipos de apoyos:

  • Intermitente

    • “Cuando sea necesario”, es de naturaleza episódica, puede ser de carácter elevado o baja intensidad
  • Limitado

    • Persistencia temporal por tiempo limitado, pero no de carácter intermitente, puede requerir mayor número de profesionales y menos costes que los intensivos
  • Extenso

    • Caracterizado por su regularidad en al menos algunos ambientes y sin limitación temporal como por ejemplo apoyo del hogar
  • Generalizado

    • Caracterizado por su estabilidad y elevada intensidad, en distintos entornos, con posibilidad de mantenerse para toda la vida

Tanto CIE-10 como DSM-IV utilizan sistemas de clasificación diagnóstica en el que la gravedad, se específica de acuerdo con el de insuficiencia intelectual medida CI en donde sus niveles son, leve, moderado, grave y profundo.

Clasificación DSM-IV/CIE-10:

  • Leve

    • El caso mas numeroso alrededor de un 85%, en la mayoría de los casos de origen psicosocial, se caracterizan por tener una adquisición tardía de lenguaje, y dificultades específicas en procesos como lectoescritura o cálculo. En la vida adulta, poseen las habilidades sociales y laborales para integrarse con autonomía al mundo laboral sin embargo necesita asistencia y supervisión además de orientación situaciones de estrés social o económico
  • Moderada

    • 10% de la población con discapacidad intelectual, cuyas causas suelen ser orgánicas y el ambiente sociofamiliar. Se caracteriza por su lentitud en el desarrollo de la comprensión y el uso del lenguaje, tienen serias dificultades para superar el primer ciclo de educación primaria, en la vida adulta, son capaces de realizar trabajos prácticos sencillos semicualificados y de estar supervisados por otras personas
  • Grave

    • Son el 3 o 4% de la población con discapacidad intelectual cuya causa normalmente este tipo biológico, están caracterizados por un escasa o ninguna habilidad de comunicación, sin embargo el lenguaje gestual es adecuado, comprenden órdenes sencillas y adquieren la habilidad con los hábitos de salud higiene, y autoprotección, en la edad adulta son capaces de realizar tareas simples con una supervisión muy estrecha
  • Severa

    • Representan aproximadamente entre el 1-2% de la población con deficiencia intelectual, la mayoría presenta una enfermedad neurológica identificada que explica su discapacidad, se caracterizan por desarrollar una comunicación gestual muy pobre y un desarrollo motor mínimo, en la adultez, pueden realizar tareas simples en centros protegidos como estrecha supervisión.

Detección, evaluación e intervención en la discapacidad intelectual

Detección y evaluación

Actualmente la evaluación del funcionamiento intelectual mediante instrumentos tales como el test de Binet, las escalas Weschler y/o Kaufman no se consideran adecuadas para tomar decisiones acerca de las necesidades de apoyo, ni útiles para recibir el emplazamiento residencial o educativo para una persona con discapacidad intelectual.

Asimismo el diagnóstico implica el cumplimiento de tres criterios por un lado las limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual (CI<70); las limitaciones significativas en la conducta adaptativa; una edad de inicio anterior de los 18 años.

Evaluación de la conducta adaptativa

La conducta adaptativa es el conjunto tanto de habilidades conceptuales como sociales y prácticas que han sido aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria. Su evaluación ha de ser mediante instrumentos estandarizados y ha de referirse al desempeño típico del individuo, y nunca a su ejecución máxima en las circunstancias cambiantes, como es el caso de la evaluación en el funcionamiento intelectual, en donde lo que se valora esta capacidad máxima de ejecución.

La conducta adaptativa es un concepto multidimensional, compuesto por tres grandes áreas de habilidades:

  1. Conceptual

    • Lenguaje, lectura y escritura, conceptos relativos al dinero, el tiempo y los números
  2. Sociales

    • Habilidades interpersonales, responsabilidad social, autoestima, candidez e ingenuidad, seguimiento de las reglas, evitar la victimización y resolución de problemas sociales
  3. Prácticas

    • Actividades de la vida diaria, habilidades ocupacionales, manejo del dinero, seguridad y cuidado de la salud, viajes y desplazamientos y uso del teléfono entre otras

Dado que la evaluación se basa en la información dada por terceros, es importante corroborar los datos obtenidos, además es importante diferenciar la conducta adaptativa de los problemas de conducta, los comportamientos que interfieren con las actividades diarias que una persona, o con las actividades de quienes la rodean, ha de considerarse problemas de conducta.

A mediados de los 90 los instrumentos para medir los apoyos requeridos por una persona como por ejemplo el “Inventario para la planificación de servicios y programas”, es un instrumento estructurado el cual puede usarse para registrar información descriptiva, problemas de la conducta, servicios de rehabilitación y apoyo, cuyo objetivo principal es contribuir a una evaluación inicial, orientación y seguimiento de los servicios para personas con deficiencias. Ofrece un índice llamado nivel de servicio que combina puntuaciones de la conducta adaptativa y los problemas de la conducta lo que permite estimar la intensidad de atención, supervisión o enseñanza que requiere una persona.

Sin embargo ninguno de los programas se centra exclusivamente en el diagnóstico de la conducta adaptativa, por ello, actualmente los esfuerzos se centran en la construcción de una escala para facilitar el diagnóstico de la conducta adaptativa consistente con la actual definición de la misma. En este sentido se trabaja sobre la “escala de diagnóstico de conducta adaptativa” que va dirigida a personas con deficiencia intelectual entre los 4 y los 21 años, que trata de proporcionar medidas de conducta adaptativa en los siguientes dominios, habilidades conceptuales, sociales y prácticas, a partir de la información proporcionada por una persona que conoce en profundidad a la persona con deficiencia intelectual.

En los casos de deficiencia intelectual severa y profunda, los síntomas psicológicos pueden pasar casi desapercibidos, estas personas son las que más problemas de comunicación presentan a la hora de interactuar para conocer sus síntomas, en estos casos el uso del DSM o la CIE es totalmente insuficiente, por lo que se requiere entonces el uso de otra forma de evaluación como por ejemplo el análisis funcional.

La “Escala de intensidad de apoyos” SIS, va dirigida a realizar una evaluación funcional vinculada directamente a las necesidades de la persona y cuyas propiedades psicométricas han probado su idoneidad para medir la intensidad de los apoyos en adultos con deficiencia intelectual, asimismo es un instrumento de gran ayuda para la planificación centrada en la persona. La SIS es el primer instrumento alineado con la nueva conceptualización de la eficiencia intelectual, la diferencia entre la SIS y el resto de instrumentos reside en los constructos objeto de evaluación, la SIS se centra en el perfil de las necesidades de apoyos para que la persona pueda participar en los entornos y actividades valoradas, por tanto es un instrumento que tiene una elevada validez predictiva para estimar los costes de los servicios y de esta manera de terminar las necesidades extraordinarias de financiación.

Factores que determinan las necesidades de apoyos de las personas con deficiencia intelectual:

  • Competencia personal, social, práctica, conceptual y física
  • Necesidades excepcionales de apoyo médico
  • Necesidades excepcionales de apoyo conductual
  • El número y complejidad de los entornos en los que participa
  • El número y complejidad de las actividades vitales

Modelo de los apoyos propuestos en 2002 por la AAIDD: Se basa en un enfoque ecológico para comprender la conducta y se dirige a evaluar la discrepancia entre las capacidades y habilidades de la persona y los requerimientos y demandas de un ambiente, además de acentuar la importancia de los apoyos para garantizar la igualdad. El sistema del año 2002 introduce la noción de calidad de vida y así los apoyos se definen como recursos y estrategias que promueven los intereses y el bienestar de las personas, que tienen como resultado una mayor independencia y productividad personal. Asimismo tanto el sistema de 1992, como el sistema del año 2002 y el de la versión de la AAIDD del año 2010 se proponen fuentes de apoyos, inicialmente se plantearon cuatro fuentes, uno mismo, otros, tecnología y servicios.

El modelo se plantea que el desajuste entre las competencias personales y las demandas del medio ambiente, da lugar a necesidades personales que requieren distintos tipos de intensidad de apoyos individualizados, por otro lado que si los apoyos individualizados están basados en una planificación y la aplicación juiciosa de los mismos es probable que se lleven acabo mejoras en funcionamiento y por último constituye un puente entre lo que es lo que puede llegar a ser. Por su parte Van Loon plantea que los apoyos deben ofrecerse de forma flexible, además los apoyos, dentro de un concepto “Vida con apoyo” deben provenir en un primer momento a la red natural de la persona, y sólo cuando ésta no pueda ofrecer suficientes apoyos entran en juego los apoyos profesionales.

Intervención desde los diferentes ámbitos de la vida sujeto

Las necesidades de apoyo de una persona puede medirse con diferentes niveles de precisión a través de auto informes, o con otras medidas. Sin embargo la SIS ( escala de intensidad de apoyos) es la única evaluación de necesidades de apoyo formal disponible.

Cabe destacar que no se debe confundir las escalas de conducta adaptativa con las escalas de evaluación de necesidades de apoyo, las escalas de conducta adaptativa: evalúan las habilidades adaptativas que una persona ha aprendido, es decir miden el rendimiento o desempeño asociados a la competencia personal. Las escalas de evaluación de necesidades de apoyo: miden los apoyos extraordinarios que una persona necesita para participar en las actividades de la vida diaria.

Planificar desde arriba: por ejemplo desde una institución, consiste en decir desde la dirección que se va hacer, y entonces aplicar dichas decisiones al centro y a los usuarios. Se trata de una planificación centrada en el servicio

Planificar desde abajo: se trata de analizar caso caso, cuáles son las necesidades y preferencias y cuáles sus puntos fuertes del usuario, para pasar entonces a planificar las actividades ad hoc, centrada por lo tanto en la persona.

La planificación centrada en la persona, desde abajo, ofrece una forma de comprender las experiencias de las personas con deficiencia intelectual y que con ayuda de su red social, mejora sus expectativas de vida, así mismo requiere que el individuo junto a la familia elija su propio círculo de apoyo, aceptar el punto de vista de cada persona, buscar modos creativos de resolver los problemas, analizar posible recursos de comunidad que se pueden emplear para quedar alcanzar las metas propuestas. Varios estudios demuestran la eficacia de planificar individualmente, e incluso lo han hecho personas con niveles de deficiencia intelectual profunda y con discapacidades cognitivas múltiples. La planificación centrada en la persona es una metodología de trabajo que se basa la creencia de que todos somos seres diferentes y se nos debe respetar nuestra individualidad, y que se ha introducido en diferentes ámbitos como por ejemplo el empleo con apoyo, el ámbito educativo, los pisos tutelados y la vivienda con apoyo. El proceso de provisión de apoyos es diferente tanto cualitativa como cuantitativamente en función de la persona además, pasa por las siguientes fases identificar, evaluar, desarrollar, iniciar y supervisar y por último evaluar los resultados personales. Este proceso de planificación es fundamental para garantizar que la organización de los apoyos es coherente con las necesidades y los resultados deseados por la persona. Por otro lado el ciclo debe repetirse a medida que la persona que crece y cambia y requiere planes de apoyo revisados.

Los ámbitos de intervención más habituales son el desarrollo de las habilidades autonomía personal, el desarrollo de habilidades sociales, las dificultades de aprendizaje, el desarrollo de habilidades de ocio y sexuales, formación y empleo.

Antes de poner en marcha un programa de intervención hay que analizar las posibles causas por las que un usuario presenta limitaciones en la emisión de una conducta adecuada, así la ausencia de dicha conducta puede estar causada por la imposibilidad de poner en marcha la misma por parte del discapacitado intelectual, en estos casos la función de profesional debe consistir en sustituir el entrenamiento de estas habilidades por una ayuda técnica o por una ayuda humana. En otros casos la evaluación multidimensional pone de manifiesto que aunque la persona cuenta en su repertorio con determinadas habilidades, solo que se encuentran inhibidas. En estos casos, estrategias, la puesta en marcha de entrenamiento en relajación, en auto instrucciones, en parada de pensamiento o eliminación de ideas distorsionadas pueden contribuir a mejorar los déficits encontrados. La evaluación también pone de manifiesto que aunque la persona con discapacidad cuenta en su repertorio ciertas habilidades conductuales puede que esta persona no se encuentre motivada para su puesta marcha. En estos casos, se utilizan estrategias consistentes en el manejo de contingencia, programas de reforzamiento, contratos de contingencias por programas de economía de fichas. Por último, en algunas otras circunstancias, nos encontramos con personas con déficit intelectual para quienes el problema fundamental es su déficit en habilidades de discriminación, en este sentido no saben cuando deben poner en marcha una conducta dada. En estos casos se trata de emplear imágenes, fotografías, símbolos (instigadores), que ayuden a la puesta en marcha de una conducta u otra, en definitiva de la conducta adecuada en el momento adecuado.

Clasificación de Achenbach et al:

  • Externalizing

    • Aquellas conductas que producen consecuencias que pueden observarse, por ejemplo agresión, agitación psicomotriz, etcétera
  • Internalizing

    • Aquellas conductas que incluyen consecuencias que afectan al propio individuo como por ejemplo las autolesivas o las estereotipias
  • Mixtas

    • Aquellas conductas que compartir aspectos de las dos categorías previas provocando consecuencias tanto hacia el interior como exterior del sujeto.
Anterior
Siguiente